NBA All-Star.
🏀 NBA

NBA All-Star: renovarse o morir

El All-Star de la NBA ha experimentado mínimos históricos de audiencia en su edición de 2023. El choque entre el Team LeBron y el Team Giannis en Salt Lake City arrojó datos escalofriantemente bajos con respecto a sus predecesores. Si ya mostraba una tendencia a la baja, las críticas al certamen no hicieron más que ahondar en la herida. Muchos han calificado el duelo del domingo como «el peor partido de baloncesto de la historia». El fin de semana de las estrellas ha dejado de ser atractivo y necesita un cambio radical.

📉 Cifras preocupantemente negativas

Hace varios cursos que las audiencias del NBA All-Star caen en picado. Se repite desde inicios de la década de 2010. La mejor liga del planeta ha buscado desde entonces paliar dicho bajón con cambios en los Rising Star Challenge, en los concursos del sábado y en el enfrentamiento dominical. Pese a que se habla de All-Star Weekend y que la NBA valora los tres días como un todo, su producto principal siempre ha sido el partido de las estrellas.

Para la edición de 2022 ya se registró un pobre dato de 6,28 millones de espectadores, aunque significó un pequeño repunte respecto a 2021. El All-Star del State Farm Arena de Atlanta (Georgia) se consideró el peor de siempre, con 5,9 millones de espectadores. Pero el de 2023 se lleva el premio. Un descenso del 22% sobre 2021 y del 27% sobre 2022, con una paupérrima cifra de 4,6 millones de espectadores de promedio.

Datos muy preocupantes comparados con los números que arroja la competición en las Finales. La victoria de los Golden State Warriors en el sexto y definitivo partido de la serie contra Boston Celtics fue seguido por 14 millones de espectadores. En su minuto de oro, el duelo congregó a 16,8 millones de televidentes. Además, la NBA facturó más de 10.000 millones de dólares en la temporada 2021/2022, la cantidad más elevada de su historia.

👎 Las ausencias merman el NBA All-Star

La enorme cantidad de bajas ha sido una de las principales causas del descenso en los ratings. Jugadores como Stephen Curry o Kevin Durant no estuvieron presentes, mientras que Giannis Antetokounmpo, lesionado, finalmente no jugó. Con estos y otras estrellas fuera de combate, el interés disminuyó más si cabe. Pese a ello, algunos momentos, como el concurso de mates con Mac McClung como indiscutible protagonista o el draft de elección de las plantillas al instante, han sido novedades interesantes.

🆕 ¿Tienen otros deportes la solución?

Es evidente que la NBA necesita reinventar el All-Star Weekend. Encontrar una alternativa de funcionamiento inmediato parece complicado, pero la mejor liga de baloncesto tiene varios formatos en los que fijarse. El Pro Bowl de la NFL ha eliminado el enfrentamiento entre las dos conferencias y lo ha sustituido por varios duelos de Flag Football. Los números fueron muy bajos, sí, pero al menos han intentado innovar. Por su parte, la NHL lo ha sustituido por un mini torneo entre cuatro equipos, uno por cada división; mientras que la MLB se mantiene sin grandes cambios. En cualquier caso, ninguno de estos ejemplos parece convencer a Adam Silver.

Pro Bowl: todos quieren ser elegidos, pero nadie quiere jugarlo

Aunque son todo especulaciones y puede sonar rocambolesco, la salvación podría estar en el baloncesto español. La WNBA ya ha implantado un trofeo de mitad de temporada al estilo de la Copa del Rey en España: la Commissioner’s Cup. La NBA podría ser la siguiente en sustituir el All-Star Game por un torneo similar. La mera novedad ya supondría un impulso en las audiencias y el aumento de la competitividad sería notable, ya que habría un entorchado de por medio. Evidentemente, hablamos de suposiciones propondría nuevos conflictos, puesto que los jugadores y la propia liga tiene reservadas esas fechas para descansar, no para competir. ¿En resumen? La NBA debe buscar una respuesta si quiere salvar el All-Star de su fatídico destino.

Ir al contenido