Hay una parte de España que todavía piensa que los entrenadores italianos abrazan el catenaccio y carecen de pizarras muy ricas en términos ofensivos, pero nada más lejos de la realidad. Desde los años 80 la evolución es constante y cada vez hay más, mejores y más variados técnicos nacidos en el país de la bota. Descubre las corrientes futbolísticas más significativas de los entrenadores en Italia, desde los tiempos de Trapattoni o del revolucionario Arrigo Sacchi, hasta los más destacados de la actualidad como Simone Inzaghi, Roberto De Zerbi o Thiago Motta, pasando por los Fabio Capello, Marcelo Lippi, Carlo Ancelotti, Gian Piero Gasperini o Antonio Conte, entre otros. Cuantitativamente, están a la cabeza de técnicos punteros, seguidos por España y, en menor medida, por Alemania.
🧮 Italia gana en cantidad
Si actualmente comparamos la nacionalidad de los técnicos punteros a nivel mundial, encontramos que Italia es el país que más entrenadores (21) tiene en las cinco ligas con mayor coeficiente de Europa, seguido de cerca por España (20), que lidera el ranking de técnicos nacionales fuera de sus fronteras (7). Respecto a los emigrantes italianos, Ancelotti, De Zerbi y Farioli son los tres representantes del calcio en España, Inglaterra y Francia. Cualitativamente, Alemania también está en la terna de mejores entrenadores, aunque solo Jürgen Klopp dirige fuera de la Bundesliga. En Francia e Inglaterra, directamente, no hay directores técnicos en las otras cuatro ligas en cuestión.
Llama la atención también que mientras algunos países apuestan por los entrenadores italianos para su selección, caso de Marco Rossi (Hungría), Francesco Calzona (Eslovenia), Vincenzo Montella (Turquía) o Luciano Spalletti en la propia Italia, en la Serie A apenas se contrata a técnicos foráneos. 18 de los 20 equipos cuentan con un estratega nacional en la primera división del calcio. Los únicos extranjeros son Ivan Jurić en el Torino e Igor Tudor en la Lazio, con dilatada experiencia en el Italia por mucho que ambos tengan pasaporte croata.
☯️ ¿Arrigo Sacchi o Giovanni Trapattoni?
Para reforzar opiniones y contrastar la evolución en torno a los entrenadores italianos en la historia del fútbol invitamos a Alain Valnegri a este viaje en el tiempo. El periodista con origen italiano, especializado en fútbol internacional, cree que el gran punto de inflexión lo marcó Arrigo Sacchi. «Antes, en el calcio había una mentalidad más conectada al catenaccio, de defender hacia atrás, en bloque bajo y con marcajes al hombre; corriente liderada por Giovanni Trapattoni. Sacchi estudia más el método de Valeri Lobanovski, entrenador soviético muy influyente en la época de los años 80, con el que se identifica y comienza a practicar un fútbol más ofensivo y, sobre todo, presionando hacia delante, como luego veríamos en otros equipos míticos como en la Naranja Mecánica de Johan Cruyff«.
Arrigo Sacchi, retirado desde hace una década de los banquillos y los despachos, fue un entrenador contracultural en su momento, al que después se unieron otros revolucionarios de la época. Es el caso de Zdeněk Zeman o Giovanni Galeone, expone Alain. «Ambos, más arraigados con el 1-4-3-3 como estructura de inicio, dentro del dinamismo de sus modelos, mientras que Arrigo Sacchi partía del 1-4-4-2». Distinta forma, pero con una premisa común.
🇸🇪 Capello y la escuela italo-sueca
«El ejemplo de Capello es bastante curioso, porque al igual que a Ancelotti le entrenó e influenció Sacchi, Fabio estuvo marcado por el italo-sueco Nils Liedholm en la Roma, uno de los primeros que introdujeron la defensa en zona junto a Luís Vinício, entrenador brasileño del Napoli de los años 70. Luego vino Sven-Göran Eriksson, que es otro discípulo de Liedholm», argumenta Alain, que también considera a este último técnico un referente del calcio.
