Tom Brady - Super Bowl
🏈 NFL

Tom Brady: tres carreras de Hall of Fame en una

Tom Brady se ha retirado de la NFL. Esta vez, «de verdad», según sus propias palabras. El mejor jugador de todos los tiempos, el GOAT del fútbol americano, se va. Nadie ha conseguido unos registros similares a los del californiano y es probable que nadie le iguale. En un deporte tan físico y fatigante, Brady ha conseguido jugar hasta los 45 años y ser relevante, vital para todos y cada uno de sus equipos, desde el primero hasta el último día.

Lo cierto es que la carrera de Tom Brady ha sido tan larga y prolífica que se puede dividir en tres tramos claramente diferenciados. Tres etapas separadas por varios acontecimientos negativos que también forman parte de su legendaria trayectoria en el football.

Solo atendiendo a las hazañas y las estadísticas, descubrimos que ha disfrutado de tres carreras en una. Cada una de ellas por separado ya bastaría para llevarle de cabeza al Hall of Fame.

📽️ "Hola, señor Kraft"

Tom Brady nació en 1977 en San Mateo, en las inmediaciones de San Francisco. Allí creció como fanático de los San Francisco 49ers y de Joe Montana, uno de los quarterbacks más increíbles de la historia Jugó cuatro temporadas en la Universidad de Michigan sin destacar especialmente y en el año 2000 se presentó al draft de la NFL.

Siempre visto como un QB de perfil bajo, cayó hasta el puesto 199, donde los New England Patriots le seleccionaron en la penúltima elección de sexta ronda, a punto de ser Mr. Irrelevant. Los Patriots acababan de cambiar el futuro de su institución para siempre, pero no lo sabían. El que si estaba seguro de ello era el propio Brady y así se lo hizo saber al dueño de la franquicia, Robert Kraft: "Hola señor Kraft. Soy Tom Brady y quiero que sepa que soy la mejor decisión que ha tomado esta franquicia en su historia".

Durante su primera temporada, Brady no disputó ni un solo minuto. Se pasó el año 2000 en el banquillo a la espera de una oportunidad. Los Patriots eran por aquel entonces un equipo perdedor y nunca habían ganado el título. Aquella fue también la primera campaña de Bill Belichick al mando. Finalizaron en negativo (5-11). Un inicio desastroso que ni por asomo auguraba lo que estaba por venir.

💍 Un anillo para dominarlos a todos

Para 2001, Belichick siguió confiando en Drew Bledsoe como su QB titular. Tom tuvo que recorrer un largo camino hasta la tercera jornada cuando Bledsoe se lesionó. Brady asumió galones y debutó en la NFL con una victoria frente al que sería uno de sus mayores rivales, Peyton Manning.

Desde entonces, nunca soltó la titularidad. Llevó a los Patriots hasta la Super Bowl y los coronó como campeones por primera vez en su historia. Un primer anillo que desató en él un poder inusual para dominar la liga. Y logró otros dos anillos consecutivos en 2003 y 2004 sobre Carolina Panthers y Philadelphia Eagles.

El penúltimo del draft apreció de la nada para instaurar una dictadura en los años en los que Peyton con sus Colts estaba destinado a reinar. Transformó a un equipo perdedor en una máquina implacable de ganar. Siempre de la mano de Bill Belichick, que pasó de tipo raro a ser un genio.

El culmen, que podría ser el final de una carrera épica digna de Salón de la Fama, llegó en 2007. Los Patriots llevaban dos cursos alejados del título y se habían reforzado como nunca. Tom Brady, con 30 años, afrontaba su séptimo año en la NFL y todos querían jugar junto a él. New England arrasó y finalizó invicto con un 16-0. El quarterback de California nunca había sido elegido como MVP y reventó las estadísticas con 50 touchdowns, 4.806 yardas de pase y tan solo 8 intercepciones. La absoluta perfección.

Pero en la Super Bowl se cruzaron Eli Manning y sus New York Giants. Nadie sabía como habían llegado tan lejos, pero ahí estaban. Eli vengó a su hermano Peyton y dejó a Brady sin título en la mejor temporada de la historia del football.

🪁 Resurgir entre la crueldad

Sin poder olvidar el dolor que dejó la Super Bowl LXII, Tom Brady iba a recibir, sin anestesia, otro de los reveses más duros de su carrera. En el primer partido del 2008 sufriría una terrible lesión de ligamento cruzado y menisco que le dejaría más de un año en el dique seco. Muchos llegaron a pensar en el punto y final, pero Tom nunca pensó en dejarlo; solo en volver más fuerte que nunca.

