La gala del Balón de Oro 2023 pasó a la historia. Leo Messi ganó su octavo galardón y agrandó más un palmarés que parece inalcanzable. La diferencia respecto a las anteriores ocasiones no está solo en el número, sino en que es el primero que gana un jugador de la MLS. Si bien llega por el excepcional Mundial que hizo el argentino, gran parte de esos beneficios van a repercutir en la liga norteamericana. Con todos los ojos del fútbol mirando al mismo punto, una teórica competición para jugadores semiretirados ha dado un golpe sobre la mesa. Porque el premio no habrá llegado por el desempeño de Messi en Miami, pero sí es un impulso que anticipa lo que puede llegar a ser el soccer en Estados Unidos.
🔟 Messi, el principio de una nueva era
Toda la parafernalia del Balón de Oro es lo que quería la MLS. Desde que David Beckham apostase por formar el Inter de Miami, era evidente la apuesta de la competición por remarcar su crecimiento. Y es que, hasta el momento, la liga funcionaba como una buena forma para atraer talento joven, principalmente sudamericano, y darle los últimos días de gloria a jugadores contrastados en el fútbol europeo. La llegada de alguien como Messi es un golpe sobre la mesa, pues todos los focos que le siguen son los que enfocando también a la MLS. Este premio puede funcionar como una bisagra hacia el futuro.
No hay más que ver la enorme delegación del Inter de Miami que viajó hasta París. Hasta David Beckham fue el que introdujo a Leo Messi antes de darle el galardón. Más que un premio para el rosarino, es uno al trabajo bien hecho de toda la MLS. Dentro de su crecimiento paulatino, todos los clubes pusieron su grano de arena para pagar el sueldo del que ahora es ocho veces Balón de Oro. Sabían que, si bien era tirarse piedras a su propio tejado en el corto plazo, en el largo podría atraer más futbolistas así. «Hoy por ti y mañana por mí», debieron pensar. Este galardón marca el final de una era para dar paso a la siguiente.
🌟 Las grandes estrellas de hoy traerán al talento de mañana
Por recalcarlo, no es que la MLS vaya corta de jóvenes talentos. Pese a ello, saben que la liga es más un trampolín que algo que pueda ayudar a su desarrollo en el futuro. Llegan, mejoran y se marchan a jugar en competiciones más potentes. El foco, por tanto, debían cambiarlo. Subir el suelo competitivo de la MLS se antojaba vital para que la liga aumentase en interés, pudiendo subirse a ese bucle de beneficios tan buscado en el fútbol. A cuantos más focos, más dinero, y eso solo conduce a los mejores jugadores y a la atención mediática que arrastran. Messi es el primer futbolista que gana el Balón de Oro siendo jugador de la liga profesional estadounidense de soccer. No lo han creado ellos, pero sí absorben su atención.
Con Messi en la liga, ya no será tan fácil para esos jóvenes talentos el marcharse. A final de cuentas, juegan en la misma competición que el Balón de Oro. Si el sueldo es bueno y deportivamente hay proyecto, empezar a llamar soccer al fútbol no suena tan mal. Además, poco a poco van ganando peso en la cultura popular. Ya tienen acuerdos multimillonarios con grandes empresas como Apple, y las grandes estrellas norteamericanas se están dejando ver en los estadios. No pueden competir aún con las otras grandes ligas estadounidenses, pero ya están ahí. Si no fuese así, nadie se hubiese acercado a ver el debut de Messi con el Inter de Miami.
🔜 Con el Mundial en el horizonte… ¿ahora qué?
La inversión que está experimentando el fútbol en Estados Unidos es un hecho. Messi, aunque ahora sea lo que más brilla con su Balón de Oro, es solamente la punta del iceberg de un plan que quiere acercar su soccer al del Viejo Continente. Y esta fase del plan, ya que tienen la atención del mundo por lo que hace el astro argentino, finalizará para 2026. Junto a Canadá y México, Estados Unidos va a ser la anfitriona del próximo Mundial. Esto supondrá una evidente mejora de la infraestructura y ayudará a limar esos detalles en los que hay tanta diferencia respecto a las grandes ligas europeas. La Copa del Mundo, así como el fichaje de Messi, marcarán el inicio del siguiente paso.
Lo más potente de toda esta estrategia es que ellos saben perfectamente donde están y hacia donde quieren ir. Puede parecer ridículo, pero es vital conocer la posición de la liga. La MLS es consciente de que aún está muy lejos de comer en la misma mesa que las grandes ligas europeas. Y es que, actualmente, no se plantean disputarse nada contra esos gigantes. Por ello, Messi es solo un paso más del plan. El Mundial solamente es el siguiente. Van poco a poco. Es tentador soñar con un futuro dorado en el que fichajes como el del actual Balón de Oro sean la norma y no la excepción, aunque no se puede llegar hasta ahí sin recorrer el camino. Comenzaron con Beckham, siguieron con Ibrahimović y ahora lo hacen junto a Messi. La MLS, antes de competir contra nadie, quiere tener los cimientos más sólidos posibles.