DIEGUENAZO REAL MADRID CHAMPIONS LEAGUE
Opinión

El ‘Dieguenazo’: la primavera, la Champions, el Real Madrid

​El viernes se celebró el sorteo de los cuartos de final de la Champions League. De todas las variantes posibles, al Real Madrid le tocó la peor: otra vez les tocará enfrentarse al temible Manchester City. La pena en el bando madridista duró 5 minutos como mucho. Ese shock inicial se transformó en un sentimiento de superioridad que no tiene nada que ver con aquel 4-0 tan doloroso. ‘Txiki’ Begiristain, director deportivo de los ingleses, fue más rápido en tener la misma sensación. Su cara hablaba por él. «Qué pesaos‘, otra vez», dijo tras el sorteo. Él sabe lo que pasa por estas fechas. El Real Madrid en cuartos es igual de temible que la primavera para un alérgico. Puedes sobrevivir, pero te va a dejar tocado.

No se podía quedar el sorteo sin su ‘Dieguenazo’.

🌺​ El Real Madrid y su sobreexcitación primaveral

Me tocó hacer las crónicas —más bien las pedía yo— del Real Madrid en la web de la Cadena SER en la temporada de las remontadas. Aunque sentía que siempre escribía el mismo artículo, me encantaba. Cada vez que me ponía a observar el partido en cuestión, mi objetivo era explicar por qué los del Bernabéu eran (y son) así. Entonces, para aquel Real Madrid-Manchester City en el que Rodrygo se mofó de la probabilidad y le escribió una carta de amor al destino, entendí que lo hacía mal. No tenía que explicar algo que carece de lógica, pues lo correcto era disfrutarlo. El Real Madrid escapó del análisis racional para hacer ciertas las creencias que envuelven a la Copa de Europa. El escudo, el miedo escénico… todo era verdad.

La final de la Champions League contra el Liverpool subrayó esa idea. Es imposible sobrevivir a semejante bombardeo en el Día D, pero los de Ancelotti lo consiguieron. No hubo nada que explicar desde la táctica y lo racional. Todo quedó opacado por ese nosequé que tiene el Real Madrid cuando hay que conquistar Europa. En cuanto la primavera hace acto de presencia y son pocos los partidos que separan al campeón del título, el sinsentido madridista florece. El Manchester City, por mucho que llegue con su triplete bajo el brazo, sabe que hasta lo imposible es posible ante los de la Castellana en estas fechas. Por Dios, si hasta Jesús Vallejo se transformó en Sergio Ramos durante aquella prórroga. Ni ese 4-0 del último precedente les libra de tener miedo por ese surrealismo mágico del Bernabéu en abril.

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Quizás, entre todas las lecturas que hay, la más curiosa es la del aficionado de a pie. Vi varios ejemplos de pesimistas crónicos que se lo empezaban a creer a los minutos de terminar el sorteo, casi tantos como creyentes acérrimos al Real Madrid en Copa de Europa. Todos ellos saben que, a fin de cuentas, su equipo es el coco del torneo. Luego pueden ganarlo o no, pero son el rival a batir. Cuando existe esa certeza generalizada sobre la superioridad de un grupo respecto al resto, no hay nada que temer. De ahí sale el hartazgo de ‘Txiki’ Begiristain tras confirmarse una vez más el cruce; de ahí surge el imaginario merengue. Es la fuente de la primavera blanca, el polen que tanto quieren las plantas y tanto molesta al resto.

Está por ver que sucede en esta nueva eliminatoria entre Real Madrid y Manchester City. Y, en el fondo, es lo menos importante. El madridismo vive más de la llegada de la primavera que de sus grandes noches. Es el momento en el que se genera todo ese imaginario que luego se plasma en el campo. Con la llegada del buen tiempo, empieza la conjura anual para hacer creíble lo irreal. Así escribieron la historia de sus 14 ‘Orejonas’, y en marcha está el siguiente capítulo. Porque esa es la esencia del Real Madrid: mientras otros sueñan con ganar solo una vez, ellos ya son conscientes de que van a seguir llenando sus vitrinas. Siempre ha sido, es y será algo tan impepinable como que después del invierno llega su amada primavera.

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