El histórico equipo gallego atraviesa desde hace una década uno de los momentos más delicados desde su fundación. Tras malacostumbrarse con los éxitos de principios de los años 2000, en 2011 cayó por primera vez a la segunda división española. Entonces, tal y como sucedió en los 80, llegaron cuatro temporadas como equipo ascensor: los pares, ascenso; los impares, descenso. Parecía que lo peor ya había pasado, cuando entre 2014 y 2017 resistió tres cursos en la máxima categoría, no sin sufrir. Sin embargo, aquello no era más que un espejismo, presagio de que lo peor para el Depor estaba por venir.
En 2018 volvió a Segunda y, tras dos campañas en ese escalón, llegaron las arenas movedizas de la tercera categoría, de la que no ha salido desde hace cuatro años. Nunca ha estado tanto tiempo fuera de los dos primeros peldaños. Así ha sido el paso del Deportivo de La Coruña por las catacumbas del fútbol español, una travesía a la que ha puesto fin tras cerrar el ansiado ascenso.
😓 Crisis futbolística y económica en A Coruña
El Depor lo ha pasado realmente mal desde que entró hace una década en concurso de acreedores, tal y como comparte con nosotros Xane Silveira, periodista cercano al club: «Desde que pertenece a ABANCA, la estabilidad es importante, gracias a un banco que le ha respaldado en este momento tan delicado. Puso un crédito de 12 millones de euros y en diciembre de 2023 se aprobó otra ampliación de capital, con la idea de salir del concurso de acreedores, algo que ya está en marcha. El objetivo es solventar ese problema antes de regresar a la Segunda División».
Tras la reestructuración de la liga y la creación de Primera RFEF, el Deportivo apostó por mantener la estructura de plantilla. «Con sueldos increíblemente altos, desproporcionados hasta para Segunda División, ni hablar ya para la tercera categoría. Al final hubo que rescindir jugadores y puede que aún haya alguna deuda de esos tiempos. Celso Borges o Claudio Beauvue, lejos de rendir como las estrellas que se les consideraba, ofrecieron un nivel muy bajo en esa primera temporada en Primera RFEF», expone Xane. Y añade que con la humillante derrota frente al Celta B, el filial de su gran rival, el Depor tocó fondo. Aunque tampoco fue el único equipo autonómico que ganó con notoriedad al cuadro coruñés, también lo replicaron el Compostela o el Coruxo. Llegó a haber peligro de descenso a cuarta división, incluso.
El Racing de Santander atisba el fin a una década en el infierno
Al año siguiente hubo ya una importante restructuración, con Borja Jiménez como entrenador, el ahora técnico que roza el ascenso a Primera con el Leganés. El equipo empezó bien y compitió por el ascenso, pero le faltó mantenerse hasta el final. La 2021/2022 se hizo larga y a la postre fue el Racing de Santander el que subió gracias a una segunda vuelta histórica. Además, terminó de una forma muy amarga para el Depor, con el denominado ‘Albacetazo’ de por medio en el playoff, perdido por 1-2 en la prórroga. «Fue uno de los palos más duros del club, pero uno más al fin y al cabo, porque ya venía de sufrir batacazos como el del Mallorca en 2019, cuando el Depor se quedó a las puertas de retornar a Primera tras ganar 2-0 la ida, caer 3-0 en la vuelta y ver como Pablo Marí estrellaba un cabezazo a la madera en el último minuto», afirma Xane.
🤗 La afición siempre es motivo de ilusión
Es evidente que se viven tiempos complicados en lo deportivo, aunque no tanto en el ámbito social. Xane comparte que desde La Coruña la gente está volcada con el equipo, aunque se percibe cierto miedo, como se puede comprobar ahora, por los traumas que arrastra el Depor tras varios cierres de temporada decepcionantes. «Siempre que lo ha tenido en la mano se le ha escapado y, de hecho, los dos últimos descensos de Primera a Segunda División se produjeron en partidos contra equipos que no se jugaban nada, como Valencia y la Real Sociedad. Ambos, con derrotas en Riazor», recuerda.
La afición del Deportivo ha arropado esta temporada al equipo como nunca.
