El pádel siempre ha sido un deporte en el que se ve volar pelotas, jugadores y, sobre todo, a sus seguidores, que se me mueven por el mundo para poder disfrutarlo. El World Padel Tour, este aeropuerto que permite una experiencia internacional, cambia su nombre desde el 1 de enero de 2024, con mejoras y cambios, para denominarse únicamente Premier Pádel.
En verano siempre están las denominadas operación entrada y operación salida, algo que también sucede en el deporte y, en particular, en el pádel. A inicios de 2023 se confirmó el adiós del jet de Pablo Lima, cuyo despegue tiene fecha: del 16 al 24 de septiembre en el WPT de Madrid, en busca de nuevos rumbos para el pádel profesional en la liga americana. El ‘cañón de Porto Alegre’ seguirá dejando muestras de su trabajo, esfuerzo y su juego. Juani Mieres también ha despegado en el Fip Rise de Córdoba, un jugador técnico y temperamental. Estos viejos pilotos se suben al mismo avión, el del retiro como profesionales, pero aun así seguirán en otros destinos para favorecer el futuro del pádel.
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Cualquier marcha de los protagonistas siempre causa dolor en el aficionado al pádel, pero más si cabe si se trata de alguien que se ha ganado a pulso un reconocimiento mayúsculo. Es el caso de Juan Martín Díaz, que pondrá rumbo a USA tras catorce años como número uno. Seguro que con su magia conquistará el mercado americano.
En este aeropuerto también hay vuelos femeninos. Mapi y Majo Sánchez Alayeto se unen a la aventura y dejan definitivamente el pádel profesional. Emprenderán nuevos caminos, nuevos objetivos dentro y fuera de este deporte. Dos profesionales que cambiaron el funcionamiento del pádel femenino: su juego, su garra, su velocidad… y supieron sobreponerse a cualquier turbulencia. Desde luego, sembraron un nuevo estilo en el pádel femenino.
Cambios de copiloto en el pádel
También se han producido numerosas escalas en 2023, en busca del copiloto ideal. Es el caso de Tapia y Coello que han generado revuelo entre los pasajeros, y de Martín y ‘Stupa’, capaces de dar batalla en el aire. Escalas que de vez en cuando son necesarias y que, en muchas ocasiones, resultan satisfactorias para ambas partes.
El cambio del nombre de este aeropuerto se produce después de que QSI haya absorbido el circuito actual, bajo la atenta mirada del Gobierno y de la Federación Internacional de Pádel, una nueva estructura organizativa. Tanto pilotos como viajeros quedan a expensas de ver mejoras en las instalaciones, en los destinos y, sobre todo, en la igualdad entre los jugadores. Deseamos que lo viejo se recuerde siempre con su esencia y que este lavado de cara ayude al pádel a su máximo objetivo, ser deporte olímpico.
