CRUYFF HOMENAJE BARÇA
⚽ Barcelona

El eterno legado de Johan Cruyff

El 24 de marzo es una fecha especial para el mundo del fútbol. Johan Cruyff falleció hace 8 años, lo que dejó a este deporte sin uno de sus mayores revolucionarios. Pese a ello, ni aquel maldito cáncer pudo borrar su legado. Sus mayores creyentes creen que, a fin de cuentas, abandonó el plano físico para trascender en el espiritual. No podía ser de otra manera para semejante carácter. Aún se palpa la influencia del neerlandés en miles de entrenadores y jugadores a lo largo de todo el mundo. El homenaje a Cruyff, por mucho que tenga un día reservado, se lleva a cabo cada vez que el balón rueda por el verde.

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🐐​ Cruyff, el mejor jugador europeo del siglo XX

Antes de que los banquillos alzasen su figura hasta límites insospechados, Johan Cruyff fue uno de los futbolistas más brillantes de la historia. Su Ajax, a inicios de los años 70, ejerció su posición de dominio en Europa con 3 Copas de Europa consecutivas. Ganó otros tantos Balones de Oro por el camino. Con su zancada elegante y su extraordinaria polivalencia, era el epicentro de aquel equipo legendario. Ahí estaba el germen del célebre fútbol total que se desarrolló con la selección de Países Bajos que llegó a la final del Mundial en 1974. Pese a su derrota ante Alemania, mostraron una nueva forma de jugar.

La calidad que tenía era tan grande como su carácter. Una de sus anécdotas más célebres es la mayor muestra de ello. Cruyff tenía un acuerdo de exclusividad con Puma, pero era Adidas la encargada de vestir a la selección Oranje. Para evitar llevar las icónicas tres bandas de la marca alemana, en su camiseta llevaba una menos. Esa genialidad dentro y fuera del campo revitalizó a un Barça que llevaba más de una década sin títulos. Desde el primer día, lo tuvo todo de cara para ser el mayor mito culé. Rechazó al Real Madrid para vestirse de blaugrana y asimiló la cultura catalana como pocos. Tanto fue así que llamó Jordi a su tercer hijo, ya que este nació a los meses de llegar a Barcelona. Su implicación social llegó hasta el punto de tener varios problemas con un franquismo que afrontaba sus últimos años. No había barcelonista que no amase a Cruyff.

​✨ Del genio en el verde al genio en el banquillo

La inteligencia que tuvo como futbolista invitaba a pensar en un futuro dorado como entrenador. Por ello, fue raro que comenzase como director deportivo del Ajax y no en el área técnica. No tardó mucho en resolverse este contratiempo, ya que terminó siendo el interino que reconduciría el rumbo del otro equipo de su vida. Solo tardó un año desde su retirada en ponerse al mando. El tener esa experiencia previa en los despachos y su indomable carácter le pusieron como el alfa y el omega del proyecto. Comenzó a cuidar la cantera, allá de dónde él salió, y apostó por crear un mismo esquema de juego para todas sus categorías. Todos jugarían al ataque y dentro de su célebre 1-3-4-3. Pese a que no culminase su proyecto en Ámsterdam (volvió a Barcelona en 1988), puso los cimientos de aquella generación dorada que ganó la última Champions del Ajax en 1995.

En su vuelta al Camp Nou quería hacer lo mismo, y esta vez sí lo consiguió. Su ‘Dream Team‘ fue todo lo que el barcelonismo soñaba. Aquel equipo sentó las bases de como se debía trabajar en el club, y actualmente es lo que sigue pesando. Cruyff es el estilo del que tanto hablan en Can Barça. Pese a ello, pudo ser muy diferente. Solo su mística le salvó de acabar despedido en los primeros años, ya que los resultados no acompañaron. Al menos, su travesía por el desierto fue provechosa. A principios de los 90, consiguieron ganar 4 ligas consecutivas y aquella Copa de Europa ante la Sampdoria en el viejo Wembley. El gol de Koeman culminó su visionaria idea.

BARÇA CRUYFF DREAM TEAM

Los 11 futbolistas que ganaron la primera Copa de Europa del Barça personificaron el proceso al que dio forma Cruyff en el banquillo.

Bakero, Ferrer o Stoichkov son algunos de los jugadores más recordados de aquel grupo. Pero, entre todos, hay un nombre que ha mantenido vivo el cruyffismo. Pep Guardiola era el epicentro de aquel ‘Dream Team, y el fútbol le colocó como el que supo empaparse más y mejor de las enseñanzas de su maestro. Si Rinus Michels fue su mentor, Cruyff fue el del ahora técnico del Manchester City. Al igual que el neerlandés, Guardiola supo adaptar las ideas de su predecesor a la actualidad. Del 1-3-4-3 se pasó al 1-4-3-3 sin perder la esencia que los unió. Y, como la historia de la táctica en el fútbol es circular, seguramente se repita en el futuro. Para alegría de los más devotos del Barça, esa filosofía sirve como cimientos de lo que está por venir.

🖤 El cáncer de pulmón se llevó demasiado pronto a Cruyff

Desde que le detectaron aquel dichoso cáncer de pulmón, Cruyff peleó con el carácter que le acompañó siempre. No se había puesto de rodillas ante nada ni ante nadie, por lo que rendirse hubiese supuesto una traición a todo lo que fue. Por desgracia, la enfermedad no tuvo piedad con él. El 24 de marzo de 2016, en su querida Barcelona, el genio dejó huérfano al fútbol. Los colores se quedaron a un lado para despedirle. Fue uno de los más grandes con el balón en los pies, y se encumbró aún más en los banquillos. Logró ser un visionario en el verde, en la zona técnica y en cualquier otro sitio. Nadie consiguió tanto en tantas facetas distintas.

Hasta el paso de los años, ese mal que erosiona todo, se ha rendido ante Cruyff. En vez de menguar, su legado ha aumentado. Siempre será un innovador pese a que su ‘Dream Team‘ jugó hace tres décadas, y siempre será ese punto al que volver cuando las dudas se adueñen del discurso. De su filosofía han bebido todos, y así seguirá. Por ello, su homenaje es tan grande como lo que supuso su figura. Lejos del 24 de marzo, a Cruyff se le recuerda cada vez que se juega un partido o se piensa en el mismo fútbol. Plantó la semilla que ahora regamos entre todos. Y es que, seguramente, él lo supo antes. Solo queda mandarle las gracias allá dónde quiera que esté. Su «salid y disfrutad» es mucho más que una frase. Que la eternidad que se ganó con el balón le guarde.

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