Tras temporadas de ensueño, y con la 15ª Champions en el punto de mira, la temporada 2022/2023 ‘sólo’ dejó un gran título para el Real Madrid: la Copa del Rey —también alzó la Supercopa de Europa y el Mundialito de Clubes—. Florentino Pérez ha vivido en los últimos cursos los momentos más felices como dirigente, algo a destacar si se tiene en cuenta que lleva al frente del club casi dos décadas. Sin embargo, también ha tenido que hacer frente a situaciones convulsas.
Lo vimos con la sonada polémica de la Superliga —aún en aire—, con la obligación de renovar un proyecto deportivo e institucional que ha finalizado un ciclo y con las tensas negociaciones por jugadores como Kylian Mbappé. Eso desgasta. Y si eres Florentino Pérez, mucho más.
Florentino Pérez y un problema de salud
Es ahora cuando el presidente blanco empieza a barajar una posible dimisión, esta vez por un motivo muy diferente al que presentó en 2006, entonces envuelto en una grave crisis deportiva que supuso el fin de los llamados ‘galácticos’ del equipo de Chamartín.
Volvió tiempo después, en 2009, para iniciar su segundo mandato. Desde entonces han llegado éxitos como las cuatro Champions —tres consecutivas— que han elevado aún más si cabe el prestigio del Real Madrid.
La ambición y el espíritu competitivo le mueven para dejar un legado en el Real Madrid, pero su preocupación permanente está en cómo gestionar el club, en lo financiero y deportivo, en una nueva época difícil con la entrada de capitales extranjeros en diferentes clubes europeos.
A sus 76 años, Florentino Pérez empieza a notar un desgaste emocional sobre sus hombros. En los últimos años ha llegado a renunciar a sus vacaciones de verano para pasar la pretemporada con el equipo y trabajar en las giras americanas. Eso ha hecho mella en temporadas como esta, donde más allá del ámbito deportivo, los debates y negociaciones no han terminado de encajar, y han llevado su estado anímico a una situación que una persona de su edad no debería asumir. Pero hay otros motivos.