«Como entrenador, manejar esta plantilla es muy sencillo. La gestiono muy bien y todos me reconocen que soy fantástico en la gestión, pero hay otras cosas. Este equipo está bien trabajado. Si ganamos la Copa del Rey, en dos temporadas habremos ganado todos los títulos posibles y hay equipos que no lo ganan en toda su vida». Estas fueron las palabras que Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, utilizó en la previa del partido de ida de la Champions League ante el Chelsea. Sonó a reivindicación.
Y es que el italiano parece tener la etiqueta de magnífico «gestor». Como el técnico que tiene el sambenito de sacar a equipos del pozo cuando están con el agua al cuello. Sin embargo, Ancelotti ha demostrado ser algo más que eso. Pese a tener una de las mejores plantillas del planeta, eso nadie lo discute, el italiano, como él mismo advirtió ante los medios, está a una Copa del Rey de haber ganado todos los trofeos posibles con el Madrid en dos temporadas. Algo que muchos están olvidando.
Aclamado fuera, criticado en casa. Esa canción ya nos la sabemos. Pero al final el fútbol se trata de victorias. ¿Qué todo el mundo quiere ganar gustándose? Evidentemente. Pero lo primero es ganar. Y en eso ‘Carletto’ es un número uno. Es el técnico con más Champions en la historia de la competición (4), el que más victorias tiene en la Copa de Europa (107), el que más Mundiales de Clubes tiene junto a Pep Guardiola (3) y el único que ha sido capaz de ganar las cinco ligas más importantes de Europa. En clave Madrid, es el entrenador de la Décima y el que más triunfos europeos ha sacado (35). ¿Qué se le puede pedir más?
En la entidad de Chamartín, el de Reggiolo promedia 2,3 puntos por partido en 223 encuentros. Solo Zinedine Zidane y José Mourinho tienen un promedio similar comparándolo con los entrenadores del Madrid que han dirigido al club en más de 100 partidos. Aunque si dividimos las dos etapas de Ancelotti en el club blanco, en la primera promedió 2,36 puntos por encuentro. Nadie ha conseguido algo similar.
Pero si nos vamos directamente a su faceta de gestor, el del Madrid es uno de los vestuarios más complicados de tratar por los egos y relevancia de los futbolistas de la plantilla. Pese a esto, el italiano nunca ha tenido un enfrentamiento con ninguno de sus jugadores y todos hablan maravillas del entrenador. Algunos como Vinícius le consideran un padre por su trato y oportunidad en el equipo. También tiene al público en el bolsillo, con un Bernabéu que cantó su nombre en el choque contra el Chelsea.
Ancelotti está a las puertas de poder sumar una Copa del Rey nueve años después y la Champions 15 para el club. Sabe que en el Madrid la exigencia es máxima y que en la anterior etapa (2013/2014) salió tras ganar, precisamente, esos dos títulos. El contrato del italiano finaliza en junio de 2024. Su idea es continuar, aunque hay un interés por parte de la Asociación Brasileña de Fútbol. En cualquier caso, con todo lo expuesto anteriormente, Ancelotti está en disposición de elegir su futuro. Sea cual sea su futuro, tiene que ser valorado como se merece: uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol y del Madrid.