La temporada de la NHL ha llegado a su fin. Los 82 partidos de la mejor liga de hockey sobre hielo del mundo ya están en los libros. Esta campaña ha tenido un claro protagonista: Boston Bruins. El conjunto de Jim Montgomery, otra de las anécdotas de la temporada, ha arrasado. Los de Massachusetts han jugado el hockey más eficiente de siempre. Nadie se les puede comparar y han tumbado todos los records. El balance de 65-17 es el mejor en la historia de la NHL, como también los 135 puntos conseguidos.
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Los Boston Bruins fueron una máquina defensiva brutal que creció como una familia más que como un equipo, apoyada sobre su entrenador y su relato de superación. El técnico desarrolló un sistema basado en la calidad y no en la cantidad en ataque, con un discurso que versaba «la virtud está en el grupo». En los Bruins nadie se ahorra un esfuerzo en defensa y siempre están dispuestos a pelear por sus compañeros. De esta forma, Jim Montgomery y sus pupilos llevaron a la ciudad de Boston el mejor curso regular de todos los tiempos.
Los Bruins se contagiaron de la filosofía ubuntu que se respira en el TD-Garden y que implementó Doc Rivers con los Celtics de la NBA en 2008. Un proverbio africano que se basa en el bienestar del grupo por encima del personal. Ubuntu y la mentalidad ganadora de la ciudad de Massachusetts hacen del equipo un bloque imparable. Lo fueron los Celtics y también lo son los Bruins.
Boston Bruins es el equipo definitivo en la carrera por la NHL
Jim Montgomery se preocupó durante toda la temporada de tener una relación muy cercana con sus jugadores. Cada decisión se comunicó personalmente, incluso los traspasos. En febrero, cuando cambiaron a Craig Smith a los Capitals en un trato por Dmitry Orlov y Garnet Hathaway, el propio Montgomery fue a la habitación de Smith a comunicarle la decisión. Ese es un trabajo del general manager, que suele ser frío y por teléfono. No en estos Bruins.
Gracias a ese sentimiento de familia, Boston cerró con 174 goles en contra, el único equipo de toda la NHL en recibir menos de 210. Especialmente gracias al buen hacer de Linus Ullmark, su portero, que con 1.366 paradas atajó el 93,8% de los disparos que recibió. El sueco fue el único de la liga en dejar la puerta a cero en más de una ocasión (2). Además, la insistencia de Montgomery en la activación del defensor del lado débil ha sido clave.
También fueron el segundo equipo más goleador (301). El checo David Pastrnak (61) registró el mayor número de tantos para un jugador de los Bruins desde 1974. De nuevo apoyado en su entrenador y sus directrices sobre lanzar menos y mejor. Pastrnak no quiso firmar la renovación al empezar la temporada y después de un curso de nivel Hall of Fame se ganó una oferta de ocho años y 90 millones de dólares.
🏆 Último reto de Montgomery: la Stanley Cup
Los Boston Bruins son una de las franquicias más ganadoras de la historia de la NHL. En concreto, han levantado la Stanley Cup en seis ocasiones. Son el cuarto equipo, empatado con Chicago Blackhawks, que más veces ha conseguido conquistar el título. En los últimos años, el TD Garden ha sufrido una sequía de victorias titulares muy similar a la de los Celtics.
Los Bruins no ganan el campeonato desde el año 2011, su único trofeo en los últimos 51 años. Por lo tanto, en Boston no se conforman con batir records en temporada regular. Una ciudad ganadora como la de Massachusetts necesita triunfos. En ‘Beantown’ están ansiosos por ganar y Jim Montgomery espera que su filosofía de familia sea igual de competitiva en el playoff para devolver la Stanley Cup a su casa.