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⚽ Fútbol internacional

Martin Ødegaard es para Arteta lo que De Bruyne para Guardiola

Desde la temporada 2003/2004, aquella en la que los Invencibles arrasaron Inglaterra, nadie había conseguido una hoja estadística similar. Ante el West Ham, Martin Ødegaard dio 107 pases, generó 5 ocasiones y asistió en 2 goles. Tras unos meses de reconversión, el capitán del Arsenal ha vuelto a nacer. Sin pisar tanto el área como antaño, ha ganado relevancia en el resto de alturas. En consecuencia, el juego de los gunners fluye como nunca antes. Si Pep Guardiola retrasó la posición de Kevin de Bruyne para convertirle en el mejor en su puesto, Arteta está repitiendo la historia con el noruego.

🦋​ La metamorfosis de Martin Ødegaard

El ‘8’ del Arsenal ya era uno de esos jugadores por los que merecía la pena pagar una entrada. Pese a que en su DNI pone es de Noruega, algo de Brasil hay en el fútbol de Ødegaard. Cada contacto con el balón es una oda a la técnica y al virtuosismo, como si quisiera pintar un cuadro en el verde. Ese preciosismo fue cogiendo peso estadístico a fuego lento, hasta llegar a su explosión en la temporada pasada. Sus 15 goles y 8 asistencias en la Premier League 2022/2023 mostraron el excelso futbolista en el que se había convertido en el norte de Londres. Con Ødegaard entre Gabriel Martinelli y Bukayo Saka, los gunners se quedaron cerca de conseguir su primer título liguero en dos décadas.

Kevin De Bruyne y Erling Haaland: el matrimonio perfecto

Para esta campaña, Arteta vio más allá de los números. Sabía que había más fútbol por salir de las botas de su capitán. No es que el noruego fuese ajeno a la distribución del balón, pero el técnico vasco era consciente de que podía sumar más. Por mucho que perdiese potencia de fuego, su equipo estaría más cerca del gol. Así es la paradoja que deben enfrentar los que son muy buenos, y el noruego forma parte de ese grupo de élite. Ya pasó por ese dilema el Manchester City ​con Kevin de Bruyne, y su ejemplo es uno que ha allanado el camino de su nuevo rol como epicentro del juego del Arsenal. Los números no engañan: respecto a la campaña pasada, Ødegaard suma mejores números en todos los parámetros relacionados con el pase y la posesión. Con ello, todo es mucho más fácil.

💫​ En sus botas está la respuesta de los problemas del Arsenal

Pese a que el 0-6 ante el West Ham y la victoria ante el Liverpool parecen haber despejado las dudas, no era así hace demasiado. Los gunners jugaban y generaban las ocasiones para ganar los partidos, pero los puntos no llegaban. Ahí es donde se hacía más complicada la paradoja de Ødegaard. Por mucho que generase su futbolista más importante, se necesitaba la mordiente que tenía durante el año pasado. Por muy lógico que sonase, no dejaba de ser una trampa. Sin el noruego en su nuevo rol, ese bache de resultados también hubiese sido de juego. Ødegaard señala a la luna y el resto se fija en el dedo, por lo que el problema era (y es) otro.

ØDEGAARD

El problema del Arsenal es el de su pegada. Durante la campaña pasada, los de Arteta promediaron 2,31 goles por partido en la Premier League. Si se junta este dato con el de sus expected goals por encuentro (1,89), sale una diferencia positiva de 0,42. Para la presente temporada, el equipo anota 2,20 goles por partido pese a generar 0,1 expected goals más por choque. No hay mayor prueba de esa falta de mordiente a lo largo de este curso, por lo que semejante bajada de rendimiento de cara a puerta no puede ser culpa de Ødegaard. El Arsenal genera más y define peor, lo que pone a los delanteros en el punto de mira. Esa es la posición que deben reforzar en verano para que el juego del noruego tenga la relevancia que merece. Si este hipotético fichaje le acompaña, se puede hinchar.

🔜​ A un título de encumbrarse como uno de los grandes

Tal y como le pasó en sus primeros años de carrera, a Ødegaard le falta facturar. Ya no se habla de goles, sino de títulos grandes. Se quedó cerca de ganar la Premier League y devolvió a los gunners a Champions, pero su palmarés en Inglaterra solo tiene una triste Community Shield. Esa necesidad de tocar metal es el último obstáculo que separa su fútbol de la eternidad, pues ya ha cumplido con el resto. Una vez más, el ejemplo de Kevin de Bruyne en Mánchester aparece: no se le consideró como uno de los más grandes hasta que ganó títulos de manera consistente. Ese es el peso que tienen los de su talento, ya que deben mostrarlo continuamente.

Al menos, Mikel Arteta tiene la tranquilidad de que está haciendo las cosas bien con uno de sus pupilos más ilustres. Si Bukayo Saka es el corazón del club, Martin Ødegaard se ha establecido como su cerebro. Nada sucede en el Emirates sin que el noruego haya dado su visto bueno. Su fútbol ya no es uno que se queda anclado a una altura concreta, sino que va hacia la totalidad de la cancha. Mientras que esa trascendencia de su fútbol va llegando al gran público, los aficionados del Arsenal esperan una nueva exhibición cada domingo. Su capitán, como todo artista de su nivel, no podía merecer menos.

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