La corriente que inició Nils Liedholm convivió con la de Sacchi y, de hecho, este fue el primer entrenador del Milan 1.0 de Berlusconi, predecesor de Capello y del propio Arrigo, que llegaba del Parma como una idea personal de Silvio después de que este eliminara a su Milan el año anterior en la Coppa Italia. Valnegri recuerda que «fue una apuesta muy criticada al principio por reputados periodistas de la época como Gianni Brera, que a colación de la eliminación rossonera a manos del Espanyol de Javier Clemente en la Copa de la UEFA 1987/1988, lo consideraron demasiado utópico para funcionar tras la estancia de Liedholm y Capello». El tiempo y, sobre todo, la influencia de Sacchi en el resto de entrenadores, les quitaron la razón.
🤨 Carlo Ancelotti, bajo la influencia de Sacchi
Uno de los primeros discípulos de Sacchi fue Carlo Ancelotti. De hecho, su primera experiencia en un banquillo, también llegó gracias a la confianza de su mentor. «El icónico estratega italiano fue a buscarlo a la Roma en sus tiempos como jugador, cuando le decían que solo tenía el 20% de su rodilla apta para seguir jugando al fútbol, a lo que Arrigo contestó diciendo que a él no le interesa su rodilla, sino su cerebro». Por eso, tras la retirada de ‘Carletto’, después de haber absorbido los conceptos de éste durante los 142 partidos en los que coincidieron, se unió al cuerpo técnico de la Italia de Arrigo antes del Mundial de 1994.
Alain recuerda los inicios de Ancelotti, quien, curiosamente, «no confiaba demasiado en la figura del trequartista. Son paradigmáticos los casos de Roberto Baggio y Gianfranco Zola. Al primero lo rechazó cuando estaba en el Parma y fue uno de sus grandes remordimientos futboleros; mientras que el segundo se marchó al Chelsea por la falta de confianza del míster. Todo cambia con Zidane en la Juventus, cuando Carlo ya sí adapta una estructura para desarrollar el futbol sacchiano sin renunciar al mediapunta de calidad».
🧑🏫 De Zerbi pertenece a la tercera generación sacchiana
Alain expone que todos los máximos exponentes del fútbol ofensivo contemporáneo han estudiado el modelo de Sacchi. Pep Guardiola o Marcelo Bielsa lo admiten abiertamente. Y luego, «de la nueva generación, encontramos a De Zerbi, que se identifica más con el guardiolismo que con el modelo sacchiano, aunque por mucho que trate de jugar en 1-4-3-3 con extremos abiertos, no deja de ser una evolución de Arrigo o Cruyff».
De la misma forma, Roberto De Zerbi influye en la figura de Francesco Farioli, otro de los nuevos entrenadores que comienzan a consolidarse en la élite. Incluso, fue su asistente en el Sassuolo, antes de iniciar su propio camino en Turquía de la mano del Karagümrük y el Antalyaspor, o ahora en el Niza. «Farioli es un técnico que tiene el 1-4-4-2 como base en vez del 1-4-3-3, prueba de que es más híbrido ente Sacchi y el catenaccio. No extraña ver a sus equipos desarrollar un repliegue intensivo en la Ligue 1, después de entender en su etapa en el fútbol turco que el modelo dezerbiano era demasiado romántico como para implementarlo en cualquier plantel».
🏆 Marcelo Lippi, un gran híbrido
Otra figura reseñable de los banquillos italianos es la del seleccionador de la Azzurra que ganó en Mundial de 2006. Para Alain, Lippi es menos integrista, dado que «tiene conceptos sacchianos y otros de Trapattoni. Cada equipo de Marcelo Lippi era diferente, se adaptaba mucho más a sus características, él destacaba mucho en su gestión de los recursos, en el aspecto motivacional y en lo atlético. En relación a esto último, su primera Juventus es la mejor representación de que no necesitaba absorber un gran volumen de posesión para dominar los partidos».
