DIEGUENAZO MICHEL
✍️​ Opinión

El ‘Dieguenazo’: Míchel tendrá su particular Rayo-Liverpool

Podría hablar de los dos goles de Kylian Mbappé (vaya parto, eh), pero no. Pablo Fornals, que se quejó de que le preguntasen de la superestrella francesa, estaría orgulloso de mí. Para esta semana, prefiero aprovechar este espacio para dedicárselo a personas más terrenales que también han hecho méritos para estar por aquí. Míchel Sánchez, tras tanto tiempo escuchando aquello de «el año que viene, Rayo-Liverpool», ha conseguido su sueño. Va a jugar contra los reds en la Champions League. Y, aunque no sea con su Rayito, va a serlo con el Girona, el equipo que le ha encumbrado al lugar en el que merecía estar.

El triunfo de Míchel es el de todo un barrio, y esto merece un ‘Dieguenazo’.

⚡​ Míchel, el orgullo de Vallecas

No sé si es porque soy del barrio contiguo al suyo o porque sé que a veces viene a jugar al pádel en el club en el que entreno, pero Míchel me cae genial. Sin conocerle, le veo como un tipo sencillo. Hasta siento que no me cuesta empatizar con él. Es más, sería el famoso con el que iría a tomarme una cerveza. No tengo ninguna duda. Por ello, tras darse a conocer el kafkiano sorteo de la fase de grupos de la Champions League, solo podía acordarme de Míchel. Dijo que quería jugar contra el Liverpool, y el azar así lo quiso. Ha conseguido el sueño de todo aquel que ha estado en el Estadio de Vallecas y ha cantado «el año que viene, Rayo-Liverpool» cuando las cosas iban bien.

Si había alguien que se merecía cumplir esta profecía futbolera en forma de cántico, ese es Míchel. Fue ídolo del barrio como futbolista y como entrenador, y lo sigue siendo como persona. Siempre ha sido ejemplar pese a no tenerlo siempre de cara. Tuvo que lidiar con los problemas del Rayo antes de salir por la puerta de atrás, se marchó lejos de su casa para encontrar un éxito en Primera que le era esquivo, y aceptó comandar al Girona. Desde el primer día, hizo todo lo posible por encajar en su nuevo entorno. Hasta aprendió catalán para mostrar su compromiso con el proyecto. El resto de la travesía ya nos la sabemos. Ha hecho historia en el club, y también ha hecho historia para su barrio. El nieto de ‘La María’ lo ha conseguido.

El Girona y una reinvención obligada para seguir haciendo historia

Aquí hablo desde el desconocimiento más absoluto, pero juraría que lo que más ilusión le ha hecho en su carrera es esto de jugar contra el Liverpool. Por mucho que solo sea un partido de los ocho que jugarán en la fase de grupos, tiene ese simbolismo especial que lo cambia todo. Para Míchel, es la consumación de todo lo que ha hecho en su carrera. Cada paso, sin importar la dirección, le ha llevado a enfrentarse al Liverpool. El ídolo de Vallecas se va a codear con la realeza europea. Nunca había cobrado tanta fuerza el reducto rebelde que supone la calle del Payaso Fofo en el organigrama del fútbol español.

Míchel es un crack que ha abierto la puerta al resto. Ha demostrado que los finales son el principio de algo nuevo que nos pone en el camino. Seguramente, él hubiese querido hacerlo con el Rayo, pero no pudo ser. Lo asimiló y siguió. No dejó que un paso hacia atrás le quitase su objetivo, por lo que lo usó para coger carrerilla. Sin perder su esencia, supo adaptarse a todo para seguir caminando. En mis libros, eso es un referente. Y, como tal, solo puedo celebrar todos sus éxitos. Porque sí, estoy seguro de que su partido contra el Liverpool no será el último.

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