Minnesota Vikings
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La mayor remontada de la historia marca la jornada 15 en la NFL

Tan solo tres fechas de campeonato restan para que lleguen los tan ansiados playoffs de la NFL. Por el camino, partidos espectaculares como el vivido entre los Buffalo Bills y Minnesota Vikings en la jornada 10. En esta jornada 15, de nuevo, los Vikings dejaron una de las hazañas más increíbles de la historia de esta competición al remontar una desventaja de 33 puntos. No tuvieron esa suerte los New England Patriots, que regalaron el partido a los Raiders con el tiempo cumplido en un fin de semana marcado por jugadas inexplicables.

🤔  ¿La mayor paliza de la temporada…?

Los Minnesota Vikings (11-3) recibían en el U.S. Bank Stadium a los Indianapolis Colts (4-9-1) en un partido que nadie esperaba que se desarrollara por los cauces por los que terminó sucediéndose. Los de Minneapolis llegaban después de perder en el último partido frente a Detroit Lions. En este amago de crisis se apoyaban los críticos del equipo de Kevin O’Connell para argumentar que los resultados conseguidos hasta el momento no se corresponden con la realidad.

Iniciado el encuentro, los Colts parecían dispuestos a confirmar el declive de estos Vikings. Tras un arranque fulgurante, apuntalados en su defensa, consiguieron enfilar el descanso con el marcador indicando la paliza más abusivo de la temporada: 33-0. Todo visto para sentencia y a otra cosa, debió pensar la inmensa mayoría de los aficionados al football… peero se equivocaban.

🤯  … ¡no! ¡La mayor remontada de la historia!

Avanzaba el tercer cuarto y el partido se estancaba, aunque a falta de 8 minutos y 22 segundos para terminar el tercer cuarto todo cambiaría. Kirk Cusins, quarterback de Minnesota, encadenó tres touchdowns entre el tercer y el cuarto periodo, todos a receptores diferentes, para poner un 36 a 28 a falta de 5 minutos para el final. Los Vikings rozaban la hazaña, aunque necesitaban 8 puntos para empatar, una puntuación que en la NFL solo puedes conseguir anotando un touchdown (6 puntos) y jugándotela para añadir 2 puntos extra. Y, por si fuera poco, el balón estaba en posesión de unos Colts que, haciendo una buena gestión del reloj, podían matar el partido.

A falta de 3 minutos, se cumplía la primera condición para remontar. Una enorme defensa de los Vikings les permitió recuperar el balón. Sin embargo, no avanzaron y perdieron de nuevo. Indianapolis respiraba, pero inexplicablemente, volvió a entregar el balón a Minnesota 30 segundos más tarde. Los jugadores de la franquicia de Indiana sucumbían ante el ensordecedor retumbar del U.S. Bank y permitiendo que Dalvin Cook recorriera 64 yardas para anotar un nuevo touchdown. Lo más difícil estaba hecho. Solo había que sumar los dos puntos extra. Cousins no se lo pensó y buscó la opción más segura. T. J. Hockenson no defraudó.

¡36 a 36 y el Minneapolis miracle volvía a suceder cuatro años después!

Ya en la prórroga, los de Kevin O’Connell jugaron mucho más seguros y cerraron la victoria en 39 a 36. Historia del fútbol americano. Los 33 puntos de diferencia se convirtieron en la remontada más grande de toda la historia de la NFL. Superaron los 32 puntos conseguidos por los Buffalo Bills en 1993.

Además, Matt Ryan, mariscal de campo de los Colts, quedó señalado por segunda vez en su carrera. Sobre él pesa esta remontada, como también se vio superado con la mayor remontada de la historia de la Super Bowl. Fue en 2017 cuando Ryan jugaba para Atlanta Falcons y vio como New England Patriots y Tom Brady le remontaban 25 puntos para ganar el anillo.

🥴  Los Patriots regalan el partido a los Raiders

Otro choque de interés era el que medía a New England Patriots (7-7) y Las Vegas Raiders (6-8). La franquicia de Boston podía apartar a los Raiders de la carrera definitiva por los playoff en la AFC, mientras que los Raiders buscaban engancharse de nuevo. El conjunto de Bill Belichick parecía tenerlo en su mano cuando ganaba por 24 a 17 a falta de 30 segundos para el final, pero el fin de semana iba de remontadas imposibles.

Las Vegas consiguió anotar con un último drive espectacular dirigido por Derek Carr. Empate a 24 y todo indicaba que llegaría una nueva prórroga. Y aquí es donde la NFL nos muestra por qué cada fin de semana es único y cómo este deporte ofrece acciones imposibles de ver en otro lugar. Los Patriots realizaron una insólita jugada con la intención de sorprender y ganar sobre la bocina. Con el tiempo ya cumplido, llegaron varios pases hacia atrás. El último, uno sin sentido aparente de Jakobi Meyers, que entregaba el cuero directamente a un jugador de los Raiders para ganar el partido por 30 a 24.

Absolutamente inexplicable.

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