El pasado miércoles 10 de enero Haas inició una revolución tras diez años en la Fórmula 1 sin pena ni gloria, con una tendencia clara a lo largo de esta década: cuesta abajo y sin frenos.
Ese día se produjeron dos anuncios importantes para la escudería. Durante la mañana se confirmó la marcha de su Director Técnico, Simone Resta. El italiano vuelve a Ferrari, su casa, tras estar cedido en Haas. Por la tarde, la guinda del pastel: Guenther Steiner, su jefe de equipo y líder, también dijo adiós. Ambas salidas son muy malas noticias. Resta menos de un mes para que se desvelen los monoplazas y el abandono de dos pesos pesados del equipo genera inseguridad. Son dos movimientos que podrían haber sido buenas ideas si se hubiesen realizado con anterioridad.
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Pero estos cambios están inmersos en un intento de revolución, con el fin de abandonar esa tendencia que arrastran desde hace mucho tiempo. La gestión de Haas estos años ha sido nefasta y muchas cosas más deben cambiar en el seno del equipo.
🔧 Haas necesita reinventarse
Lo primero que debe dar un giro de 180 grados es la gerencia del equipo y la visión que tienen del mismo. Es imperativo destacar que la inversión que realiza Gene Haas, propietario del equipo es escasa. Hasta el año pasado competían con materiales obsoletos que les dejaban en una desventaja respecto a sus rivales.
El año pasado lograron solucionar el problema gracias a la llegada de Moneygram como un patrocinador importante para el equipo. Gracias a ello llegaron a invertir lo suficiente para acercarse al límite presupuestario.
Otro aspecto que Haas ha gestionado mal es el de sus pilotos. Sus alineaciones siempre han sido mejorables y han dado demasiadas oportunidades a pilotos que tal vez no las merecían. Son una escudería que necesita resultados, que sus dos figuras cumplan las expectativas. Y en esto Steiner no acertó.
Sin embargo, aunque no se recuerda como debería, Steiner llevó de forma formidable la salida de Mazepin, una situación compleja que casi deja en la quiebra al equipo. A inicios de 2020, Haas fichó a un piloto de Fórmula 2 por su capital: aunque no era el mejor de la parrilla, proporcionaba un beneficio económico esencial. Al final de 2021, un año después, los resultados no acompañaron y el estallido del ataque de Rusia sobre Ucrania provocó que Haas tuviese que desvincularse del ruso y su poder adquisitivo. Decisión muy difícil para el equipo, debido a su pésima situación económica y su desempeño en la pista.
También la Fórmula 1 pierde a uno de sus hombres más carismáticos, uno de sus showmans. Será extraño no escuchar sus declaraciones variopintas y sus intervenciones en la serie de Netflix. Pero, obviamente, estos factores son secundarios.
En resumen, si tuviese que dar un veredicto, diría que creo que es una decisión acertada: el cambio es necesario, pero creo que no llega en buen momento. También resaltar que espero que en Haas sepan que haber echado al rey no implica que ya esté arreglado el reino. Tienen que tener claro lo que quieren hacer: si su sueño es ganar, hay que arriesgarse e invertir, no esperar un milagro.