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El Barça inaugura Montjuic con una sufrida victoria ante el Cádiz

Ha sido sin demasiado brillo y con sufrimiento, pero está ahí. El Barça ha estrenado Montjuic de manera oficial con una victoria ante el Cádiz (2-0). Los goles llegaron en una buena segunda mitad, obra de Pedri y Ferran Torres, dejando en el olvido momentáneo el ambiente enrarecido en la primera parte. Y es que, a falta de una bola de cristal que revele el futuro, se le puede hacer larga la ausencia del Camp Nou a los culés. De momento, los primeros tres puntos ya han llegado a lo alto de la montaña de Barcelona. El resto ya se verá.

⛰️  Al Barça le cuesta Montjuic

Había un ambiente enrarecido para el debut liguero del Barça en Montjuic. No era nada que no se esperase, pues ha sido noticia el reducido número de abonados culés para esta temporada. Esa ausencia de afición por no jugar en el Camp Nou muestra que, desde el primer día, la reforma se puede hacer cuesta arriba. Para complicar ese ascenso a Montjuic (tanto literal como figuradamente), el Cádiz estaba dispuesto a dar guerra. Sergio González podrá gustar más o menos, pero no engaña a nadie. Su equipo iba a esperar atrás, ordenador, esperando al error del Barça. Xavi, que vio el partido desde la grada por su expulsión ante el Getafe, sabía que se iba a hacer largo el encuentro.

La primera parte fue tan gris como el panorama en la grada. Los locales solo podían agitar a la defensa rival si sucedía una genialidad, siendo esos destellos lo único que iluminaba el choque. Lamine Yamal, que debutaba como titular, era sobre el que recaía ese toque de magia. El problema llegaba cuando no salía el conejo de la chistera, desesperándose el Barça cada vez más. Esos nervios siempre son malos consejeros ante un equipo tan ordenado como el Cádiz. Roger Martí, aprovechándose de un error fruto del tedioso ritmo en el movimiento de balón, tuvo la más clara de la primera parte. Menos mal que, en clave Barça, Ter Stegen es lo único inamovible para los culés respecto al año pasado. Con el inamovible empate a cero en el marcador, tocaba respirar hondo y enfilar el túnel de vestuarios. El Cádiz estaba muy vivo y el Barça cada vez más harto.

Ter Stegen Barça

Ter Stegen mantuvo el empate gracias a una parada extraordinaria.

🔀  Del medio a la banda, y viceversa

El guion no se movió un milímetro tras el descanso. Chris Ramos y Roger Martí, los dos delanteros de los andaluces, tuvieron varias carreras a la espalda de la defensa culé que aumentaban la tensión en el verde. Un error podría ser definitivo ante la muralla humana que había planteado el Cádiz. Por ello, Xavi Hernández tenía que agitar el árbol. En consonancia con su hermano Óscar (el que estaba hoy en el banquillo), el Barça volvió a abrazar a los extremos. Y es que, aunque pueda parecer que el equipo crece desde sus interiores, los mejores partidos de la era Xavi vienen de una labor superlativa de los jugadores de banda. Con la entrada de Ansu Fati y Abde, el Barça renació. El Cádiz no podía llegar a todo si el campo lo hacían tan ancho, por lo que los centrocampistas empezaron a brillar. Ahora les tocaba a Gundogan y Pedri. En medio de una pared para evitar tanta camiseta amarilla, el alemán regaló su primera delicatessen como culé. Su asistencia, suave y delicada, conectó con el canario. Ledesma poco pudo hacer. Gol en Montjuic. Había vida lejos del Camp Nou.

El tanto reavivó al público y al equipo. Todo es más fácil con el viento a favor, tanto que Ferran Torres, ese futbolista continuamente señalado, marcó el segundo gol. Como si fuese un resumen táctico de este Barça, el partido lo abrieron los centrocampistas con ayuda de los extremos y lo cerraron los jugadores de banda con el control logrado por el medio. Después de sufrir tanto en el estreno oficial de su nueva casa en la montaña, el premio estaba ahí. El Cádiz, que había hecho un buen partido, tendrá que bajar Montjuic con la desazón que acompañaba al partido en sus primeros compases. Si siguen compitiendo así, la salvación no estará lejos. Y para el Barça, de momento, bien está lo que bien comienza. El final, como el regreso al Camp Nou, está por ver.

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