A medida que caía la temperatura en Madrid (ya era hora, también te digo), iban cayendo los goles en Vallecas. Estaba con unos amigos en una terraza, y no paraba de vibrarme el móvil. El Atlético de Madrid, el equipo del unocerismo, estaba ganando 0-7 al Rayo Vallecano. Cuando me despedí de ellos, tuve que verme el partido en diferido, porque tenía que buscar lo defensivo que es Diego Pablo Simeone en 2023. La única respuesta que encontré es que ahora está peleando contra el rival más fuerte: el estereotipo arraigado en la opinión pública. Así que sí, este ‘Dieguenazo’ va para él y el debate que le rodea.
El Atlético de Madrid más vertical tortura a un Rayo desdibujado
💒 Simeone y el Atlético, defensivos hasta que la opinión los separe
Vamos a partir de una base muy sencilla. El fútbol es un deporte que, dentro de sus reglas, se puede jugar como a uno le plazca. De ahí, en parte, sale su belleza. Así surgieron diferentes escuelas de entrenadores, pues cada uno tiene sus preferencias sobre como hacer funcionar a un grupo de jugadores en particular. Para facilitar el entendimiento de esas ideas en un deporte que mueve masas, los estereotipos tenían que estar. Son atajos mentales que facilitan nuestra comprensión de algo o alguien, y no tienen por qué ser malos. El problema es cuando se usan de manera peyorativa. A Simeone le cayó el de ser defensivo. El fútbol de su Atlético de Madrid no era como el de Guardiola, llegando a ser competitivos desde su propia área. Ya estaba todo escrito sobre ellos.
El fútbol también es cambio. Dentro de esa libertad de jugar como a uno más le plazca, se pueden dar giros de 180 grados. Por mucho que Simeone y su Atlético de Madrid hayan tenido que cargar con ese estereotipo despectivo, el argentino demostró tener la cintura suficiente como para cambiar y ser más ofensivo. Y aun así, sigue estando por ahí aquello de defensivo. El 2023 de este nuevo Atlético de Madrid debería ser suficiente para borrar esa concepción que hay sobre Simeone en la actualidad, pero no es así. Con el 0-7 en Vallecas se habla de candidatura al título, no de la guinda que pusieron en su cambio. No son ofensivos, sino que más bien tuvieron pegada. En cuanto vuelvan a tener un día gris, volverán a ser defensivos. Y eso es tremendamente triste. Por mucho que des un vuelco a todo, no cambias hasta que la gente lo asimile.
Yendo al ejemplo opuesto, Guardiola ha recorrido un camino similar. Sin abandonar lo que nunca fue, aprendió a ser más pragmático. El resultado todos lo conocemos después de la última temporada, volviendo a reinar en el continente con un nuevo triplete. Así como Simeone, supo encontrar el término medio entre lo que le gusta y lo que requiere cada partido. Pese a ello, sigue siendo el virtuoso que fue siempre, dejando que su estilo sea más válido que el del resto. Al final, todo esto va de ganar. Tanto el argentino como el español encontraron su camino hacia la victoria, y, haciendo memoria de lo que dijo Luis Aragonés, quieren seguir cosechando triunfos. Y no, no lo facilita hacerlo de una manera en específico. Los estilos a las victorias son lo que el envoltorio a un regalo: adornan lo de fuera cuando lo importante es lo de dentro. Mientras, que sigan los estereotipos sobre si uno es defensivo y el otro es un genio, pues ellos seguirán ganando. No creo que les importe lo más mínimo.
