El Corinthians brasileño ha llegado a un acuerdo con la casa de apuesta Vaidebet para que esta se convierta en su principal patrocinador. El contrato, por tres años, ascenderá a un total de 70 millones de euros y se aplicará no solo al equipo masculino de fútbol, sino también al femenino, así como a los de baloncesto y fútbol sala.
Además, Vaidebet pagará a otra casa de apuestas, Pixbet, la multa de 3,8 millones de euros que el Corinthians le ha de satisfacer por haber roto unilateralmente el acuerdo al que había llegado con ella el anterior presidente del club, Duilio Monteiro Alves.
En efecto, el nuevo mandatario del equipo de São Paulo, Augusto Melo, que fue elegido el pasado 2 de enero, se ha estrenado en el cargo rompiendo el acuerdo con Pixbet y firmando uno nuevo con Vaidebet.
Ha preferido así los 70 millones de euros por tres años de Vaidebet a los 56 millones por dos ejercicios que ofrecía Pixbet. Quizá las cifras le den la razón, porque lo que ha suscrito con su nuevo espónsor supone el mayor contrato de patrocinio en la historia del fútbol brasileño.
📜 Una nueva Ley de Apuestas
Aunque la relación no es directamente de causa a efecto, no se puede separar el acuerdo histórico del Corinthians del hecho de que la repetidamente postergada Ley de Apuestas del país recibiera por fin el placet del Cámara de Diputados el pasado 21 de diciembre; y de que el presidente la nación, Lula Da Silva, la ratificara el 30 de ese mismo mes.
Esta ratificación parece ser el final de un largo culebrón que se ha extendido a lo largo de cinco años. La norma empezó a ver la luz en diciembre de 2018 en tiempos del presidente Michel Temer, militante del centrista Movimiento Democrático Brasileño. Sin embargo, su sucesor, el polémico y ultraconservador —por decirlo suavemente— Jair Bolsonaro, decidió no firmarla el pasado año para dar satisfacción a las organizaciones católicas que se oponían a su aprobación.
A continuación, una vez que reemplazó a Bolsonaro en 2022, Lula Da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, encargó una revisión profunda del texto legal, que dio lugar a unas 100 enmiendas del original. Esta versión fue revisada por diversas Comisiones del Senado el pasado mes de septiembre y su resultado es el que ha recibido finalmente aprobación hace unas semanas.
Corinthians ha hecho historia con su nuevo contrato de patrocinio.
💰 Una fuente de ingresos fiscales
Conviene aclarar que hay suficientes síntomas como para pensar que no han sido precisamente consideraciones morales o evaluaciones de salud pública las que han motivado de manera prioritaria las modificaciones impuestas al texto original que ha hecho posible su ratificación. La Ley ha sido ahora aprobada fundamental y simplemente porque proporcionará importantes ganancias a las arcas del Estado.
Entre impuestos sobre los beneficios de los apostantes y de las empresas de juego, y el coste de las licencias para que estas puedan operar en el país, se estima que el Gobierno de Lula estima ingresará unos 550 millones de euros al año.
Además, para obtener licencia, las casas de apuestas deberán tener sede en el país, contar con un tutor legal también nacional e incorporar a su Consejo de Administración un accionistas brasileño que posea al menos un 20% de las acciones de la empresa. Por ejemplo y no por casualidad, la matriz de Vaidebet tiene sede en el paraíso fiscal de Curazao. Pero crear una filial brasileña y cumplir con esos requisitos no parece que sea algo que le deba romper la cabeza a cualquier buen despacho de abogados.
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🤝 Nuevos acuerdos como el de Corinthians
El caso es que, al calor de la luz verde que ha recibido la Ley de Apuestas, han empezado a desgranarse otros acuerdos semejantes al que ya une a Corinthians y Vaidebet, aunque no resulten tan lucrativos.
Por ejemplo, poco antes de la firma de este último contrato, el Flamengo llegó a un acuerdo con Pixbet, la casa de apuestas desairada por el Corinthians, para extender su relación de patrocinio durante los dos próximos ejercicios a razón de 78 millones de euros anuales. De hecho, el club lo anunció como el récord histórico del fútbol brasileño, pero la marca le duró poco, pues fue batida por el equipo de São Paulo solo cinco días después.
A su vez, el Juventude, de la Serie B, acaba de firmar uno con Stake.com, que también es patrocinador el Everton inglés.
Eso sí, no todos los nuevos acuerdos son con casas de apuestas. Verbigracia, el Atlético Mineiro ha renovado el que le liga con la constructora brasileña ABC da Construção, que también patrocina al Flamengo y al São Paulo desde 2021. Y la empresa dental Neodent ha renovado sus acuerdos con el Athletico Paranaense y el Coritiba.
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🤑 Más de 180 millones de euros anuales
Sin embargo, no hay que engañarse: la parte del león se la llevan las casas de apuestas. A finales del pasado año, solo uno de los 40 clubes brasileños de las dos primeras divisiones del país —el modesto y joven Cuiabá, de la Serie A— no tenía algún acuerdo género de patrocinio con casas de apuestas.
Aunque es difícil calcularlo con exactitud, por las frecuentes cláusulas de confidencialidad que incluyen los contratos, se estima que estos patrocinios proporcionan al fútbol brasileño no menos de 180 millones de euros al año. Pero esta cifra es resultado de una encuesta, por lo que se puede suponer que su fiabilidad es limitada y probablemente la cantidad esté infravalorada.
Entretanto, el Corinthians presume de récord. Su nuevo presidente se ha apresurado a declarar que “estamos muy contentos de traer al club el mayor patrocinio de la historia del fútbol brasileño”. Y ha añadido significativamente que “nadie puede pensar en pequeño en este club; poco a poco iremos recuperando la credibilidad«.
Seguramente, esta última y significativa profecía tiene que ver con el hecho inquietante de que el equipo, ganador de siete Brasileirãos, no ha ganado el campeonato desde hace seis años; y el año pasado acabó el 13º, es decir, justo por debajo del Cuiabá y más cerca de la cola que de la cabeza de la Serie A.