Una vez recuperado en 2009, Brady regresó de forma discreta, solo para coger ritmo antes de un futuro de redención. Y vaya si lo tuvo. Su 2010 fue casi perfecto. Un tremendo balance de 14-2 y de nuevo esa sensación de dominio incontestable. Fue nombrado con su segundo MVP y se plantó de nuevo en la Super Bowl.

Allí le esperaba de nuevo su bestia negra, Eli Manning y los New York Giants. Como la primera vez, estos se coronaron frente al mejor de todos los tiempos. El menor de los Manning es el único quarterback en la historia que ha salido bien parado en enfrentamientos frente Brady.

Bill Belichick tocó cosas y encumbró a un equipo que sin títulos siguió aterrorizando la liga. El GOAT sumaba estadísticas sin parar y, por fin, en 2014 regresaron a la Super Bowl. Esta vez no podían fallar. Y no lo hicieron. Cuarto título para el bueno de Tom frente a Seattle Seahawks frente a uno de los jóvenes quarterbacks de la nueva generación, Russell Wilson. Un QB que lanzaba, pero que también corría, que amenazaba con cambiarlo todo, pero sobre el que Brady terminó imponiéndose.

👑 "Sigo siendo el rey"

38 años. 4 títulos de la Super Bowl. Ya considerado el mayor exponente histórico de su deporte. Ídolo del 100% de los jóvenes QB que juegan en la NFL. Pero un escándalo con balones desinflados en 2015 parecía poner, de nuevo, punto y final a una historia mítica. Ni por esas. Para 2016 regresaba junto a Belichick para ganar su quinto anillo. Sin duda, el más espectacular de siempre.

Atlanta Falcons se marchó arriba 21-3 al descanso y lideraba 28-9 en el último cuarto. Ni siquiera esos números, de partido finiquitado, frenaron a Tom Brady. Los Patriots le dieron la vuelta y ganaron su quinta Super Bowl en la prórroga.

Esa inverosímil remontada llenó de gasolina el tanque de Brady, que se coronó MVP con 40 años en 2017. Sí, lees bien, realizó un año superior al de chavales en su prime físico con 40 palos. También llegó a la Super Bowl.

Sin embargo, la maldición del MVP se ciñó de nuevo sobre su figura y no pudo coronarse… aunque sí lo haría un año más tarde. En 2018 de nuevo conquistó el trofeo. El sexto de su carrera y el sexto de unos Patriots que pasaban a ser, junto a Pittsburgh Steelers, la franquicia más laureada de la historia.

🏴‍☠️ De patriota a pirata

Con 42 años, seis títulos bajo el brazo y una respetable carrera como patriota, Tom Brady se reveló y, en un tremendo giro de los acontecimientos, dejó New England para firmar por Tampa Bay Buccaneers. Como si de una producción de Hollywood se tratase, la narrativa de su personaje cambió por completo: el protagonista se convirtió en el malo de la película y dejó atrás una vida de buenas acciones para encomendarse a la vida pirata.

Brady se reservó tres años en Florida para redondear su trayectoria hasta convertirla en inalcanzable para cualquier otro jugador que aspirase a ocupar su trono. Su legado no tardó en crecer: para empezar, en su primera temporada en los Buccaneers, en el año 2020, ya conquistó el anillo.

Aquellos 'Bucs' fueron los primeros en ganar el título en su propio estadio, por cierto. Aquella fue la primera campaña de Brady en la NFC. De este modo, ascendió de leyenda a convertirse en su propia franquicia, ya que ninguno de los 32 equipos de la liga ha ganado más anillos que el quarterback. En tan solo un año compitiendo en esa conferencia, Brady conquistó las mismas Super Bowls que Aaron Rodgers, uno de los mitos más grandes que ha visto nunca el fútbol americano.

Brady cerrará su carrera con más victorias a sus espalda que las que han conseguido algunas franquicias enteras a lo largo de décadas en la NFL. De hecho, en el periodo que abarca su carrera (2000-2023), Brady ha ganado más que todos los equipos. En su libro de registros tiene cabida también el de ser el jugador con más yardas en una temporada, cuando, en el año 2021, consiguió 5.316.

Ese año, precisamente, pudo haber sumado a su vitrina otro MVP. Pero no sería el mejor jugador de la historia de este deporte si no tuviese una mentalidad ganadora. Amagó con retirarse, volvió, llevó a su equipo de nuevo a playoff y, ahora, se retira para observar su juego desde un templo dorado. Evidentemente motivado por el contrato multimillonario de 375 millones de dólares por actuar como comentarista en FOX Sports.

Dice adiós el mejor jugador de la historia del fútbol americano y, posiblemente, uno de los deportistas más superlativos de todos los tiempos.

Ir al contenido