Sebastian Korda
🎾 Tenis

EE.UU. fía su futuro Grand Slam a Korda tras poblar el ranking

El dominio de Estados Unidos como potencia mundial se ha trasladado siempre al deporte. El país domina casi todas las disciplinas, como bien demuestra cada cuatro años en los Juegos Olímpicos, el mejor baremo posible. En Tokio 2021, sin ir más lejos, sumó más medallas de oro, plata y bronce que cualquier otra nación. Sin embargo, su peso en algunos deportes como el tenis ha caído en los últimos años. Ahora, tras una etapa de transición, su bandera vuelve a ondear en el circuito.

Estados Unidos fue el país con más tenistas en los octavos de final del pasado Abierto de Australia, con nombres como Tommy Paul, JJ Wolf, Ben Shelton y Sebastian Korda. Cosecharon triunfos de mérito que han propiciado que en estos momentos EE. UU. sea, con quince hombres, el país más representado en el top 100 de la ATP. Una influencia en el circuito que no se veía desde que Sampras y Agassi ocuparon las dos primeras plazas de la clasificación en el año 2000 —hazaña que recientemente repitió España con Nadal y Alcaraz—.

La incógnita es si EE. UU. podrá traducir esa cantidad de nombres en títulos, como parece que hará Italia con Sinner o Musetti. En este momento sus dos máximos exponentes son Taylor Fritz —ocho del mundo y vigente campeón del Masters 1000 de Miami— y Francis Tiafoe. Ambos, con 25 años, han alcanzado, o están cerca, su techo. Son figuras preparadas para alcanzar las últimas rondas de los Grand Slam, pero incapaces, por nivel, de frenar a la generación que viene, encabezada por Alcaraz, Rune, Aliassime…

Ningún tenista estadounidense ha llamado tanto la atención como para erigirse en un McEnroe, Sampras, Agassi o Bilden. No obstante, sí se aprecian hombres capaces de asentarse en el circuito con vistas a pelear por los Masters 1000. Cuatro americanos figuran entre los quince más jóvenes del ranking ATP. Brooksby (20 años), Shelton (20) y Nakashima (21) han emergido recientemente. Sin embargo, el que apunta a tomar el testigo de John Isner y compañía es Sebastian Korda.

Korda, un talento capaz de todo

El estadounidense lleva el tenis en la sangre: su padre, Petr, ganó el Abierto de Australia hace 25 años; y su madre, Regina, fue jugadora profesional. Pese a todo, su hermana escogió el golf y él se decantó por el hockey sobre hielo. Korda no cambió su decisión hasta los nueve años, cuando vislumbró en la Arthur Ashe un duelo entre Stepanek, entrenado por su padre en aquel entonces, y Novak Djokovic.

En ese preciso momento decidió dedicarse al tenis. No le ha ido nada mal. En el circuito júnior ganó el Abierto de Australia y alcanzó la cima del ranking. Desde hace un tiempo está apadrinado por André Agassi, que sigue todos sus partidos. En el último Grand Slam, si no hubiese sido por una lesión de muñeca que le obligó a retirarse en su duelo frente a Khachanov, hubiese aspirado a más.

Es joven, con un tenis valiente y un talento descomunal. Debería explotar definitivamente en este 2023 hacia el top ten. Es, sin duda, la esperanza de EEUU, que no gana un major en el circuito masculino desde 2003, cuando lo consiguió Andy Roddick.

El tenis femenino, otro cantar para EE. UU.

Curiosamente, en el ranking WTA también figuran quince tenistas estadounidenses. Muchas de ellas, con capacidad y talento para ganar un Grand Slam. Desde que Serena Williams alzara el número 23 en el Abierto de Australia 2017, Sloane Stephens (US Open 2017) y Sofia Kenin (Abierto de Australia 2020) han sido las únicas capaces de levantar un major. Sin embargo, Pegula, Anisimova y Gauff están preparadas para alcanzar esas cotas.

Esta última irrumpió en el circuito con solo quince años. En marzo cumplirá 19, y está asentada en el top ten. EE. UU. de nuevo domina en cantidad. Ahora, es el momento de traducir su dulce momento en títulos. Sampras, Agassi, Serena… las comparaciones son odiosas, pero Gauff y Korda están llamados a elevar el nivel de los últimos años.

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