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Bellingham y Lucas Vázquez sirven la liga en bandeja al Real Madrid

Quedan 18 puntos en juego, y el Real Madrid le saca 11 al Barcelona. Pese a que la puerta siempre queda entreabierta para los milagros, muy mal se tendría que dar para que los de Ancelotti no ganasen la liga. Tras un Clásico con más movimiento en el marcador que en el campo, Bellingham decidió el resultado en el descuento (3-2) y cierra la semana fantástica del madridismo en un punto clave de la temporada.

​🤝​ La resaca de la Champions igualó la primera mitad

Pese a que el sentir general preveía un Clásico descafeinado, estaba en juego el destino de la liga. No podía existir ningún ápice de resaca europea si el Real Madrid podía dejar el título sentenciado. Y, claro, no dejaba de ser una visita del Barcelona al Santiago Bernabéu. Con tantas imágenes grabadas en la retina, los argumentos en contra se desvanecían a favor del espectáculo. O, al menos, lo hacían dentro del bando blaugrana. A los 6 minutos, tras un córner en el que falló Lunin (al revés que en Mánchester), Christensen adelantó a los visitantes. Aunque solo fuese por un momento, había liga para los de Xavi Hernández y sudores fríos en la parroquia blanca.

El Real Madrid despertó con el gol en contra. El funcionamiento del peculiar remedio contra la resaca fue excelso, digno de apuntarlo en el libreto, pues los blancos no tardaron en empatar. Lucas Vázquez, que seguía imbuido por el espíritu de la Champions, aprovechó de la inocencia de Cancelo y la inexperiencia de Cubarsí para forzar un penalti que transformó Vinícius. Nueva vida en el Bernabéu tras el asedio de Mánchester y la caída de Montjuïc. Sin embargo, cada jugada tenía reminiscencias de la jornada europea. Para lo bueno y lo malo, solo pasaban flashazos por la cabeza de los que ocupaban el verde. Únicamente, el gol fantasma de Lamine Yamal —no hubo manera de conseguir una imagen nítida del balón— frenó semejante festival nostálgico.

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Lucas Vázquez fue un puñal por la banda derecha, participando en los tres goles de los suyos.

✨​ El descuento, el mejor aliado del Real Madrid

Lo único que le faltó a la primera mitad fue algo más de fútbol. Un Clásico no puede vivir de imágenes de jornadas europeas, sino de su mitología propia. Xavi, como uno de los actores principales de la mejor época de estos duelos, era consciente de ello. Con Pedri y Fermín dentro por Christensen y el lesionado de Jong, el técnico culé quería ir a por la liga. Pese a que el efecto no fue inmediato, lograron golpear primero. Como resultado de una buena posesión, el mismo onubense marcó tras un rechace de Lunin. Otra vez más, el Real Madrid iba a estar obligado a reaccionar, y, como si fuese la secuela del mismo guion, se iba a repetir la historia. Eso sí, tendría un cambio relevante: Vinícius asistiría a Lucas Vázquez para cerrar su semana fantástica. No había resaca que pudiese con el brasileño y el gallego.

A falta de 15 minutos del final y con el 2-2 en el marcador, llegó el momento del correcalles. Hasta el Real Madrid, pese a ser el teórico favorecido por el empate, abrazó el espectáculo. Lo hicieron con tantas ganas que pillaron a contrapie al Barça, generando las mejores oportunidades de los últimos minutos. Aun así, los blancos iban a dejar el gol hasta el descuento. No podía ser de otra manera en la Castellana a mediados de abril. En un contragolpe velocísimo, Lucas Vázquez —sí, otra vez él— apareció en una posición franca para el centro. Al otro lado no estaría Vinícius, sino Bellingham. No afectó al resultado, ya que el inglés, así como en Montjuïc hace unos meses, rompió el empate. Juego, set y partido para que el Real Madrid gane la liga. Al final, entre tanta secuela europea, se terminó la liga a 6 jornadas del desenlace. Menos mal que el Clásico iba a ser descafeinado.

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