Cannavaro - Udinese - Italia
Fútbol internacional

¿Está preparado Fabio Cannavaro para salvar al Udinese?

Se viven tiempos convulsos en Friuli. Udinese se encuentra en serios problemas para mantener la categoría y a falta de seis jornadas han contratado a un entrenador que a lo largo del último lustro solo ha dirigido 17 partidos, con un balance de tres victorias, siete empates y otras siete derrotas en Serie B. El currículum desde luego que no le avala, pero su identidad le abre de nuevo las puertas de un club que necesita una importante sacudida tras ganar solo dos encuentros de los últimos 15. Ambos se necesitan, eso está claro. Pero, ¿cómo ha sido la trayectoria de Cannavaro en los banquillos hasta llegar aquí? Lo cierto es que mientras en Italia se critica mucho esta decisión, por motivos obvios, Fabio viene de reivindicarse en China en más de una ocasión, aunque con retos muy diferentes al que se enfrentará en este final de la 2023/2024.

🤞 Decisión arriesgada, a la desesperada

La situación que vive el histórico equipo italiano le ha llevado a tomar la decisión de prescindir de los servicios de Gabriele Cioffi, el entrenador que salvó holgadamente al Udinese de la quema en la 2021/2022, y que este curso no ha podido replicar. En todo caso, a falta de seis jornadas deja a los de Udine fuera del descenso, con un partido menos que Frosinone, Sassuolo y Salernitana, quienes ocupan los tres últimos lugares en la tabla.

Cannavaro Inzaghi

Cannavaro pertenece a la nueva hornada de entrenadores italianos que se han testado en la Serie B durante el último año, como Filippo Inzaghi, Fabio Grosso o Daniele De Rossi.

Lo sorprendente en todo esto es que en vez de contratar a un apagafuegos como Claudio Ranieri hace un año en el Cagliari; o ahora Davide Ballardini en el propio Sassuolo y Luca Gotti, ex de Udinese contratado hace un mes por el Lecce, la apuesta de los norteños tiene a Fabio Cannavaro como protagonista. La leyenda de Italia estará secundada por su hermano Paolo como mano derecha, y por Francesco Troise y Giampiero Pinzi como ayudantes técnicos. Este último, de regreso tras su paso por el Hellas Verona, ya que fue un hombre importante para la entidad como jugador y como ayudante de varios exentrenadores.

🇨🇳 Cannavaro creció en China a la sombra de Lippi

La trayectoria de Cannavaro no es nada ortodoxa. De hecho, sus últimos pasos como futbolista ya alertaban de que los destinos exóticos gustan bastante al capitán de Italia en la Copa del Mundo que alzaron al cielo de Alemania en 2006. Colgó las botas en 2012, tras su paso por el Al-Ahli de los Emiratos Árabes Unidos y por una efímera estancia en el Bengal Tuskers indio. De hecho, complementó su último año como jugador del cuadro emiratí con sus inicios como representante, agente estratégico y segundo entrenador de Cosmin Olariou. Y nada más retirarse, afrontó el reto de entrenador.

Sus cinco primeras aventuras en solitario llegaron en Asia. Y, más concretamente, en China. El Guangzhou FC, antes conocido como Guangzhou Evergrande, fue el club en el que estrenó su carrera como técnico. Mucha culpa tuvo Marcello Lippi, el director deportivo del conjunto chino en esa época y seleccionador de aquella Italia de 2006, que ha derivado en una cuna de entrenadores con Andrea Pirlo, Genaro Gattuso, Daniele De Rossi, Filippo Inzaghi, Fabio Grosso o Alberto Gilardino, entre otros. A Cannavaro le fue bien, estuvo casi un año allí y dejó al equipo primero en liga y clasificado para los cuartos de final de la Liga de Campeones asiática. Sin embargo, sin Lippi como valedor, fue sustituido por Luiz Felipe Scolari.

Italia, la ‘nuova scuola’ de entrenadores de élite

De cualquier modo, ese prestigio le abrió las puertas del Al-Nassr, por aquel entonces sin estrellas, pero sí en condición de vigente campeón de la Saudi Professional League. Sin embargo, defraudó en los Emiratos y volvió a ser destituido tras terminar sexto en la competición doméstica, a 18 puntos del líder Al-Hilal.

El regreso a China de Cannavaro se dio 2016 fue de la mano del Tianjin Quanjian, en la segunda división del país, tras el despido de Vanderlei Luxemburgo cuando el proyecto pensado para luchar en la parte alta estaba estancado. En la segunda categoría China, Cannavaro se reivindicó, dejó atrás ese cartel de técnico enchufado y consiguió ascender a la Superliga tras una segunda vuelta de ensueño. Cumplido el objetivo, al año siguiente logró otro meritorio tercer puesto en la primera división que le clasificaba de nuevo para la Champions asiática, aunque Fabio notó que su ciclo allí estaba cumplido y acordó su salida para recalar de nuevo en el Guangzhou y cerrar el círculo. De hecho, sustituyó precisamente a Scolari, que acababa de dimitir.

La segunda etapa de Cannavaro en el Guangzhou Evergrande también vino cargada de éxitos, al ganar la Supercopa China de 2018 y la Superliga de 2019, además de alcanzar las semifinales de la Champions asiática, en las que cayó frente al Urawa Red Diamonds japonés. Pudo revalidar la corona doméstica un año después, se quedó a las puertas cuando perdió la final contra el Jiangsu Suning. Eso, unido a los problemas económicos de la propiedad, le llevaron a seguir los pasos de Scolari y renunciar a su cargo, antes de afrontar el reto final en el país que le vio crecer como estratega: ser seleccionador nacional, un puesto que curiosamente acababa de dejar libre el propio Marcello Lippi en 2019.

Sin embargo, lo de Fabio Cannavaro no fue más que un interinato de dos partidos que se cuentan por derrotas, antes de volver a contratar a Lippi cuatro meses después de su marcha. Así se resume la experiencia de Fabio Cannavaro en los banquillos, antes de llegar al Benevento. Una carrera un tanto rocambolesca, marcada por el desconocimiento, las críticas y sus redenciones fuera del foco.

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