Luis Rubiales - RFEF
✍️​ Opinión

Más tonterías sobre las elecciones de la Federación Española de Fútbol

Esto de las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) da para muchos artículos, aunque para aplicarles un tratamiento más jocoso que jurídico.

Seguimos leyendo páginas en las que se defiende a machamartillo que la única vía posible para no cometer las más atroces ilegalidades consiste en celebrar ahora elecciones solo a Presidente con la Asamblea actual, de tal forma que después se convoquen elecciones para renovar la Asamblea. Esa postura aparece defendida por un par de medios que la repiten como un mantra tibetano.

Queridos lectores, ustedes deben ser conscientes de que repetir el mantra, y tratar de enfocar la atención en él, ayuda a reducir y hasta eventualmente eliminar por completo, o casi por completo, los pensamientos que surgen constantemente en la mente, para lograr un estado de serenidad y claridad mental. En este caso, sería más bien de ofuscación mental ovina. De ahí que asistir a la repetición de una sandez despierta naturalmente la sospecha de que nos encontramos precisamente ante una sandez.

Pues bien, esa tesis trata de anular la única racional, esto es, la que defiende la procedencia de convocar ya las elecciones a la Asamblea, a fin de que se conforme una nueva que en mayo elija Presidente para los próximos cuatro años. Esto es, la tesis del aquí paz y después gloria.

Sin embargo, según la tesis de la repetición del mantra, esto no es posible, sino que, por razones inexplicables e inexplicadas, es mejor liarlo todo.

Lo que pronostica el vidente

Como tenía curiosidad por saber a qué nos aboca tal tesis, consulté con un cuñao de Rappel para que me anticipara lo que iba a ocurrir si se implementaba ahora esa tesis del doble proceso electoral. Lo que me ha contado suena terrible. Me limitaré a transcribirlo.

En primer lugar, se convocarían las elecciones solo a Presidente, que ganaría de calle el actual Presidente de la Comisión Gestora de la RFEF, Pedro Rocha. Más o menos, se convocarían a finales de febrero y este las ganaría a finales de marzo, previas las impugnaciones correspondientes.

Como ya no daría tiempo a convocar elecciones a la Asamblea antes del Campeonato de Europa, habría que esperar a la vuelta de los Juegos Olímpicos, allá por septiembre más o menos.

El problema es que Rocha no podrá aguantar las constantes diatribas de cierta prensa y las amenazas de algún conocido activista, y dimitirá justo al final de los Juegos.

Así que habrá que convocar nuevas elecciones solo a Presidente (ya se sabe cuál es la literalidad de la norma, leída por los repetidores de mantras). Ganará un candidato de avanzada edad, ya sin ambiciones y con el único objetivo de convocar elecciones a la Asamblea. Estaríamos ya a finales de octubre o a primeros de noviembre. Eso sí, necesitaría al menos un par de meses para convocar las elecciones a la Asamblea, con la idea de que no se interrumpiera el proceso por la Navidad.

El resultado de la sucesión interminable de elecciones

El problema es que el juego de la avanzada edad, la excitación de ser Presidente de la RFEF, los viajes y los excesos navideños le provocarán un jamacuco de cuidado tras otro. Conclusión: dimitirá con carácter inmediato del cargo para no dimitir de la vida.

En definitiva, esto nos llevará inexorablemente a otra elección solo de Presidente (ya sabemos eso de que las normas se interpretan de la forma en la que los repetidores de mantras son capaces de leerlas). Ganará, ya en marzo de 2025, el Presidente de una Federación territorial del levante español. Aunque todo hace pensar que convocará de inmediato elecciones para renovar la Asamblea rubialista, no lo va a hacer con tal urgencia. Necesita algo de tiempo para montar una candidatura ganadora para los siguientes cuatro (en realidad, ya son tres) años.

Como quiera que el tiempo transcurre y pasan cosas, resulta que a ese Presidente le estallará en toda la cara una bomba en forma de escándalo (aquí la bola de cristal se muestra confusa y no somos capaces de adivinar qué tipo de escándalo), lo que le llevará a una dimisión inexorable en julio de 2025.

Se convocarán nuevas elecciones a Presidente (los del mantra seguirán insistiendo en que no cabe otra posibilidad) y no se presentará ningún candidato. Así que, a lo tonto a lo tonto, la Comisión Gestora alargará su mandato hasta septiembre de 2026. Y ahí ya habrá candidato, porque se podrán presentar… Luis Rubiales y…

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