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Un lustro sin Arsène Wenger: un antes y un después en el Arsenal

Cuando un semidesconocido Arsène Wenger se hizo cargo del Arsenal en 1996, pocos imaginaban el legado que dejaría el técnico nacido en Estrasburgo, tras su marcha del club en 2018. Cuando se fue, tampoco serían muchos los que ppensasen que los gunners iban a desaparecer del mapa europeo y hasta de la pelea por entrar en Champions. El actual director de desarrollo de la FIFA, antes de colgar los hábitos como estratega, escribió los capítulos más brillantes en la historia del Arsenal.

🏆 Con Arsène Wenger, el Arsenal ganó tres Premier

Fue prácticamente llegar y besar el santo. El técnico francés aterrizó en Londres, procedente del Nagoya Grampus japonés, y en su primera temporada metió al Arsenal en Champions como tercer clasificado. Un equipo que venía de ser decimosegundo con Stewart Houston dos años antes y quinto con Bruce Rioch en la 1995/1996. Parecían tiempos de transición, hasta que el equipo de Arsène, en su segundo curso al frente de los gunners, ganó la primera de sus tres ligas como dirigente. Lo hizo con Patrick Vieira, Emmanuel Petit, Lee Dixon, Tony Adams, los fantasistas neerlandeses Overmars y Bergkamp, o un veterano Ian Wright como cabezas visibles.

Arsenal Arséne Wenger

La segunda llegó en la 2001/2002, después de ser subcampeón en las tres consecutivas que logró el Manchester United de Ferguson. Y, para más inri, se coronó en la jornada 37, en Old Trafford. ¿Qué mejor manera de romper la hegemonía de los red devils? Ya con Thierry Henry, Robert Pires, Fredrik Ljungberg, Ashley Cole o Sol Campbell en plantilla. Figuras que representan bien el cambio estilístico que quiso implantar Wenger en el todavía vigente Highbury Stadium. Figuras que tocaron el cielo dos años más tarde.

Seguramente, esa sea la campaña más icónica de Arsène Wenger y del Arsenal en la Premier League, desde el cambio de nomenclatura. Y, sin duda, el equipo sobre el que más literatura se ha escrito en la historia de cuadro del norte de Londres. Se le bautizó como el Arsenal de ‘Los Invencibles’, por terminar la 2003/2004 sin perder ni un solo partido. Y, aún más importante, cautivó al mundo por la implantación del tikitaka.

El día que el Arsenal se hizo ‘Invencible’ con su remontada ante el Liverpool

Lo bueno, si es bonito, dos veces bueno. Jens Lehmann, Kolo Touré, Lauren y Gilberto Silva llegaron para ponerle la guinda al plantel que comandó un Thierry Henry tan estético como definitorio, codiciado por toda Europa cuando estuvo cerca de ganar un Balón de Oro. Primero Andriy Shevchenko y después Ronaldinho le privaron de ello.

🇪🇺 La irrupción y desaparición del Arsenal en Europa

Arsène Wenger le cambió la historia al Arsenal. En cuanto al proyecto que edificó bajo un estilo reconocible, por cómo elevó la competitividad en el campeonato de la regularidad y, sobre todo, por su aparición en el panorama europeo. Antes de su llegada, el Arsenal apenas había participado en dos Copas de Europa. En parte, porque hasta 1992 solo iba el campeón de cada país. En todo caso, el estratega francés ha dirigido 19 de las 21 Champions League en las que ha participado la entidad gunner. Fue marcharse él, y el equipo descendió a los infiernos, para no volver a pisar una fase de grupos de la máxima competición continental. Una mala racha que acaba de romper ahora el Arteta Team.

El palmarés no hace justicia a uno de los proyectos mejor cocinados en la historia del fútbol porque no consiguió tocar metal europeo. Lo rozó en 2006, cuando el Barça de Rijkaard le remontó (2-1) en la final de la Champions disputada en el Stade de France, tras vencer por el camino al Real Madrid de López Caro, a la Juventus de Fabio Capello y al Villarreal de Manuel Pellegrini, con aquel famoso penalti que no convirtió Juan Román Riquelme.

La generación de ‘Los Invencibles’, a la que se sumaron los Eboué, Cesc Fàbregas, Aliaksandr Hleb, Flamini, Van Persie o José Antonio Reyes, murió en la orilla. Al igual que lo hizo el primer Arsenal de Wenger en la Copa de la UEFA del año 2000, tras caer en una fatídica tanda de penaltis frente al Galatasaray de Fatih Terim. El ciclo del veterano entrenador que estuvo 22 años en el cargo, se puede resumir bajo esa expresión de que lo importante no es el destino, sino la trayectoria.

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