Fuera de nuestras fronteras, en Inglaterra, Pep Guardiola y Mikel Arteta están protagonizando un duelo que puede crear tendencia en los próximos años. El catalán es el gran dominador en los últimos años con su Manchester City en las islas británicas, mientras que el vasco está construyendo un proyecto prometedor con su Arsenal.
Primero Guardiola fue ídolo de Arteta, después fueron compañeros en el Barça, más tarde maestro y discípulo en el Manchester City y ahora son rivales en la Premier. Pero por encima de todo queda una buena amistad y unas ideas que comparten desde hace muchos años y que convergen en la figura de Johan Cruyff. Ambos bebieron de la influencia del neerlandés, que de alguna forma cambió la forma de entender y expresar el fútbol. Algo que tanto Guardiola como Arteta intentan llevar a cabo en sus equipos.
👀 El Barça les unió bajo la idea de un fútbol posicional
Entre Guardiola y Arteta hay 11 años de diferencia (52 del catalán por 41 del vasco). Sin embargo, el Barcelona les unió. Arteta entró en La Masia en edad juvenil en una posición en el centro del campo por detrás de los interiores en la que Guardiola era un referente y ya estaba consolidado en el primer equipo azulgrana.
Rápidamente, el donostiarra se ganó el apodo de ‘Guardioleta’ por su parecido en el terreno de juego con Pep y por su idea de aplicar una de las máximas de Cruyff: «Si juegas a tres toques, eres el peor jugador del mundo. Si juegas a dos toques, eres lento y si juegas a un toque, puedes aspirar a jugar en Primera». Ninguno de los dos destacaban por su físico, pero tenían una influencia aplastante en los partidos.
Arteta nunca llegaría a jugar un partido oficial con el Barça, aunque sí disputó algunos amistosos. El primero, con Luis Van Gaal en el banquillo en la pretemporada de 1999 ante el Hertha de Berlín. En ese encuentro se produjo un relevo histórico: «entré en sustitución de Pep. Me encontré jugando junto a Rivaldo, Figo, Kluivert, Luis Enrique, todos superestrellas. Guardiola era mi ídolo», reconoció el donostiarra en una entrevista en The Independent. Los otros amistosos que jugó Arteta en el Barça fueron en la pretemporada del año 2000 con Serra Ferrer ante el WHC Wezep, el AFC Quick 1890 y el NEC Nijmegen.
Mikel no pudo consolidarse en el primer equipo como sí lo hizo Pep. En 2001, llegó una cesión al PSG, donde terminó coincidiendo con Ronaldinho, y le siguieron experiencias en el Glasgow Rangers, Real Sociedad (donde ocupó el lugar de Xabi Alonso), Everton y Arsenal. Por su parte, Guardiola se fue del Barça en ese mismo 2001 con destino al Brescia, para después jugar también en la Roma, en el Al-Ahli y en el Dorados Sinaloa.
🫂 El mundo de los banquillos les volvió a unir
Pasaron los años y no sería hasta 2012 cuando volverían a coincidir sus caminos. Fue a través de una llamada de teléfono en la que Guardiola, en su último año de entrenador del Barça, le pidió a Arteta referencias sobre el Chelsea de Roberto Di Matteo, que se hizo cargo del club londinense pocos meses antes y que sería el rival de los azulgranas en las semifinales de la Champions League.
El catalán se quedó prendado del nivel de detalle del análisis del donostiarra. Sin embargo, el Barça cayó en esa eliminatoria contra ese Chelsea que ganaría en la final al Bayern Múnich. Tras eso, se volvieron a ver las caras en 2015 en un partido entre el Bayern de Guardiola y el Arsenal, con Arteta de jugador. Ahí se empezó a fraguar lo que sería una realidad el año siguiente: Mikel se retiraría del fútbol y recibiría la llamada de Guardiola para ser su ayudante en el Manchester City.
Juntos lograron ganar Premier League, dos Community Shield y una FA Cup en tres temporadas. Arteta relataba en MARCA lo que era su día a día junto a Pep: «Es un reto diario. Él es superexigente consigo mismo, y los que le rodeamos debemos estar siempre procurando mejoras, evoluciones… Pep es muy táctico, muy intervencionista. Nunca se queda en su despacho. Cada minuto de entreno es oro».
En 2019, el Arsenal llamó a Arteta para ofrecerle el cargo de entrenador principal del equipo. En ese momento, se volvieron a separar sus caminos. A Guardiola le costó aceptar la marcha del donostiarra, aunque finalmente entendió su movimiento. «Es como mi relación con el Barcelona. Si yo fuera segundo entrenador en un club y el Barça me llamara para entrenar, seguro que iría», dijo Pep antes del enfrentamiento que les midió en el Emirates Stadium en enero de este 2023.
🗣️ Buenas palabras entre los dos amigos
Tras convertirse en rivales, Guardiola y Arteta han perdido su relación diaria, pero aún conservar un respeto mutuo que parece ser inquebrantable. «Fue una influencia cuando nos conocimos en Barcelona como jugadores, también como entrenador y en mi vida personal. Como entrenador he aprendido mucho de él. La experiencia a su lado ha sido increíble», apuntaba Arteta en 2020.
«No estoy hablando como amigo, que lo soy, sino como profesional. Él me ayudó. Lo que es el Manchester City ahora, como equipo, también es gracias a él por su trabajo», comentó Guardiola en 2021 defendiendo a su exayudante ante una crisis de resultados del Arsenal. Más recientemente, el catalán ha seguido alabando lo que está haciendo Arteta en el club gunner: «Mikel le ha aportado una dimensión diferente. Les ha transmitido el hambre necesaria para competir contra cualquier equipo».
El de este domingo será el undécimo enfrentamiento como entrenadores. De los diez anteriores, Guardiola ganó ocho y Arteta solamente dos (la semifinal de la FA Cup 2020 y la Community Shield de 2023). «La relación cambió. Yo estoy en Manchester, él en Londres. Pero aunque no hablemos, él sabe de mi afecto y mi respeto hacia él», reconocía Pep.
Siempre quedará el recuerdo y una idea cruyffista que unió sus caminos en el pasado. «Mirando atrás, tengo que decir que mis días en La Masia fueron los momentos más importantes de mi carrera», recordaba Arteta en la revista del Arsenal en 2016. Lo que el fútbol y Cruyff unió, que no lo separe nadie.
