El bajón competitivo de Robert resulta tan evidente esta 2023/2024 como que su colmillo es y será oro para el Barça mientras que sus compañeros le acerquen al área. Contribuyó mucho hoy la expulsión de Mamardashvili cuando el Valencia estaba más cómodo en el partido, con el 1-2 el en luminoso, pero tampoco marcó uno ni dos goles de empujar. Lewandowski se llevó el balón a casa al anotar un hat-trick en jugadas a balón parado en los segundos 45 minutos para remontar un duelo que comenzó bien, se torció por la fragilidad defensiva y terminó (4-2) con final agridulce. Más goles que sensaciones, suficientes para acercase al objetivo de ser segundos y, con ello, clasificarse para la próxima Supercopa de España.
😮💨 El Valencia mostró las costuras del Barça
El primer tiempo sirvió para demostrar que la posesión y el tiempo de juego en campo contrario no son sinónimos de dominio. Los de Xavi se toparon con ese Valencia compacto, en un 1-4-4-2 estrecho que dificultó que los culés fluyesen por dentro. Aun así, Fermín López hizo gala una vez más de su buen remate de cabeza y su peligrosidad cuando pisa el área rival, tras un buen centro de Raphinha desde el flanco izquierdo. Lo más difícil parecía hecho, pero el partido enloqueció. Los azulgrana arriesgaron en lo posicional, con un teórico 1-4-3-3 que, en realidad, era 1-3-2-5 para tratar de dificultar, con superioridad numérica en la última línea, la defensa zonal de los de Baraja en su partido número 50 como técnico che.
Eso expuso mucho a los zagueros, que sufrieron las acometidas de Hugo Duro y Peter Federico, dos canteranos del Real Madrid. En asociación entre ambos o con simples envíos directos lejanos de Mamardashvili y de los defensores del Valencia. Avisó el ‘9’ tras un centro del extremo desde línea de fondo y el propio Peter perdonó en un mano a mano tras ganarle la espalda a Cubarsí, pero a la tercera fue a la vencida y Hugo Duro aprovechó un error con balón de Ter Stegen para empatar la contienda. Los visitantes se lo creyeron y Federico selló su gran primer tiempo con una acción que resucitaba los fantasmas de Ronald Araújo. En otro uno contra uno frente a Marc André, Araújo apareció pasado de revoluciones y cometió un penalti, sin expulsión esta vez por el cambio y la retirada del doble castigo en estos casos en el reglamento, que Pepelu canjearía con el 1-2.
Ante el poblado entramado defensivo valencianista, el Barça asumió que debía llevar el balón en ventaja a Cancelo y Yamal, sus extremos en fase ofensiva, para poder amenazar al meta georgiano. João, bastante controlado por Thierry Correia, puso a prueba a Giorgi con un disparo potente al primer palo y este respondió. Mientras tanto, Lamine creció, retó a un Jesús Vázquez que fue titular ante la baja de Gayà y sacó premió finalmente cuando le robó el cuero a Mamardashvili. Un mal control condenó al guardameta del Valencia y el brazo, al cortar fuera del área un balón dividido con Yamal, provocó su expulsión.
🤫 ¿Lewandowski no estaba para retirarse?
Así llegamos al descanso, en el que Xavi movió ficha. Pau Cubarsí, amonestado, laxo en las vigilancias y sobrepasado por los ataques directos del Valencia, dejó su lugar a Iñigo Martínez. Y Christensen hizo lo propio para dar entrada a Sergi Roberto. Entonces, los veteranos curtidos juntos en Dortmund aparecieron al rescate un día más, con el balón parado ofensivo de nuevo como aliado como ya sucedió en París y en la trágica visita al Santiago Bernabéu.
Gündoğan la puso con música cerrada al primer paso y Lewandowski, tras un primer acto anodino, se sacó una peinada excepcional para batir al recién ingresado Jaume Doménech. Fue André Almeida el damnificado, dejando a Duro como referencia solitaria (1-4-4-1). Y aunque el Valencia reclamó un fuera de juego posicional de Fermín en dicha acción, que el VAR revisó sin contradecir la decisión del árbitro principal, el 2-2 subió al marcador.
El Valencia se jugó todas sus cartas en mantener la solidez defensiva y, con ella, ese valioso 2-2 dadas las circunstancias, pero aquello tenía demasiado riesgo en la casa de Robert. Baraja apostó por Guillamón y Cenk, en una defensa cada vez más poblada y encerrada, junto a las piernas de Alberto Marí y Sergi Canós en detrimento de unos fatigados Diego López y Hugo Duro. Por su parte, Xavi introdujo a João Félix donde Raphinha, a Ferran Torres donde Cancelo y a Pedri por Fermín, para iniciar los ataques desde la base y cortar otro mano a mano, asistencia mediante de un Peter Federico desbocado, en el que se le hizo de noche a Diego López antes de ser sustituido.
Realmente, el que cambió el encuentro, expulsión de Mamardashvili aparte, fue Robert Lewandowski en varias jugadas aisladas, pese al buen partido de Yarek y Mosquera como centrales. El polaco se echó al Barça a la espalda, entró más en el juego de apoyos, amenazó con varios disparos de media distancia y, por insistencia, marcó también el 3-2 tras una mala salida de Jaume y el 4-2 de libre directo. De este modo alcanza los 16 tantos y se queda a tres de Artem Dovbyk, pichichi provisional de la liga. El Barça, por su parte, recupera la segunda plaza en la antesala del enfrentamiento directo ante el Girona. Y el Valencia, sin premio y con sensación de oportunidad perdida, dormirá octavo, a dos puntos del Betis, pero con el Villarreal al acecho.