Según GlobalData, una empresa de análisis y gestión de datos, el Mundial de fútbol femenino que se desarrollará desde el próximo día 20 en Australia y Nueva Zelanda conseguirá unos 308 millones de dólares en ingresos por patrocinio.
Por supuesto, esta cantidad equivale a menos de la cuarta parte de los más de 1.300 millones de dólares que alcanzó el reciente Mundial de Catar 2022. No obstante, se suma al amplio número de indicadores que señalan que, aunque la distancia es aún más que considerable, el “gap” entre el fútbol masculino y el femenino se va acortando.
Un buen ejemplo de patrocinio activo para el Mundial femenino
Sobre todo, el importe obtenido le da motivos a la FIFA para darse con un canto en los dientes, dados los importantes problemas que ha tenido que solventar respecto del patrocinio del Mundial femenino a lo largo de los últimos meses.
El propio Presidente de la asociación, Gianni Infantino, no se recató al criticar públicamente que las cadenas televisivas —sobre todo—, pero también las marcas patrocinadoras potenciales, estuvieran planteando ofertas que se hallaban muy lejos de reflejar de manera correcta el valor actual del fútbol femenino, en general, y del Mundial, en particular.
El panorama pareció aclarársele a la FIFA desde el punto de vista económico cuando estuvo a punto de cerrar un acuerdo global de patrocinio con Visit Saudi, es decir, la agencia estatal de turismo de… Arabia Saudita.
Un tsunami de críticas
Nunca lo hiciera. La posibilidad de que un Mundial femenino contara como patrocinador principal con una empresa pública de un país que no se caracteriza precisamente por su compromiso en materia de defensa de los derechos de las mujeres levantó de inmediato una densa polvareda de protestas.
Las Federaciones de Fútbol de Australia y de Nueva Zelanda declararon de inmediato estar “alarmadas”, “conmocionadas”, “decepcionadas” y en estado de “shock” ante la posibilidad de que se llevara a cabo un acuerdo semejante y sobre el que, además, no habían sido siquiera informadas previamente.
En cuanto a las deportistas, el sindicato de futbolistas de Australia, por citar solo una entidad, se sumó también a las críticas; y jugadoras muy populares, como Alex Morgan (San Diego Wave) y Vivianne Miedema (Arsenal), calificaron el posible acuerdo de “extravagante” y “vergonzoso”, respectivamente.
Por consiguiente, la FIFA tuvo que echar marcha atrás rápidamente, si bien Infantino, fiel a su habitual actitud de “sostenella y no enmendalla”, dijo que, “como no se ha firmado un contrato, no hay tampoco un problema”; calificó el asunto de una “tormenta en un vaso de agua”, y remachó con que “por nuestra parte, no habría nada de malo en conseguir patrocinios de Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Brasil o la India”.
Finalmente, una buena cartera de patrocinadores
En todo caso, los problemas a la hora de garantizar un patrocinio suficiente obligaron a la FIFA a cambiar de estrategia, lo que finalmente ha sido algo así como hacer virtud de la necesidad.
Hasta ahora, la asociación había negociado siempre un paquete conjunto para los Mundiales masculino y femenino. Ahora, ha decidido gestionar el patrocinio de ambos torneos por separado; y este cambio, aunque más trabajoso e incierto, le ha permitido finalmente suscribir contratos de patrocinio con cerca de 20 marcas para el próximo torneo femenino.
Jake Kemp, analista deportivo de GlobalData, ha comentado al respecto que, “dado el auge del fútbol femenino, es un momento ideal para que la FIFA haya dividido los derechos comerciales de sus competiciones, puesto que hay más marcas que nunca decididas a asociarse con el fútbol femenino”.
En otras palabras, esto viene a sugerir, seguramente de manera acertada, que es más inteligente gestionar con los patrocinadores potenciales las especificidades positivas del fútbol femenino, que no son pocas, en lugar de desaprovecharlas y diluirlas desfavorablemente bajo el paraguas, engañosamente protector, del fútbol masculino.
La cartera que ha conseguido finalmente la FIFA es, por añadidura, más que presentable en cuanto a notoriedad y extensión internacional de las marcas. La integran VISA (EE.UU.) y Xero (Nueva Zelanda) como “partners”; Budweiser (EE.UU.), Globant (Argentina), Unilever (Reino Unido), McDonalds (EE.UU.) y China Mengniu Dairy como “sponsors”; y Commonwealth Bank of Australia, Jacob’s Creek (Australia), Inter Rapidísimo (Colombia), Cisco (EE.UU.), Team Global Express (Australia), Frito-Lay (EE.UU.), TAB (Australia), Optus (Australia) y Yadea (China) como “supporters”, amén de la colaboración de Tik Tok (China).
