Una cosa ha quedado clara tras la conclusión del Gran Premio de Arabia Saudí: la emoción no está en la pista. El dominio de Red Bull es aún más evidente que el año pasado; esta segunda carrera supone el segundo doblete consecutivo con gran holgura. Las distancias en ritmo de clasificación son mínimas, e incluso históricas —nunca hemos visto solo un segundo entre el primero y el último en la Q1—, pero crecen drásticamente cuando se añaden más litros de combustible a los monoplazas. Que se lo digan, entre otros, al Aston Martin de Fernando Alonso.
El futuro de Fernando Alonso: ¿Mercedes, Aston Martin… o Red Bull?
Después del anuncio del fichaje de Hamilton por Ferrari a partir de 2025, hemos asistido al interminable ‘Caso Horner’ que, personalmente, renombro como el ‘Caso Red Bull’. Todo gira en torno a la lucha por el poder tras el fallecimiento del fundador de la marca austriaca. Se ha podido escuchar y ver de todo, desde ceses de miembros del equipo hasta cortinas de humo que cambian de un día para otro. El viernes, Helmut Marko señaló que igual lo despedían de inmediato, y al día siguiente apareció en el paddock con el CEO de Red Bull diciendo que se queda. Además, se han tejido todo tipo de teorías que hasta ahora no se han podido desechar, como que Ford abandona el proyecto para 2026 o que Verstappen saldrá del equipo si Horner no dimite y fichará por Mercedes —según afirmó Toto Wolff, quien ha expresado su interés en contar con el piloto holandés—.
Sea como fuere, a nosotros, los españoles, nos interesa dónde acabará Fernando Alonso el próximo año y, por encima de todo, que recale en el mejor equipo posible.
Mercedes es garantía de éxito para Fernando Alonso
La opción más realista es el fichaje de Alonso por Mercedes, cosa que no parece ilusionar demasiado a los aficionados, según he podido percibir. Acabamos de presenciar un mal Gran Premio de los germanos, siendo los segundos más lentos en curva rápida por detrás de Williams y un decadente Alpine. Sin embargo, soy de los que creen que la partida aún no está decidida. Lo iremos viendo en el próximo mes, el cual considero clave para el devenir de los acontecimientos. La cita de Emilia-Romaña, que tendrá lugar después del GP de Japón —quinta carrera de la temporada y la primera de la gira europea—, será el primer punto de inflexión del curso, ya que los equipos llevarán, por primera vez, importantes mejoras en sus monoplazas.
Esto es determinante para Fernando Alonso, que podrá vislumbrar el rumbo de Aston Martin, y si es capaz de mejorar el rumbo con el transcurso del tiempo, algo de lo que no fue capaz en un 2023 en el que empezaron como segunda mejor escudería y acabaron en la quinta plaza de constructores. Aquí precisamente quería llegar. El equipo del español ha comenzado como el quinto coche, mientras que Mercedes está un paso por delante, junto a McLaren. Históricamente, los alemanes siempre han sido capaces de mejorar. El año pasado, por ejemplo, cambiaron el coche por completo en Mónaco, pasando a ser la segunda mejor escudería.
La situación actual, aunque no lo parezca, es aún mejor para ellos. Algunos dicen que la base del Mercedes no es buena y que este reglamento se les está atragantando, que se les ha olvidado construir coches ganadores y que por eso Hamilton, conocedor de la situación, huye a Ferrari en busca del octavo Mundial. Yo no lo considero así. En las próximas carreras la comparativa entre Mercedes y Aston Martin servirá a Fernando Alonso para esclarecer las dudas de su futuro, aunque no creo que tenga muchas de que la mejor opción es recalar en la escudería de la estrella.
La otra opción que se baraja, la cual personalmente descarto, aunque en este mundillo nunca se sabe, es que Fernando Alonso acabe en Red Bull con un Verstappen yéndose del mejor equipo de la parrilla. ¿Suena eso lógico? ¿Todo por un jefe de equipo que de momento no quiere dimitir? A mí no me parece que tenga sentido. Pienso que en el ‘Caso Red Bull’ nos estamos perdiendo algo, pero al final no va a quedar en más que una anécdota que se solucionará cuando los jefes que aspiran al control del poder se pongan de acuerdo.
