Jonas Vingegaard primero y Tadej Pogacar segundo; o viceversa. Si el ciclismo fuera un deporte normal, no habría duda: el 23 de julio el cajón del Tour de Francia en los Campos Elíseos de París tendría en lo más alto a un danés, un esloveno y un tercero en discordia. Pero 21 etapas dan para mucho. A veces, demasiado. Por eso, si finalmente es el asfalto quien dicta sentencia, y las caídas o averías mecánicas se mantienen en segundo plano, asistiremos a un duelo histórico.
El 1 de julio, en suelo español (Bilbao), empieza el Tour de Francia. Será en País Vasco donde Pogacar termine de relamerse las heridas que todavía tiene abiertas desde el pasado verano cuando el danés ganó ‘Le grand boucle‘ con una superioridad importante sobre la carretera. Además, le derrotó como más duele: de tú a tú, sin excusas; imponiendo mayor fuerza sobre el asfalto. Y eso el esloveno todavía lo tiene guardado.
Quizá no solo fue el único motivo. Por eso, Team UAE se ha reforzado este año de manera sobresaliente. Junto a Pogacar estarán Adam Yates, Marc Soler, Rafal Majka y Felix Grobschartner. Un ejército de lujo para mirar cara a cara a Jumbo Visma en este Tour. Pero ese no es el problema, y en realidad el esloveno lo sabe. Incluso, la lesión que le ha tenido lejos de las carreteras, tampoco supone nada a estas alturas.
Es cierto, que el año pasado el equipo de Países Bajos supo sacar rendimiento a su escuadra y la estrategia de doble liderazgo con Primoz Roglic (que este año no estará en el Tour) y Vingegaard. Algo que por momentos no supo controlar Pogacar. Pero el esloveno y el danés son tan superiores, y han creado un abismo tan grande frente al resto del pelotón, que a la hora de la verdad nadie estará con ellos cuando aceleren el ritmo. Nadie.
Por eso, pese al esfuerzo de Team UAE por traer un equipo poderoso, algo que también tendrá Jumbo con Wilco Kelderman, Sepp Kus o el todoterreno Wout van Aert, la realidad es que la carretera francesa les dejará a los dos solos en busca del maillot amarillo. No hay otra premisa.
🚴♂️ El otro Tour de Francia
Con los dos extraterrestres a su ritmo, hay un batallón de hombres importantes que luchará por estar en el podio o, si hay desgracia mediante, con aspiraciones de ganar el Tour de Francia. Ninguno de los favoritos puede permitirse el lujo de pasar de la carrera, porque 21 etapas dan para mucho.
El corazón y los sentimientos nos hacen mirar a Enric Mas (Movistar Team) y Mikel Landa (Bahrain-Victorius). Y no se trata de chovinismo barato. Ambos ciclistas están en un punto de su carrera que les permite soñar por la 3ª plaza del Tour de Francia sin ningún tipo de exageración. El vasco ha hecho un gran inicio de temporada; y el balear quiere sacarse la espina del año pasado, y llega con buenas piernas.
Enric Mas, durante una etapa del Tour de Francia.
El problema es que hay rivales de mucho nivel. Entre ellos, dos australianos. Jai Hindley (Bora-Hansgrohe), campeón del Giro de Italia 2022, es un ciclista que ya ha demostrado que puede pasar la montaña con los mejores, y sabe correr con presión. El otro, Ben O’Connor (AG2R), ha llegado a un punto de madurez que le convierte en un enemigo terrible. Además, es otro del club que quiere resarcir su mala edición del año pasado.
Junto a ellos, el gran fichaje de EF Education-EasyPost, el campeón olímpico Richard Carapaz, quiere demostrar que es un líder sólido y, por fin, poder medirse con los grandes sin que, en algún momento, termine fallando. A esta lista se suma un trío de franceses que merecen ser tenidos en cuenta. Romain Bardet (DSM); David Gaudau (Groupama); y Guillaume Martin (Cofidis). Como decíamos al principio, si la carretera es quien dicta sentencia, todos estos nombres deberían estar en el privilegiado top 10.
Aunque la lista es larga. Nuestra otra baza española, Carlos Rodríguez (Ineos), también merece ser tenido en cuenta. Igual que Simon Yates, el gemelo que busca su redención Jayco; o el escalador Louis Meintjes, que siempre termina con los mejores en las etapas decisivas.
🔤 Los nombres clave
Hay una serie de corredores que, al margen de la nobleza que ocupe los puestos de honor, serán noticia muchos días. Por encima de todos destaca el belga de Jumbo Wout van Aert. Se espera que llegue en un estado de forma colosal. Y, al igual que el año pasado, será protagonista, incluso, por la propia actitud que tendrá dentro de su escuadra.
Pero hay más nombres propios que, por el trazado de las primeras etapas en suelo español, así como otras cuyo trazado es propio para las emboscadas, serán protagonistas. Mathieu van der Poel, Matej Mohoric, Thomas Pidckok, Dylan Teuns, Benoit Cosnefroy, Simon Geschke o Neilson Powless… engordan la nómina de una participación de lujo.
Van der Poel, a la caza de un hazaña inédita en más de 40 años
Además, y aunque pueda parecer contradictorio, la rivalidad entre Vingegaard y Pogacar es tan enorme que va más allá del Tour, y el atractivo por conseguir victorias de etapa parciales se han convertido en algo extremadamente goloso.
🪁 Volando en meta
Lo mismo sucede con las llegadas masivas. Algunos equipos tienen en esta baza sus grandes apuestas. Y el Tour de Francia, como gran escaparate mundial, es el mejor de presentar las mejores galas.
Jayco Alula con Dylan Groenewegen es uno de los equipos donde todas las miradas estarán puestas. Aunque será la manada de lobos del Soudal los que centren toda la atención, que tiene en Florian Senechal una segunda baza. Los belgas juegan sobre seguro.
Lotto Dstny con Caleb Ewan es otro de los grandes candidatos a aparecer en las llegadas masivas del Tour. También habrá que estar muy encima de Jasper Philipsen; o el danés todoterreno de Lidl-Trek, Mad Pedersen.
