Carlos Cabezas es toda una leyenda del baloncesto español. El malagueño ha sido partícipe de algunos de los momentos más icónicos de la historia del deporte de la pelota naranja en nuestro país. De la generación del 80, como Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes o ‘Berni’ Rodríguez, fue parte de los ‘Juniors de Oro’ que conquistaron el Mundial de 1999 y que posteriormente tocaron la gloria con el oro absoluto en Japón (2006) y en el Eurobasket de Polonia (2009).
Una batería de hitos que se extendieron también al club de su vida. En Málaga, participó en el mejor Unicaja de todos los tiempos junto a figuras como ‘Berni’ Rodríguez o Jorge Garbajosa. Dirigidos por Sergio Scariolo, ganaron los primeros títulos de la institución (la Copa Korac 2001, la Copa del Rey 2005 o la Liga ACB 2006). Tras sus años dorados, se convirtió en un auténtico trotamundos y pasó por clubes tan potentes como el Khimki de Moscú, además de otros en Francia, Hungría, Argentina, Uruguay, Puerto Rico o Venezuela.
Actualmente ayuda a su amado Unicaja, donde su mítico dorsal ’10’ cuelga en lo más alto del Martín Carpena, junto al ‘5’ de su amigo ‘Berni’, desde una nueva función en los despachos. Ahora, Unicaja es un equipo que gracias a los consejos de sus antiguas estrellas y la dirección de Ibon Navarro intenta revivir aquella época de éxitos.
Carlos Cabezas: «Ganar la BCL es un objetivo prioritario para Unicaja»
🥇 Campeón del Mundo en Japón 2006
El año 2006 es uno de los más recordados en el deporte español. Rafa Nadal consiguió su segundo Roland Garros al derrotar a Roger Federer en la final y Fernando Alonso se convirtió en bicampeón de la Fórmula 1 con Renault. Incluso las esperanzas e ilusiones de los españoles estaban puestas en la Selección de fútbol, que dirigida por Luis Aragonés pujaba por ganar el Mundial de Alemania, aunque Francia y Zinedine Zidane les dejó por el camino. La hazaña, finalmente, llegaría cuatro años más tarde.
Otra de las citas más esperadas por aquel entonces fue el Mundial de Baloncesto de Japón. España presentaba uno de los equipos más potentes que ha tenido en su recorrido por las competiciones internacionales, con la base formada por los famosos ‘Juniors de Oro’. Sin embargo, la presencia de Estados Unidos, favorita en cada evento, y la ausencia de títulos al más alto nivel, no permitía que las expectativa se disparsen.
Por eso la alegría con la consecución de las hazañas fue mayor si cabe. «Es lo más grande que se puede vivir en una carrera deportiva, al menos para mí. Vestir ‘La Roja’ es increíble. Yo en aquel momento estaba acostumbrado a ganar, porque tuve la suerte de que mi generación, la de 1980, que siempre fuimos juntos, ganaba títulos desde que éramos pequeños, pero cuando lo miras con perspectiva… da vértigo», explica Carlos Cabezas en exclusiva a Legal Sport.
El base, que lució con el número ‘6’ durante dicho torneo, fue el suplente de José Manuel Calderón en aquella Selección y jugó minutos clave de, como en la final frente a Grecia: «Nosotros teníamos el convencimiento de que íbamos a ganar desde el principio. Estábamos acostumbrados a lidiar con esa presión y teníamos un grupo espectacular con, algunos de los mejores jugadores de la historia de España. No podíamos fallar. Y no lo hicimos».
Pocos recuerdan que Pau Gasol no pudo disputar la final ante Grecia: «Perdíamos 20 puntos y 10 rebotes, pero había compañeros para completar el trabajo. Con Pau tengo muy buena relación, hemos sido compañeros y rivales desde pequeños. He seguido su evolución muy de cerca, en el anillo que gana ante Boston Celtics me invitó y estuve apoyándole en Los Ángeles. La dimensión que ha alcanzado le ha llevado a convertirse en el mejor jugador europeo de la historia».
🇪🇸 Vivencias con la Selección
Después de ganar el Mundial, ‘Pepu’ Hernández optó por otros jugadores para los siguientes torneos, en 2007 y 2008: «Alguna vez te toca caer de la lista de la Selección, porque hay una competitividad enorme. Me queda la espinita de los Juegos Olímpicos, donde sí me hubiera gustado estar, pero no cambio mi carrera por nada».
«Luego en el Europeo de 2009 volvimos a proclamarnos campeones. Fue una época muy bonita y especial porque me reencontré con Scariolo, que siempre ha confiado en mí«, analiza Cabezas.
Carlos Cabezas fue parte fundamental de los ‘Juniors de Oro’ campeones del mundo en 1999.