Más allá de conquistar la última Copa del Mundo que luce en las vitrinas de Italia, Marcelo Lippi puede presumir de haber creado escuela. Muchos futbolistas internacionales italianos bajo su mandato han dado el salto a los banquillos tras su retirada. Filippo Inzaghi, Andrea Pirlo, Fabio Grosso, Genaro Gattuso, Daniele De Rossi, Fabio Cannavaro, Alberto Gilardino… Sin demasiado éxito por ahora y con poca presencia de manera continuada en la élite más allá de Gattuso, a diferencia de un Thiago Motta que sí se ha erigido como uno de los técnicos del futuro después de su revelación con el Bologna. Bueno, bonito y barato, este mismo curso.
Capítulo aparte merece también Claudio Ranieri, otro de los entrenadores clásicos italianos que siguen vigentes en la actualidad, aunque ya lejos de acaparar las portadas de antaño. En su caso, de la 2015/2016, temporada en la que su Leicester City dio una de las sorpresas más importantes en la historia del fútbol. Sin matices. Los ‘Foxes’, que venían de lograr la permanencia con apenas seis puntos de ventaja sobre el descenso la campaña anterior, ganaron la Premier League más insospechada de todos los tiempos. Un cuento de hadas irrepetible, por mucho que fueran tiempos de reconstrucción para hegemónicos como Liverpool, Manchester United, Arsenal, Chelsea o Manchester City. Jamás olvidaremos a los Vardy, Kanté, Schmeichel, Mahrez, Fuchs y compañía… Fútbol sin florituras, efectivo y a puro corazón.
🆕 Los italianos más destacados de la actualidad
Además de Roberto De Zerbi, que ya es una certeza, pero que también está llamado a convertirse en una referencia mundial, el gran entrenador del momento en Italia es Simone Inzaghi. Para Alain, «un técnico bastante fascinante por su evolución táctica, que después de desarrollar un fútbol más estático en la Lazio influenciada por Sven-Göran Eriksson (1997 – 2000 en el conjunto romano), sin renunciar al dominio defensivo, ha encontrado una forma de jugar más ofensiva y flexible», cercana al modelo que ha implementado Gasperini en la Atalanta.
Gian Piero Gasperini es otro estratega que ha marcado tendencia en la Serie A, porque más allá de ese intercambio de posiciones que ha inspirado a Inzaghi, volvió a poner de moda el marcaje al hombre hace una década y lo hizo en forma de presión alta esfixiante. Algo que replican ahora Ivan Jurić en el Torino o Igor Tudor, el nuevo técnico que relevará en la Lazio a un Maurizio Sarri que, a su manera y dentro de ser algo extremista con sus ideas, también ha sido otro de los entrenadores más importantes del calcio durante la última década.
En el Milan, destaca la figura de Stefano Pioli, entrenador que llegó en condición de interino y convenció tanto que finalmente los rossoneros rompieron su precontrato con Ralf Rangnick, uno de los técnicos más destacados de la escuela alemana, para confiar en su actual dirigente. Para Alain, «Pioli es muy sacchiano«, un entrenador que se hace especialmente fuerte a través del bloque defensivo a distintas alturas y, sobre todo, de las transiciones. Algo más limitado en propuestas de ataque posicional, pero importante en la resurrección del Milan.
Y hablando de entrenadores que cambian proyectos, es imprescindible terminar valorando la figura de Antonio Conte, quien cambió la realidad de la Juventus post Calciopoli y construyó los cimientos de la gran Juventus y del Inter contemporáneo. Mucho más rígido, de esos que exigen que la plantilla se adapte a sus sistemas de tres centrales y carrileros (en auge en la Serie A de este siglo gracias a Conte, Allegri, Gasperini o Inzaghi) y a sus ataques verticales, pero tremendamente efectivo para convencer al jugador de que los retos están a su alcance. Si en el caso del Inter ha sido Inzaghi quien ha aprovechado las bases para desarrollar un fútbol más alegre, en el de la Juventus derivó en lo contrario, en un modelo más próximo al catenaccio de la mano de Massimiliano Allegri en sus dos etapas. Iguales de exitosos para construir un ciclo ganador que no se entendería sin Guiseppe Marotta, el arquitecto en la sombra de ambos planteles.