España - Georgia - Eurocopa
⚽ EURO 2024

Lamine y Nico sacan a España del lío y meten miedo a Alemania

Empezó la hora de la verdad y España ha confirmado su estatus de candidatísima a esta Eurocopa. ‘La Roja’ ya está en cuartos de final tras eliminar, no sin bastantes dificultades, a la primeriza Georgia (4-1). El combinado de Luis de la Fuente sufrió las paradas de Mamardashvili, las carreras de Kvaratskhelia y el primer marcador en contra del torneo, pero sacó todo su carácter y repertorio activo para darle la vuelta al choque y acabar goleando. Lo hizo a través de Rodri y Fabián, esperable, pero especialmente mediante Lamine Yamal y Nico Williams. La selección juega y responde a lo que quieren estos dos extremos de 16 y 21 años, respectivamente. Son la nota diferencial a la sinfonía que España intenta montar a través del balón. En un día más espeso que de costumbre con la pelota, el combinado nacional buscó con más ahínco sus chicos en las bandas. Casi todo se originó de la inspiración de estos dos chavales que se han saltado todos los linajes y que están liderando a esta España que también ilusiona en los días más difíciles. En cuanto a juego, ningún país ha mostrado más fútbol que el combinado español. El siguiente hueso será, nada más ni nada menos, que Alemania. En su casa. Pero ojo, que tiemblen porque España va a por todas.

💪 Rodri tumbó la rebelión ordenada de Georgia

España fue la titular y volvió el equipo de los extremos, del control de Rodri, Pedri y Fabián y de la intensidad de Carvajal y Cucurella. Georgia se plantó con lo esperado —y casi obligado— 1-5-3-2 estrecho, dejando a Kvaratskhelia y Mikautadze como únicos hombres libres para lanzar contragolpes. ‘La Roja’ abrió el juego a las bandas para romper el orden georgiano. Avisó Pedri con un centro raso de Carvajal que el canario remató lanzándose al suelo estirando su pierna a todo lo que daba. Se esperaba un asedio de España y lo hubo en los primeros compases con seis saques de esquina en 15 minutos, uno rematado con acierto por Carvajal obligando a intervenir a Mamardashvili. Pudieron ser siete, pero el árbitro se tragó un rebote georgiano tras un intento de cabezazo de Laporte.

Nico Williams - España - Eurocopa

Nico Williams conduce el balón en el encuentro ante Georgia.

La selección venía de hacer una fase de grupos perfecta, con tres victorias, cinco goles a favor y ninguno en contra, pero eso no es seguro de nada a la hora de la verdad. Kvaratskhelia sacó su magia en la primera pelota que recibió en condiciones, descargó a Mikautadze mientras se desplegaba Georgia por la derecha y Le Normand despejó hacia su propia portería un centro de Kakabadze. Primer gol en contra para España, de un jugador español y ante un rival tremendamente incómodo. Giro de guion inesperado. El equipo de Luis de la Fuente no cambió su discurso, evidentemente, pero las piernas comenzaron a ir más rápido que la cabeza. España enlazó varios pases erróneos que animaron a Georgia a correr ante el desordenado repliegue español, que vislumbró por instantes el abismo.

 

Todavía no se había cruzado el umbral de la media hora de juego y el ritmo de partido era de pleno minuto 90. Ante una Georgia encerrada y convertida en un frontón, el balcón del área y el tiro exterior fueron las armas más efectivas de España. Y ahí el conjunto español tiene al mejor: Rodri. El centrocampista del Manchester City es un especialista cuando el balón quema y se convierte en un ninja para entrar inadvertido al remate desde atrás. Sin estar haciendo el mejor partido posible, España volvió a tener la pausa suficiente para buscar la basculación defensiva de Georgia. La jugada empezó por el centro, viró a la izquierda con Nico y el del Athletic devolvió un balón tenso a la frontal para Rodri, que deleitó a toda Europa con un control sensacional y un disparo no más brillante para poner la calma en los corazones españoles. La selección consiguió empatar antes del descanso y en su noveno remate desde fuera del área. España remató 17 veces por dos de Georgia primer tiempo. 15 tiros de diferencia, el mayor decalaje entre dos equipos al descanso desde al menos 1980, junto a un Países Bajos contra Letonia en 2004. Sin embargo, el resultado era de 1-1.

😱 La España de Lamine y Nico asusta

La segunda mitad empezó con la misma tónica, aunque sin tener la losa de ir por detrás en el marcador. España volvió a entregarle el balón, ahora con más criterio y espacios, a Lamine, que con sus 16 años, parece increíble, volvió a ser un jugador determinante. El extremo del Barça estuvo siempre atento para recibir, descargar y, sobre todo, regatear. Y no por ser el más joven de todos, también del torneo, tiene menos peso en el equipo. Fue el encargado de plantar el balón en el césped para ejecutar una falta que el mismo forzó con uno de sus diabólicos eslalones. Mamardashvili salvó la papeleta tras un lanzamiento del adolescente fuertísimo al palo que defendía el guardameta del Valencia, pero, en la acción posterior, el mismo Lamine recibió cerca de la banda derecha y puso un centro medido para la cabeza de Fabían, que remató solo al segundo palo para adelantar a los de Luis de la Fuente. Si ante Croacia fue Carvajal el beneficiado de los regalos de Lamine, esta vez fue el turno para el sevillano.

 

Si una cosa tiene esta España es variedad en sus ataques. Bien puede generar peligro con un pase entre líneas, que con un contragolpe o con centros laterales. Con el marcador a favor, el conjunto español pisó con más seguridad y siguió generando, casi siempre a través de Nico y Lamine. Precisamente, el futbolista del Athletic sentenció el choque con una carrera lanzada por Fabián a toda velocidad que cogió a Georgia desorganizada. El pequeño de los Williams hizo lo que quiso con Gvelesiani y definió potente ante Mamardashvili. Asistió, marcó y completó con acierto todos sus pases (46/46). Ahí es nada. Al otro, al jugador del Barça, solo le faltó el tanto para firmar un partido excelso. Y no será por la calidad de las ocasiones que tuvo. Sería demasiado si marcara todo lo que genera, que es mucho.

El que sí vio portería fue Dani Olmo, el mejor junto a Ferran de la unidad B ante Albania, y directamente el principal ‘damnificado’ de la explosión de talento español por las bandas. Entró por un desacertado Pedri. No obstante, el catalán dejó un bonito tanto bajo la lluvia de Colonia con un remate ajustado desde la frontal del área. España acabó gustándose. Esta es la primera victoria de la selección en un mata-mata de un gran torneo en 90 minutos desde el 4-0 en la final de la Eurocopa 2012 ante Italia. Han pasado 12 años desde aquel partido y, visto lo visto, este es el equipo español que más ilusiona desde entonces.

Ya no hay discusiones de porteros, defensas y falsos delanteros. Esta España tiene hambre y, tras superar el típico susto, sueña con argumentos de peso en ganar la cuarta Eurocopa de su historia. 

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