Novak Djokovic
🎾 Tenis

Djokovic, los números del ‘GOAT’

Novak Djokovic ha pasado del infierno al cielo en solo doce meses. De ser deportado en Australia a alzar su décimo título en Melbourne. El domingo liberó esa presión con un mar de lágrimas en la grada de la Rod Laver Arena, rodeado por un equipo que defendió sus convicciones mientras la opinión pública le castigaba por su negativa a vacunarse contra el coronavirus. ‘Nole’ tapó el ruido en la pista, con su tenis. Cada vez es más difícil rebatir que el tenista de Belgrado es el mejor de la historia.

Nunca habrá unanimidad. Cada integrante del big three suma apoyos en el debate, con argumentos sólidos. Roger Federer fue una inspiración, un punto de inflexión en el tenis, con un estilo pulido —y exitoso— tan atractivo como único. Si el suizo ha sido designado como el favorito de la afición durante casi dos décadas de forma ininterrumpida será por algo. Rafael Nadal, rival y amigo a partes iguales del suizo, ha sido la imagen del tesón. La garra, el hombre de los récords sobre la arcilla que sobrevivió a las lesiones.

¿Y Djokovic? Le ha tocado ser el malo de la película, al menos en ciertos territorios. Por sus gestos en la pista, o simplemente por el hecho de ganarle el cara a cara a ambos. Nunca lo tuvo fácil. Su mejor baza son los números. Empieza a dominarlos todos. Y la sensación, por lo vislumbrado en el arranque de 2023, es que no se le resistirá ninguno cuando anuncie su retirada.

Con su triunfo frente a Tsitsipas, el serbio ha igualado los 22 Grand Slam de Nadal. De paso, ha recuperado el número uno del mundo. Nadie ha estado más semanas al frente del ranking ATP —acumula 373—, ni ha cerrado tantas temporadas en lo más alto (7).  Suyo también es el récord de puntos en un curso (17-785), cuando en 2015 cosechó once títulos. Esto son solo las migajas, porque su superioridad va más allá.

Djokovic es el único tenista que ha sido capaz de levantar los nueve Masters 1000. Encima, con la autoridad de haber repetido en todos ellos. Nadie ha ganado tantos títulos de esta categoría como él —37, uno más que Nadal—. Para colmo, también es más maestro que ninguno, con seis entorchados en las ATP Finals, otro de los eventos más distinguidos en el tenis.

La lista de logros es extensa, difícil de abarcar. Pero no puede esconderse que también es el tenista con mayor porcentaje de triunfos (83,50%) —ha ganado 1.043 de los 1.249 envites que ha disputado—. Y lo más significativo, a modo de recordatorio, domina el H2H con sus dos grandes oponentes.

El serbio tiene retos por delante. El pasado domingo se convirtió en el tenista en activo con más títulos en la Era Abierta —93, uno más que Rafa—. Por delante tiene a Jimmy Connors (109), Federer (103) e Ivan Lendl (94). La sensación es que todo está a su alcance.

Para ello tiene que respetarle el físico. La lesión de Djokovic en el isquiotibial era cierta. Su vendaje en el muslo izquierdo, necesario. Por mucho que solo sufriera contratiempos visibles frente a Dimitrov, ‘Nole’ convivió con el dolor durante sus dos semanas en Melbourne. El serbio ha anunciado que lo hará público para desacreditar a aquellos que lo pusieron en duda. Sea como fuera, la autoridad ejercida en los últimos meses —no pierde desde el 6 de noviembre ante Rune— vaticinan que su palmarés puede engordar rápido.

Con casi 36 años, Djokovic quiere sobrevivir a otra generación. El big three ha frustrado a muchas, pero el tenista de Belgrado promete amargar a los Alcaraz, Sinner o Rune un poco más. Su mayor enemigo en el último año ha sido el coronavirus, que de nuevo le apartará en 2023 en Indian Wells y Miami. Pero visto lo visto, no será un problema en sus aspiraciones. Djokovic va más allá de lo que nunca antes ha visto el tenis. El serbio se ha ganado a pulso ser el GOAT de este deporte. Es, simplemente, una pura cuestión de números.

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