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🎾 Tenis

Alcaraz cambia la historia: anula a Djokovic y conquista Wimbledon

Carlos Alcaraz ha marcado un punto de inflexión en la historia del tenis. Su victoria frente a Novak Djokovic en Wimbledon (1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4) es algo más que un segundo Grand Slam en su palmarés. Dos décadas después un tenista parece capacitado para poner fin al ciclo del big three. Federer, retirado; Nadal, lesionado; Djokovic, superado. Mucho mérito del español, pese a la evidente brecha de edad. El serbio no perdía en Londres desde 2017 y nadie había sido capaz de tumbarle en un major en este 2023, hasta ahora. El murciano, que retiene el número uno, parece dispuesto a abrir una nueva etapa en el tenis.

Un desempate crucial para Carlos Alcaraz

Dentro del envite, también fue un golpe el que lo decidió (casi) todo. Concretamente, un revés, un resto ganador, que decantó el desempate del segundo parcial a favor de Carlos Alcaraz. Hasta ese momento Djokovic sumaba 15 tiebreaks consecutivos ganados en Grand Slam. Un bálsamo para el español, que en esa segunda manga se encontró así mismo. Su derecha hirió y mentalmente estuvo a la altura, ajeno a lo que pasó hace apenas un mes en Roland Garros.

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De esa forma, sin miedo a aparecer por la red y asumiendo el riesgo al que siempre te lleva Djokovic, Carlos Alcaraz igualó la contienda. Antes, en el primer set, el veterano había impuesto sus normas. Deslizando sobre la hierba como nunca antes ningún tenista había hecho, el de Belgrado había asustado al novato con un 1-6 que recordó, en cierta manera, a aquel rosco que Federer le endosó a Nadal en la final de 2006.

Un juego interminable… pero vital

En la tercera manga Djokovic se desdibujó, quizás por el mazazo de ceder el desempate errores a los que no acostumbra. Alcaraz empezó a creer, logró pronto el break y guiado, por su primer servicio, se abrió paso hacia la ventaja. Por el camino, un juego aparentemente intrascendente ganó peso.

Carlos Alcaraz, durante Wimbledon.

Carlos Alcaraz, durante Wimbledon.

Con 3-1 arriba, el de El Palmar insistió en lograr otra rotura. Ambos se enzarzaron durante 26 minutos —solo 9 menos que todo el primer set—, hasta que el juego cayó del lado del español. Esto le permitió, a la postre, cerrar el acto (6-1) y empezar al servicio el cuarto parcial.

Una batalla a tumba abierta

La sensación es que al encuentro podía quedarle poco. Alcaraz estaba lanzado, pero Novak nunca muere. El serbio se tomó un respiro, marchó al vestuario y regresó renovado. Enganchó al público y volvió a erigirse en un muro infranqueable. Una al drive y otra al revés. Djokovic desplazó al murciano, que pese a sus 20 años sufrió. Y mucho. Hasta dos roturas logró ‘Nole’ para ganar (3-6) y forzar el quinto set.

Una vez más la inercia importó poco. Carlos, que yacía cabizbajo, saltó con chispa, magia y, sobre todo, temple. Demasiado para alguien de su edad. El murciano tiró dejadas en momentos de máxima tensión, ajeno a esa presión de la que en teoría nadie puede escapar. Tras salvar una bola de rotura, fue él quien en el tercer juego logró el break. Después lo confirmó en blanco con su servicio (3-1).

Alcaraz sostuvo la ventaja hasta cerrar su triunfo. Es el tercer tenista más joven de la historia en conquistar Wimbledon y se une a Santana, ‘Conchita’, Nadal y Muguruza, que ganaron en la catedral antes que él. Con solo 20 años, ya suma dos Grand Slam. Su carrera acaba de empezar, pero va rumbo de convertirse en leyenda.

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