Sonrisas y lágrimas. Así acabó el clásico del fútbol español. El Real Madrid celebró un triunfo sobre la bocina, mientras que el Barcelona lamentó las ocasiones desperdiciadas. Los azulgranas salieron mejor al duelo y se encontraron con un gol madrugador cimentado en la fe y en la garra de Gündoğan. Xavi pobló el centro del campo buscando contrarrestar las armas de los blancos y lo consiguió durante tres cuartas partes del encuentro. Fermín e Íñigo Martínez se encontraron con el poste en lo que podría haber sido la sentencia culé.
Pese a esto, al Madrid nunca se le puede considerar por muerto. Camavinga entró por la lesión de Mendy, Modrić se unió al centro del campo, Joselu fijó a los centrales y apareció Bellingham, que hasta entonces estuvo bajo la sombra de Gavi. El inglés agarró la historia del club madridista y la lanzó con violencia desde lejos a la escuadra izquierda de Ter Stegen para empatar, y dinamitó el choque en el tiempo añadido recogiendo un mal control de Modrić dentro del área. Esta fue la presentación de Jude en un clásico. Todo lo hace a lo grande. 10 goles ya para el centrocampista en liga y liderato del Madrid.
🤩 Gavi vs. Bellingham, el duelo del clásico
El andaluz y el inglés tuvieron una lucha extremadamente entretenida en el terreno de juego. En su idea de poblar el centro del campo, Xavi retrasó la posición de Gavi y, conocer de su fuerza, lo incitó a ser el hombre escoba del Barça. El joven interior azulgrana cumplió con creces y se ocupó de secar a Bellingham hasta que la bestia decidió salir de la cueva. Pese a esto, Gavi estuvo en todas las batallas. Recuperó 9 balones, ganó 10 duelos, salió victorioso en 4 de las 6 entradas que realizó, cometió 4 faltas y tuvo un 90% de acierto en sus pases, con uno de ellos clave para el palo de Fermín aprovechando una inaudita siesta de Kroos en construcción.
Más no pudo hacer el ‘6’ culé, que no se esperó lo que vendría a partir del minuto 68. En ese momento apareció Bellingham, el otro protagonista del clásico. Hasta ese instante, el inglés del Madrid estuvo con la luz apagada por la presencia de Gavi. Sin embargo, quiso aparecer como el académico salvador del Madrid. El mejor jugador en la actualidad de los blancos se sacó un remate lejano que dobló la mano de Ter Stegen para empatar el encuentro en el minuto 68.
A partir de ahí, empezó a crecer y a ocupar zonas interiores del área. Esas en las que vas de corazón y con la pura intuición de poder pescar algo. Y logró el premio gordo. En el tiempo añadido y con el Madrid volcado, Carvajal puso un balón desde la derecha, Modrić lo hizo botar en un mal control y el ‘5’ madridista llegó desde atrás con todo para rematar entre las piernas de Ter Stegen y poner patas arriba el clásico. Lleva 13 goles y 3 asistencias en 13 partidos con el Madrid. Parece que los blancos hayan fichado al mismísimo Cristiano Ronaldo.
📖 Más pizarra que calidad
Ya quedaron atrás esos clásicos donde Messi, Ronaldo, Benzema, Luis Suárez, Bale o Neymar podían definir el resultado con una genialidad. Y ya ni hablo del Barça que tenía a Busquets, Xavi e Iniesta en el centro del campo o del Madrid del mejor Casemiro, Modrić y Kroos. Mucho ha cambiado y, pese a los grandísimos futbolistas que hay en los dos equipos, las diferencias son más notables por los planteamientos y errores que por el talento.
En este sentido, Xavi le ganó la partida a Ancelotti durante 60 minutos, pero el italiano se llevó el gato al agua. El catalán volvió a apostar acertadamente por Araújo para tapar a Vinícius y pobló el centro del campo con un cuadrado entre Gündoğan y Gavi en la base y con Fermín y João Félix más adelantados, acompañados por Balde y João Cancelo por las bandas. Ferran Torres actuó como delantero hasta el ingreso de Lewandowski.
Por su parte, el Madrid solo modificó algunos aspectos defensivos. Sorprendió ver a Carvajal siendo el ‘guardaespaldas’ João Félix para maniatar sus movimientos, mientras que Valverde echó una mando defensivamente cubriendo las subidas de Balde. Ofensivamente, Ancelotti formó de nuevo con su usual 1-4-4-2, con el diamante en el centro del campo formado por Tchouaméni, Kroos, Valverde y Bellingham. Solo con la entrada de Modrić y Camavinga en el segundo tiempo, el Madrid pasó a un 1-4-3-3 de tiempos pasados, con Valverde ayudando en la medular. Fue en ese momento donde el equipo merengue se impuso en el juego y consiguió remontar el resultado.
👉 Araújo pudo de nuevo con Vinícius
Era otro de los puntos calientes del clásico. Este duelo que ya empieza a ser redundante: un clásico desde del clásico. Araújo volvió a frenar a Vinícius. El defensa uruguayo es el que mejor entiende los movimientos del brasileño y, aprovechando su corpulencia, sale casi siempre triunfados de sus duelos. ‘Vini’ estuvo gris. No protagonizó ningún regate y perdió 17 balones. Solo estuvo acertado con 2 pases clave.
En el centro del campo, Gündoğan y Kroos tuvieron su particular batalla de organizadores. El turco-alemán del Barça estuvo más atento en la construcción, pero recordó a ese futbolista que Guardiola se inventó para el Manchester City cuando subió al ataque para abrir la lata del clásico. El centrocampista tiró una pared con Ferran que tocó Tchouaméni, pero siguió la acción dentro del área del Madrid para forzar el grosero error de Alaba y marcar por debajo de Kepa. La calidad, fe y constancia de Gündoğan tuvieron su recompensa con el primer tanto con la camiseta del Barça. Por su parte, Kroos, que tuvo algunos errores de concentración, fue el faro del Madrid, sobre todo en un mal primer tiempo colectivo, con sus habituales desplazamientos en largo (6/6). Sorprendió su cambio por Modrić en el minuto 63.
El que se quedó de nuevo seco frente al Madrid es João Félix. Presionado por Carvajal cuando pisaba zonas interiores, el luso dejó algunos detalles de su calidad, como un caño brillante a Rüdiger y un buen pase al interior del área a Balde, pero no tuvo la influencia de otros partidos. Ya sea con el Atlético, con el Chelsea o con el Barça, João Félix sigue sin poder marcarle al Madrid.