Lamine Yamal Nasraoui Ebana se ha convertido en estrella del fútbol. Antes de tener permiso para conducir; previo a elegir una salida universitaria con la que labrar su futuro más allá del balón. Nacido en Esplugues de Llobregat, Barcelona, y criado en Rocafonda, barrio obrero y multicultural de Mataró, Lamine es más que un futbolista: es un símbolo de avance, de futuro y de esperanza. Aunque su infancia no fue fácil, su adolescencia parece estar sacada de un cuento de Disney. Su vida está llena de fútbol y, por supuesto, de récords, ya que siendo todavía adolescente está destacando en el mundo profesional.
Ni el propio Xavi Hernández podía imaginar todo lo que ha venido después cuando le hizo debutar con el Barça en el Camp Nou frente al Betis un 29 de abril de 2023, con 15 años, 9 meses y 16 días. Ese día fue noticia y comenzó a establecer récords de precocidad. Poco más de un año después, su figura no ha parado de crecer y su nombre se sigue escribiendo en los libros de historia. Su última barbaridad fue crear una obra de arte en forma de gol en el partido de semifinales entre España y Francia de la Eurocopa de Alemania. Lamine Yamal está en boca de todos. Es superior a todos. Al menos con su edad.
El ‘viejo’ método de De la Fuente que catapulta a España en la Eurocopa
😎 Lamine Yamal se adelanta a todas las estrellas del fútbol
Sus movimientos en el terreno de juego parecen normales, pero no lo son. No para un niño que está a un año de cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, Lamine parece tener una forma distinta de medir el tiempo, ya que su crecimiento, aunque rápido, se puede considerar orgánico. El extremo español ha jugado esta temporada 50 partidos con el Barça y 14 con la selección española. Ha marcado 10 goles y dado 17 asistencias entre todas las competiciones. Para algunos es algo inaudito. «A los 16 años todavía no tenía las condiciones físicas para entrenar con profesionales, jugar consistentemente y mantenerme en ese nivel», dijo Jamal Musiala en referencia a la estrella del Barça. El alemán, de 21 años, es una de las grandes promesas del fútbol mundial. No obstante, a la edad de Lamine, considera todavía no estaba preparado. Es normal.
Que cada uno haga la reflexión interior de preguntarse qué hacía con 16 o 17 años. Lamine es capaz de coger el balón al borde del área, hacer una finta para deshacerse de su marcador y lanzar desde 25 metros un disparo sublime a la escuadra a 102 kilómetros por hora. El gol ante Francia que ya forma parte de la memoria colectiva de todos. Lo transformó con 16 años, 11 meses y 28 días. Ni Di Stéfano, ni Pelé, ni Cruyff, ni Maradona, ni Zidane, ni Cristiano Ronaldo, ni siquiera Messi brillaron tan pronto en un gran torneo como Lamine, que también lleva tres asistencias. El único que se le acerca es el brasileño Pelé. El Santos lo hizo debutar un mes antes de cumplir los 16 en un amistoso ante el Corinthians, pero su primer partido oficial lo jugó el 26 de abril de 1957, con 16 años, 6 meses y 3 días.
Pele fue la estrella con Brasil del Mundial de 1958.
Poco después, con 16 años, 8 meses y 14 días, jugó su primer partido con Brasil ante Argentina y marcó. No obstante, el encuentro fue considerado como un amistoso. Su explosión llegó un año después en el Mundial de Suecia de 1958. El 15 de junio, ante la URSS, con 17 años, 7 meses y 20 días, marcó el primero de los seis tantos en el torneo para conducir a Brasil a ganar la Copa del Mundo y empezar a escribir su leyenda. Yamal parece que está escribiendo en el Antiguo Testamento, si lo comparamos con otros futbolistas que también han dejado su huella en el fútbol. El propio tiempo, algo que parece jugar a favor de Lamine, dictará si está a la altura de las leyendas de este deporte. De momento, su irrupción supera todo lo documentado hasta el momento.
📈 Lamine y su don para normalizar lo que es antinatural
Desde sus primeros pasos en el fútbol hasta su ascenso meteórico en el Barça y en la selección, Lamine Yamal ha demostrado una dedicación y unas habilidades extraordinarias. Actúa y se divierte como un chico de su edad, pero en el campo su capacidad para tomar buenas decisiones en situaciones de alta presión lo elevan como un jugador excepcional. El Barça le protegió enseguida y le acogió en La Masia para que se centrara en los estudios y en el fútbol. Él mismo ha dicho que, aparte de su familia, solo tiene dos amigos de confianza. Pese a su juventud, posee la madurez y la mentalidad necesaria para progresar en el fútbol de alto nivel.
Lamine Yamal celebra un gol con la camiseta del Barça.
Yamal se pica con sus compañeros y rivales para mejorar. Siempre tiene entre ceja y ceja lo que tiene que hacer para avanzar y llevar a su equipo a la victoria. Además, nunca se esconde. Incluso está siendo uno de los lanzadores de faltas habituales en la selección en la Eurocopa. Lo que demuestra que no es una promesa; es una realidad. Incluso con amagos de liderazgo. Sus bailes tiktokeros y sus brackets en los dientes pueden engañar. Sus números no. Y estos indican el inicio de una carrera que podría definir una era en el fútbol.
Con cada partido, Lamine Yamal continúa escribiendo su propia historia. Para él y para los demás, ya que es una fuente de inspiración para sus compañeros, amigos, vecinos y para la sociedad española. Aunque pudo elegir jugar para Marruecos, no tuvo dudas en elegir representar España. Lo lleva haciendo desde las categorías inferiores. A una velocidad, como no, supersónica. Tan solo jugó 21 partidos desde la sub-15 a la sub-19 antes de hacer su debut con la absoluta. Todo entre los 14 y los 16 años. Ahora, con 17 años recién cumplidos, es uno de los motivos más ilusionantes que invitan a España a soñar con su cuarta Eurocopa de selecciones.
