Ruben Amorim.
Fútbol internacional

Rúben Amorim, ¿el favorito del Liverpool? Así ha llegado a la élite en el Sporting CP

Tras el anuncio del adiós de Jürgen Klopp de Anfield y la continuidad de Xabi Alonso en Leverkusen al menos un año más, el Liverpool abre un casting para encontrar a su nuevo entrenador. El nombre que más suena en este momento es el de Rúben Amorim, técnico de apenas 39 años y corta experiencia en el primer nivel. Eso sí, el estratega portugués se ha rehecho de una situación delicada en el comienzo de su carrera y ha diseñado un plantel bueno, bonito y con recursos ciertamente limitados, capaz de sentarse en la mesa del Oporto y Benfica durante sus cuatro temporadas en tierras lisboetas.

🇵🇹 El legado de Rúben Amorim en Portugal

Al igual que Jürgen Klopp, Rúben Amorim asumió su primer banquillo al poco tiempo de retirarse. En el caso del técnico alemán fue a sus 34 años, mientras que el portugués lo hizo con 33, a los mandos de la nave del Casa Pia, por aquel entonces en la tercera división lusa. Eso sí, sus inicios fueron muy diferentes y complicados en lo personal, ya que en esa 2018/2019 fue suspendido por un año después de entrenar sin tener la licencia necesaria. Apenas dirigió cuatro partidos y se vio obligado a dimitir del cuadro capitalino.

Una vez cumplida la sanción, Amorim retomó su carrera como entrenador en el filial del Sporting Clube de Braga, equipo en el que militó como jugador profesional en 2012 y 2013, cedido desde el Benfica. Ya con los papeles en regla, el fútbol le devolvió la oportunidad de resarcirse y Rúben Amorim lo hizo a las mil maravillas. Tras la destitución de Ricardo Sá Pinto del primer equipo, octavo a mitad de temporada, asumió el cargo como interino, y el interino mejoró con creces los resultados del club en su primera aventura en la élite. Logró la victoria en Da Luz, algo que no sucedía desde hacía 65 años y, aún más importante, alzó la Taça da Liga tras vencer al Oporto en la final, con un gol de Ricardo Horta sobre la bocina.

Rúben Amorim Sporting CP

Rúben Amorim llegó al Sporting CP en marzo de 2020 y le ha convertido en uno de los tres rivales a batir de la Primeira Liga portuguesa.

Su buen hacer con el Sporting Clube de Braga, invicto en territorio nacional durante los tres meses que Rúben Amorim estuvo al frente de la entidad, le llevo a firmar su primer gran contrato con uno de los tres equipos hegemónicos del país: el Sporting CP. Su resurrección fue muy rápida, pero efectiva, porque en el José Alvalade ha diseñado su obra cumbre como entrenador. Han sido cuatro años en el conjunto de Lisboa, en los que ha ganado otras dos Taças da Liga, una Supercopa y una Primeira Liga, en la 2020/2021, después de 19 años de sequía. Rozó el invicto, incluso, en el que fue su mejor año en cuanto a puntuación. En Europa, su techo está en los octavos de final de la Champions League en los que cayó goleado por el Manchester City, algo que solo había sucedido antes en cuatro ocasiones.

🧑‍🏫 Técnico para edificar, con diferente estilo al de Klopp

Lo que mejor habla del ciclo de Rúben Amorim en el Sporting CP ni siquiera es el palmarés o su capacidad para llegar y cambiar la dinámica, sino el hecho de crear un equipo reconocible y sostenible en el tiempo, algo que también guarda similitudes con la figura de Jürgen Klopp. Otra de las claves está en potenciar jugadores y hacer que los jóvenes crezcan. Bien para marcharse dejando una plusvalía económica, caso de Nuno Mendes, Pedro Porro, Matheus Nunes, Manuel Ugarte y João Palhinha, o bien para consolidarlos en el primer equipo como cabezas de proyecto, como ha sucedido con Pedro Gonçalves ‘Pote’, Gonçalo Inácio, Marcus Edwards, Ousmane Diomande, Daniel Bragança o Viktor Gyökeres, el delantero nórdico de moda, que ha elevado con su pegada el promedio goleador del equipo hasta los casi tres tantos de media por encuentro el presente curso.

Ni Haaland, ni Højlund: Viktor Gyökeres es el delantero escandinavo del momento

Más allá de los nombres, el Sporting CP de Rúben Amorim tiene muy claro a lo que juega y ha cambiado poco su hoja de ruta en el tiempo, por mucho que perdiese año tras año a jugadores importantes. Estructurado desde un 1-3-4-2-1 casi inamovible, rasgo táctico diferente al de Klopp y similar al de Xabi Alonso (dentro de que Jürgen ha sido cada vez más flexible con figuras como la de Joe Gomez), su Sporting CP es un equipo que se ha hecho fuerte siempre con la consigna de dominar, al menos en la competición doméstica, desde la tenencia vertical de la pelota. Con centrales de buen pie para conducir o para filtrar pases y romper líneas de presión, muchas veces con Coates (central del medio) incorporándose como un centrocampista más en salida de balón, y una medular que sirva para eludir presiones y progresar hacia delante. Por fuera son los carrileros, muy enérgicos siempre, quienes aportan el ida y vuelta necesario para compensar que aglutinan muchos efectivos en carriles interiores.

Defensivamente también hay bastantes diferencias respecto al gegenpressing característico e innegociable por Jürgen Klopp. No tanto contra rivales teóricamente inferiores, en los que sí adelantan líneas para tratar de dificultar el avance rival y robar balones en campo contrario, sino ante adversarios de enjundia. En este caso, Rúben Amorim apuesta por un bloque medio estrecho mucho más pasivo y zonal, con cinco defensas y muchos jugadores que, al igual que a la hora de atacar, se junten por dentro para tratar de reducir los espacios internos. Sobre el papel, bastantes diferencias estilísticas respecto a la leyenda del Liverpool. Y en términos de experiencia y competitividad, lejos del bagaje del alemán, aunque con posibilidades de construir algo diferente.

Ir al contenido