«Lo bueno, dentro de lo malo, es que a la fuerza el Depor ha aprendido a ser resiliente», afirma Xane. El club nunca ha estado tan bien socialmente como ahora, esta temporada se ha batido el récord histórico de socios (más de 28.000) y ha tenido que frenarse la campaña de abonados porque no cabían en Riazor, que cuenta con una capacidad de 32.000 espectadores. «Hay una lista de espera de entre 1.000 y 2.000 hinchas, incluso. Y eso que el dueño decidió romper con todo lo que había antes de esta temporada, cambiar a prácticamente todos los directores de departamento y, pese a las protestas de la afición, la gente siguió volcada». Una imagen representativa de este curso son los partidos ante Rayo Majadahonda, Cornellá o Sestao River de visita, en los que el Deportivo contó con un mayor número de aficionados en las gradas que los locales.
🔝 Las claves del ascenso del Depor
Xane comparte que la presente campaña tenía buena pinta desde pretemporada, aunque el inicio no fue el esperado y el equipo ha ido muy de menos a más este curso. «Tras golear 0-3 al Lugo en la segunda jornada, se percibía por las declaraciones de algunos protagonistas que el Depor iba a arrasar. Entonces vinieron las lesiones, como la de Yeremay Hernández, que es la estrella junto a Lucas Pérez. La semana siguiente fue expulsado el propio Lucas, a la otra cayó Iván Barbero, que era el único delantero centro de la plantilla, y eso afectó a la estructura. Después pasó por la enfermería también Ximo Navarro…» El Deportivo parecía mirado por un tuerto.
En busca de la mejor cantera de Segunda: ¿Espanyol, Racing, Sporting, Zaragoza…?
«La primera vuelta estuvo muy condicionada por esos factores, pero cuando Imanol Idiakez regresó al 1-4-2-3-1, que es el sistema que mejor ha funcionado, con Barbero de punta y Lucas Pérez mucho más cómodo por detrás, el Depor despegó de una vez por todas«. También se asentó David Mella, otra pieza importante en ataque, que entró al comienzo de la segunda vuelta por primera vez como titular junto a Lucas y Yeremay. Tres jugadores que, además, son de la casa. Dos canteranos y, Lucas, el hijo pródigo que volvió directamente desde Primera cuando más se le necesitaba.
De este modo se asentó el equipo titular y comenzó una racha de 16 partidos invicto, que se mantiene hasta el día de hoy. «Con Germán Parreño de portero, tras ganarle el puesto al veterano Ian Mackay, aupado por un gran juego de pies que le sienta de lujo al Depor para su propuesta». Como centrales se han consolidado ‘Los Pablos’, Martínez y Vázquez; mientras que en los laterales, Ximo Navarro y Mikel Balenciaga aportan la experiencia, dos piezas contrastadas en la élite que «saben proyectarse al ataque, pero también guardar la espalda y en momentos cerrar con tres». Diego Villares y José Ángel Jurado comparten sala de máquinas, una pareja inédita en el doble pivote hasta bien entrada la temporada, por la necesidad de colocar al primero por delante dadas las circunstancias. El damnificado ha sido Salva Sevilla, algo que Xane explica por el estilo de un Depor que se maneja mucho mejor en partidos de transiciones que sumando porcentajes muy altos de posesión.
Lucas Pérez volvió al Depor en su peor momento y ha liderado al equipo esta 2023/2024.
Para Silveira, la clave de estos resultados está en su dominio en ambas áreas. «El equipo tiene mucha más pólvora que el resto y solidez en campo propio, se siente relativamente cómodo tanto en bloques bajos con una pareja de centrales contundente para repeler envíos frontales; como a campo abierto por la capacidad de Pablo Vázquez para corregir. Todo ello, sin obviar la evidencia, claro. El liderazgo de Lucas Pérez, la indiscutible estrella. El ex del Arsenal, West Ham, Alavés, Elche o Cádiz, entre otros equipos, estuvo negado de cara a puerta la primera vuelta y se pasó 17 partidos sin marcar, hasta que rompió su mala racha en enero ante la Real Sociedad B.
Lucas Pérez acabó con su sequía, aunque ya antes era el máximo asistente de la liga, prueba de que se trata de un jugador superlativo, el playmaker que goza de mayor libertad sobre el césped. Xane comparte que «en la primera vuelta sostuvo al Depor con sus lanzamientos a balón parado y ahora ya se puede comprobar que está a otro nivel en esta categoría». Sumado a su pegada; son 11 goles y 17 asistencias para él. El bote de ketchup se destapó y ya es el jugador que más cifras ha conseguido mezclando ambos registros entre las tres primeras divisiones del fútbol español. Él vino para sacar del atolladero a los suyos y, año y medio después, curiosamente, un tanto suyo de falta le ha dado al Deportivo el ansiado ascenso.
