El Real Madrid está a un paso de levantar el primer título de la sección femenina en su historia. Las pupilas de Alberto Toril alcanzaron la final de la Copa de la Reina tras vencer con solvencia al Athletic Club de Bilbao en Butarque. La ausencia del Barcelona convirtió inmediatamente en favoritas a las merengues, que buscarán el trofeo ante el archirrival de su ciudad, el Atlético de Madrid. Para ello, el Madrid deberá encontrar la manera de desequilibrar un duelo que se prevé muy igualado. Una tarea para la que nadie está mejor preparada que su joya de la corona: Athenea del Castillo.
⚽ Abanderada del fútbol de calle
Un comentario habitual en los círculos exfutbolistas y expertos cercanos al día a día del profesionalismo dice que se ha perdido el fútbol de calle. Antaño, los jugadores se criaban con la pelota, todo el día en las plazas, lo que daba rienda suelta a la creatividad. Era más común ver a futbolistas eléctricos, regateadores, con toques preciosistas, que entendían el fútbol como una diversión; como un juego.
En la actualidad, el fútbol reside en los clubes y, mayoritariamente, se desarrolla en sus instalaciones. Allí, los entrenadores trabajan con un cuadratura y rigidez incomparable al albedrío callejero. Los robots que replican son más abundantes que los creativos que improvisan. Son pocos los futbolistas de hoy que escapan de este patrón; Athenea del Castillo es una de ellas.
Athenea es la representante ideal de esa generación perdida. Una extremo rápida y con un primer paso devastador para cualquiera que sea la encargada de marcarla o perseguirla. Del Castillo es de las pocas atacantes de la actualidad que puede desatascar un partido por sí sola; agarrar el balón, sortear a sus contrarias e inventar acciones de peligro de la nada.
Ese estilo le viene de sus inicios en el barrio pesquero de Santander. Uno de los barrios humildes a las afueras de la ciudad en el puerto. Mismo barrio del que salieron otros dos jugones criados con el mismo fútbol vistoso y preciosista como Pedro Munitis e Iván de la Peña. Una forma de jugar hiperactiva, que en palabras de la propia Athenea es un reflejo de su propia personalidad.
Athenea se convirtió en profesional en el Racing de Santander, en Segunda división. Tras problemas durante su salida, puesto que el Racing quiso retenerla, llegó al ‘Depor’ para despuntar y darse a conocer en Primera. Después, apareció el club que siempre había apoyado desde pequeña: el Real Madrid.
🧩 Athenea, pieza fundamental en el Madrid
Athenea es clave en los esquemas de Alberto Toril. En el sistema utilizado, que suele ser el 1-4-2-3-1, la de Solares suele partir desde banda derecha. En ocasiones también ha jugado en banda izquierda. Puede hacerlo en ambas con soltura, como le hemos visto en la Selección española.
Esta campaña ha disputado los 30 partidos de la Liga femenina —27 titularidades—. Athenea ha demostrado que, pese a ser una extremo a la que le gusta encarar y ser vertical, es más generosa que lo egoísta que suelen ser los delanteros. De hecho, repartió 7 asistencias esta temporada y solo marcó 6 goles. Athenea también ha sido una jugadora importante en la elaboración de los ataques del cuadro blanco, muy presente en jugadas en las que dio el penúltimo pase o en las que uno de sus regates permitió a sus compañeras disfrutar de ventajas en los metros finales.
En Champions no le fue tan bien, ya que no pudo marcar ni asistir en ninguno de los choques en los que se vistió de corto, pues estuvo apagada. Algo normal; Athenea es joven y tiene margen de mejora para fortalecer su mentalidad y enriquecer su conocimiento del juego. La ex del ‘Depor’ necesita explotar en una jugadora más diferencial de cara a portería, para destacar en mayor medida en la faceta goleadora. Por ahí pasa su crecimiento.
Ejemplo de ello es el gol que anotó en las semifinales de Copa de la Reina frente al Athletic Club. Cuando la delantera arrastra fuera del área a las defensoras y Athenea corta en diagonal para atacar el pase al primer palo es letal. Esta acción se le ha visto poco y ayudaría mucho al Real Madrid para resolver los partidos. Athenea (también) puede ser esa jugadora que sepa atacar y definir las jugadas desde el lado contrario.
De acudir al Sardinero a ver a sus ídolos cuando el Real Madrid jugaba en Santander a firmar camisetas en Valdebebas para los jóvenes que la admiran. A sus 22 años, Athenea es ya uno de los ídolos del madridismo, que quedó prendado de su fútbol desde el primer momento en el que pisó el Di Stéfano. Por su estilo, forjado en las calles de Cantabria, efectivo, atractivo y vistoso, Athenea es una jugadora de las ya no quedan; y está lista para guiar a los suyos a la conquista de su primer título.