Este Mundial de Catar, más allá de lo que suceda en una final que pasará a la historia por los entresijos que entraña, será recordado por la sensación de crecimiento y, en algún caso, por las hazañas de varias selecciones que quién sabe si han venido para quedarse. Y como no podía ser de otra manera, detrás de cada caso hay uno o varios motivos que lo contextualizan, aunque algunos son muy diferentes entre sí. Afectan factores como la emigración, clubes que ejercen como una cantera implícita de la selección, el modelo de una liga foránea trasladado al combinado nacional donde coinciden bastantes jugadores o la creación de infraestructuras para combatir el hándicap de la climatología.
🇬🇭 Right to Dream como motor de Ghana
Uno de los casos más representativos de la sinergia entre un país exportador de talento y un club europeo que consigue desarrollarlo es el de la academia Right to Dream. Fue fundada en 1999 por el ex ojeador del Manchester United, Tom Vernon, sabedor de que la materia prima en Ghana estaba pasando bastante desapercibida y consiguió la confianza del FC Nordsjaelland danés para llevar a cabo su cometido. Un equipo donde formar a los jóvenes, en lo futbolístico y en el desarrollo de sus valores, es la base de todo. El caso reciente de éxito más representativo es el de Mohammed Kudus (Ajax), aunque no es el único jugador de la selección que ha seguido este camino. Kamal Sowah (Club Brugge), Kamaldeen Sulemana (Stade Rennais) o Gideon Mensah (AJ Auxerre) han llegado al Mundial de Catar tras completar esta misma trayectoria.
🇷🇸 Serbia crece bajo la influencia en la clase media de la Serie A
En el cuadro balcánico hay hasta ocho futbolistas de su columna vertebral que, en el ámbito de clubes, lucen el parche del Calcio: Torino, Hellas Verona, Fiorentina, Lazio y Juventus son sus grandes exponentes. Los tres primeros equipos mencionados, que es donde se han curtido Darko Lazović, Ivan Ilić, Vanja Milinković-Savić, Sasa Lukić o Nikola Milenković, comparten el rasgo distintivo de construir proyectos con base en su capacidad para destruir rivales desde una presión que puso de moda la Atalanta de Gian Piero Gasperini: agresiva, con persecuciones individuales por todo el campo y sostenible gracias a su capacidad física para repetir esfuerzos durante muchos minutos a gran intensidad. Ese es el estilo que replica mayoritariamente su seleccionador, Dragan Stojković.
🇨🇦 La explosión del fútbol canadiense
Canadá es un ejemplo, al igual que Suiza, donde más de la mitad de la columna vertebral de John Herdman nació o desciende de padres extranjeros. Eso, unido a una demografía de 38 millones de habitantes, que la sitúan como el país de Centro-Norteamérica con el tercer mayor censo de población, hace que cuente con un capital humano cuantitativamente diferencial. Solo había que contribuir a su desarrollo, con el gran hándicap de que el clima era un impedimento por las abundantes lluvias, frío y nieve en muchas regiones. En parte, por eso allí el “deporte rey” es el hockey sobre hielo, el baloncesto y el fútbol americano o canadiense –similares entre sí–.
Su crecimiento, realmente, es muy reciente, hasta el punto de que la Canadian Premier League se fundó en 2019 y consta de solo ocho equipos, por lo que no hay descensos. De hecho, en 2017 solo existía uno de ellos, el FC Edmonton. En cualquier caso, esto no significa que el fútbol profesional no existiese allí antes. La selección canadiense ya ganó la Copa Oro del 2000 y se clasificó al Mundial de México 1986. El asunto con su fútbol de clubes es que participaba en el sistema de competición estadounidense, algo que también sucede en baloncesto. Concretamente, tres de 27 equipos de la MLS tienen su sede en Canadá: Toronto FC, Vancouver Whitecaps y CF Montreal; proyectos que emigraron a la MLS en 2007, 2011 y 2012, respectivamente. Y los cálculos temporales no engañan, sino que, más bien, corroboran que gracias a ese salto, la selección está empezando ahora a ser puntera en CONCACAF.
🇯🇵 Una Japón cada vez más made in Bundesliga
El crecimiento del fútbol nipón ha llegado de forma progresiva. Un país que no había participado en ninguna fase final hasta 1994 y que, en lo que va de siglo XXI, no se ha perdido ninguna. Incluso, contando la participación de 2022, donde se quedó a una tanda de penaltis de cuartos, son ya cuatro estancias en una ronda de octavos de final. Llama la atención que, en la lista de 26 de Moriyasu, solo siete jugadores vivan su día a día en clubes asiáticos, mientras que hasta ocho jugadores pertenecen a la Bundesliga alemana. La mayoría de ellos, pilares absolutos: Endo, Tanaka, Asano, Kamada, Itakura, Yoshida o Ritsu Doan. Un estilo de fútbol, el alemán, muy marcado por la verticalidad y las transiciones que, como no podía ser de otra forma, han caracterizado los mejores minutos de Japón en esta Copa del Mundo.
Otro ejemplo de país que exporta su talento mayoritariamente a una liga en concreto, es Gales, con 19/26 futbolistas pertenecientes a las distintas divisiones del fútbol inglés. Una selección que volvió, 46 años después, a una fase final de un Mundial (el segundo en su historia), aunque con mal rendimiento en Catar y un fin de ciclo previsible con el retiro a la vista de Gareth Bale o Aaron Ramsey.
🇸🇦 Arabia Saudí, una selección que, por momentos, parece un club
En España, probablemente, la mayoría de los aficionados ubiquen al fútbol saudí por aquel contrato que derivó en nueve cesiones de jugadores a clubes pertenecientes a La Liga. Una estrategia forzada y artificial que no funcionó, porque de esos futbolistas, solo Al Dawsari, que no tuvo demasiados minutos en el Villarreal, es quien entró en la lista de Hervé Renard. Su crecimiento ahora, más allá de contar con un seleccionador experto en preparar Mundiales con combinados humildes, obedece a una estrategia completamente natural.
Todos los integrantes de la lista pertenecen a la liga local y, de esos 26, doce coinciden cada día en Al-Hilal, el actual vencedor y máximo campeón histórico de la Champions asiática, que estuvo cerca de dar la campanada ante el Chelsea en el último Mundial de Clubes. 9/11 titulares en su legendaria victoria contra Argentina son propiedad del equipo que dirigió Leonardo Jardim hasta comienzos de 2022 y que, ahora, ha heredado Ramón Díaz en su segunda etapa al frente del club. El Al-Nassr, por su parte, que es el máximo ganador (9) de ligas saudíes, aporta otros seis efectivos a la selección. Por tanto, casi el 75% de los elegidos por Hervé Renard, cuentan con la ventaja de que se conocen y que han tejido una sinergia importante por el hecho de convivir, día a día, en los dos equipos punteros de Arabia Saudí.