Los ‘Juniors de Oro’ se proclamaron campeones del mundo en 1999 y, desde entonces, junto a varios jugadores de las generaciones posteriores, compusieron un bloque muy reconocido en España: «Formamos un grupo humano espectacular y siempre hacemos por vernos, como con Felipe Reyes o con Juan Carlos Navarro. Después de nuestras carreras, ahora cada uno de nosotros está intentando extender su legado en nuestros respectivos clubes«.
Uno de los jóvenes que más hueco se hizo en aquel equipo, al que Carlos Cabezas conoce muy bien, es Marc Gasol: «Marc es de la generación posterior, pero yo le conocía porque venía a ver jugar a Pau. Después, en el Mundial de 2006 fue mi compañero de habitación y, pese a que era muy joven y entró a última hora, fue muy importante para nosotros».
«Era un chaval muy grande, incluso con problemas de sobrepeso. El trabajo que ha hecho con su cuerpo es espectacular para poder sacar su talento y dominar en el baloncesto. Solo gracias a ese sacrificio ha podido obtener las recompensas que ha cosechado, como ganar un Mundial o un Europeo, ir a los Juegos Olímpicos, conquistar el anillo de la NBA«, explica Cabezas sobre Marc Gasol.
El próximo 6 de abril, el pequeño de los Gasol verá su camiseta retirada en el pabellón de los Memphis Grizzlies, un hito único para un jugador de baloncesto: «Es lo máximo; yo la tengo retirada en Unicaja, pero él la va a tener en la NBA, como su hermano. No es fácil vivir a la sombra de Pau y Marc no solo lo ha conseguido, sino que ha completado una carrera espectacular«.
🏆 Un Unicaja legendario
Entre aquellas conquistas de la Selección española, Carlos Cabezas vivió la época del mejor Unicaja de la historia: «Recuerdo aquellos años con mucho cariño. Fueron momentos de mucho trabajo y muchísimo sacrificio. Scariolo cogió las riendas e inmediatamente pensamos que podíamos hacer cosas grandes. Hicimos mucha piña, algo crucial para que un club que no tenía títulos pudiera conseguir trofeos».
Carlos Cabezas y ‘Berni’ Rodríguez tienen sus dorsales de Unicaja retirados en lo más alto del Martín Carpena.
«Sergio Scariolo es el entrenador más importante de mi carrera. Él fue el verdadero impulsor de aquel Unicaja. Teníamos un equipo muy bueno, con muchas estrellas, pero Sergio fue el que supo poner a cada uno en su lugar y hacer que funcionásemos como grupo», detalla Cabezas sobre la figura de Scariolo, para el que jugó en Unicaja, Khimki, además de en la Selección.
Con Unicaja, Cabezas ganó la Copa Korac en 2001, la Copa del Rey en 2005, la Liga ACB en 2006 y jugó la Final Four de la Euroliga en 2007: «El año de la Copa fue un año atípico porque empezamos regular, no nos salían las cosas… y fuimos de menos a más. En ACB nos costó mucho arrancar con cuatro derrotas consecutivas y en Euroliga, directamente, no pudimos competir al nivel que un equipo como el nuestro exigía. Sin embargo, la Copa lo cambió todo».
Sergio Scariolo, junto a Jorge Garbajosa, durante su etapa como entrenador de Unicaja.
«Ganar la Copa del Rey en Zaragoza, que fue el primer título nacional para Unicaja, nos hizo creer que podíamos luchar por retos mayores. Entramos como octavos, casi sobre la bocina, y como tapados dimos la sorpresa. A partir de ahí, en la Liga de 2006 nos sentíamos favoritos y no permitimos que se nos escapara. Por último, la afición lo recuerda menos porque no ganamos, pero nosotros valoramos mucho la Euroliga de 2007, ya que meter a un equipo como Unicaja en la Final Four es algo muy grande«, concluye Cabezas sobre su etapa como cajista.
🧳 El Carlos Cabezas más aventurero
Después de salir de Unicaja y pasar por un equipo potente de Euroliga como era en aquel entonces el Khimki ruso, donde coincidió con Scariolo y Raúl López, Cabezas hizo su regreso a España para jugar en conjuntos como Zaragoza, Fuenlabrada o Baskonia. Tras pasar por todos ellos con luces y sombras, el base se lanzó a la aventura: «Hay que salir de la zona de confort y atreverse. Al jugador español le cuesta mucho marcharse si no es para jugar en la NBA«.
«Es una experiencia que recomiendo muchísimo. Creo que los jugadores que se atreven a salir están hechos de otra pasta. Es muy bonito conocer otras culturas, otra forma de jugar y de disfrutar del baloncesto», termina Cabezas, que cerró su carrera en América en países como Argentina, Venezuela, Uruguay o Puerto Rico.
