Desde 1907 hasta la actualidad se ha disputado 166 veces el ‘Derby Della Mole‘, uno de los más antiguos del mundo. Se denomina así por la Mole Antonelliana, el edificio más emblemático de Turín. El balance es de 81 victorias para la Juventus, 47 empates y 38 ocasiones en las que el Torino se ha llevado el gato al agua. En la actualidad, la tendencia salta a la vista y hay un claro favorito antes de cada duelo. Sin embargo, hubo una época en la que el rival a batir en la ciudad e, incluso en toda Italia, era el ‘Toro’. Descubre cómo nació esta rivalidad y algunas de sus curiosidades.
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🇮🇹 ‘Derby della Mole‘, el más antiguo de Italia
Han pasado ya 116 años desde que se estrenó este enfrentamiento, uno de los más pasionales del país. En gran parte porque, desde un principio, fueron latentes las rencillas entre los equipos implicados. Esto se debe a que el Torino lo fundó, principalmente, Alfred Dick, justo después de que el empresario suizo dejase la presidencia de la Juventus por la presión creciente ante los conflictos internos.
Sobre todo, porque Dick pretendía llevarse a la ‘Vecchia Signora‘ fuera de Italia. A territorio helvético, más concretamente; lo que le negaron tajantemente otros altos cargos de la ‘Juve’. También influyó la polémica decisión de negarse a jugar el partido definitorio en la lucha por el Scudetto de 1905, alegando que el Milan había adulterado el terreno de juego. Esto provocó el triunfo de los rossoneri y el estallido del conflicto en la cúpula de la Juventus.
Junto a algún que otro ilustre, como Vittorio Pozzo, seleccionador de los dos primeros Mundiales que ganó Italia, fundó el Torino. Con sed de venganza. La Juventus se caracterizaba por vestir con camiseta rosa y pañuelos negros, sus rasgos delataban la condición aburguesada de sus seguidores. No todos, pero sí los que se mantuvieron en el barco juventino después de que naciese el Torino, bautizado bajo el lema del «club de los rebeldes», con naturaleza proletaria. Desde entonces se definió ya esta diferencia de clases.
👫 Rivalidad social
De ahí que este enfrentamiento futbolístico haya tenido históricamente una importante carga social y un alto sentido de pertenencia. Los fieles del Torino se han encargado de transmitir estos valores de generación en generación, motivo por el cual en Turín siempre ha habido más empatía por los granati que por la Juventus. Sin embargo, desde fuera de la ciudad, la elegancia que transmite la ‘Juve’, y los éxitos que cosechan año tras año como norma general, provoca que en Italia haya más hinchas del cuadro rossoneri.
Una brecha que si bien se ha reducido por la igualdad de clases que emergió de la mano del progreso, también se ha encontrado circunstancias, como la vinculación con Ferrari y Fiat, que mantienen a la Juventus como una entidad adinerada, que mira por encima del hombro en ocasiones al resto de Italia.
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🏔️ El culmen de una enemistad que traspasó límites
Más allá de que la Juventus haya ganado alrededor de la mitad de veces el ‘Derby Della Mole‘, el palmarés histórico también sonríe a ‘Las Cebras’, que son el equipo más laureado del país. Al menos en cuanto a títulos domésticos (34 de 91 posibles), porque en Europa el más exitoso es el Milan. Por su parte, el Torino tiene apenas seis, que datan de 1943, 1946, 1947, 1948, 1949 y 1976.
Los cuatro entorchados consecutivos, a finales de los años 40, le convirtieron en el rival a batir de Italia. Se les apodó como el ‘Grande Torino‘, una generación de futbolistas que estaba llamada a cambiar la hegemonía del país y de la ciudad, pero que, por culpa de un accidente aéreo, vio como se truncaba su destino. Historia que mantiene bastantes paralelismos con el caso del Chapecoense brasileño.
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Desde entonces, la afición del Torino visita cada 4 de mayo la colina de Superga, en la que ese mismo día, de 1949, falleció casi la totalidad de la plantilla más ganadora de su historia. En los días de derbi, es frecuente que se congreguen allí aficionados del ‘Toro’ para conmemorar a las víctimas, mientras realizan un sacrificio previo al que, para ellos, es el partido del año. Para colmo, el accidente sucedió en un avión de marca Fiat, por lo que los radicales de peor gusto encuentran ahí un elemento de mofa hacia su eterno rival de la ciudad.
Los altercados entre ultras de estos equipos ensucian una rivalidad que, por tradición y significado, cuenta con trasfondo envidiable. Aunque nunca quedó tan empañada como en 1976. Ese año, el Torino venció 4-0 a la Juventus y a los hooligans juventinos no se les ocurrió nada mejor que destruir la tumba de Gigi Meroni, centrocampista del Torino fallecido en un accidente de coche. La venganza, igual de condenable, llegó a razón de la Tragedia de Heysel, en la que perdieron la vida 32 aficionados bianconeri, en la final de la Copa de Europa de 1985 contra el Liverpool.
Leonardo Bonucci posa junto a su hijo en el Estadio Olímpico Grande Torino.
Por suerte, es una ruidosa minoría la que hace alusión a las catástrofes ajenas. Lo cual no quita que también se hayan visto en los estadios pancartas de solidaridad hacia las víctimas de sus vecinos. Por supuesto que hay quienes engrandecen la rivalidad. Como el mismo Leonardo Bonucci, jugador con más de 500 partidos en la Juventus, al que, curiosamente, su hijo le ha salido aficionado del Torino. En casa de herrero, cuchillo de palo. Uno de los pocos casos en los que las nuevas generaciones no heredan los colores de su padre. La respuesta del central italiano, ejemplar, fue acudir un día junto a Lorenzo a un partido del ‘Toro’. Incluso vio como se probaba en el filial del cuadro granata. Un acto que nos hace recordar la cara más bonita del fútbol, que no deja de ser «la cosa más importante de las menos importantes».
