El Real Madrid completó en el WiZink Center uno de los hitos más impresionantes de la historia del baloncesto europeo. Por primera vez en del playoff de la Euroliga, un equipo fue capaz de remontar un 0-2 en contra. La serie frente a Partizan quedará en la memoria de todos los aficionados al baloncesto.
La pelea del segundo partido y las sanciones; el nivel superlativo de Kevin Punter… en un equipo entrenador por Obradovic; las dos victorias del Madrid en Serbia cuando todo estaba perdido, con la lesión de gravedad de Gabriel Deck por el camino; el sinsentido del quinto encuentro, donde los merengues llegaron a ir perdiendo por 18 puntos al inicio de la segunda parte para terminar con una remontada épica liderada por Sergio ‘Chacho’ Rodríguez.
Acompáñanos en este repaso a todas las narrativas que se desataron en una de las series más emocionantes de la historia de la Euroliga:
🤫 Kevin Punter silencia el WiZink Center
Todo comenzó antes de que empezara el playoff de la Euroliga. El Real Madrid viajó a Israel para disputar el último partido de la temporada regular en el que se jugaba su clasificación final y, por lo tanto, su rival en los cruces. Los de Chus Mateo cayeron de manera estrepitosa frente a Maccabi y acababan condenados al tercer puesto y a medirse al Partizan de Belgrado.
En un primer partido con cierta igualdad, en el que tan solo Gabriel Deck (24 puntos) y Guerschon Yabusele (14 tantos) pudieron mantener el tipo, Partizan dio la campanada. Nadie esperaba así al equipo serbio. Obradovic dominó el escenario a su antojo. Engatusó a los árbitros, puso al público a rabiar e hizo que se escucharan más a los suyos y ajustó cada retoque de Chus Mateo hasta destruirle. Todo eso apoyado en un Kevin Punter superior al resto, claro está.
El de El Bronx tumbó al Real Madrid con intervenciones de todas las formas y colores. Penetraciones, triples, driblings y pases imposibles que habilitaban a sus compañeros. Con Alen Smailagic y Mathias Lessort que dominaron la pintura. Punter anotó 26 puntos y repartió 6 asistencias para culminar con un triple inverosímil sobre la bocina que silenció el WiZink Center.
¿Por qué el de Partizan es un partido definitivo para el futuro del Real Madrid?
😖 Del desastre a la desesperación
La mayor advertencia realizada por los expertos y el mayor miedo del aficionado madridista era perder uno de los dos partidos iniciales en Madrid. Eran muchos los que pensaban que si los de Zeljko Obradovic ganaban uno de los dos primeros cruces, la eliminatoria moriría en Belgrado a favor de Partizan, por su condición de uno de los locales más temidos de todo el campeonato. Por lo que la tragedia se mascaba de cara al segundo choque.
Con una derrota en el zurrón, el Madrid estuvo irreconocible en el segundo envite del WiZink Center. Tavares cayó lesionado y la sobrecarga de minutos que Chus Mateo otorgó a sus jugadores clave durante la temporada mostró a un conjunto merengue fundido y sin soluciones. Un Partizan más coral, con Dante Exum a la cabeza (19 puntos) rozaba el 0-2 y la paliza era notable.
Hasta que llegó lo que todo el mundo conoce. La tángana. Una pelea que obligó a detener el partido y de la que es mejor olvidarse, ya que representa una parte oscura del deporte. Sanciones para varios jugadores, las más duras para Yabusele (5 partidos) y Punter (2 encuentros). Un momento que representó la desesperación interna de un Real Madrid al que no le salían las cosas. Los medios y muchos fans externos al cuadro blanco sentenciaron al Real Madrid y aprovecharon esa situación para tacharlos de violentos, momento que define también el resurgimiento del equipo.
🤍 Remontada con el sello Real Madrid
Nadie tiene ese carácter ganador que va adherido a la tela blanca de las camisetas del Real Madrid. Pendía de un hilo y tenía que visitar una de las pistas más calientes de Europa para medirse a un buen roster de jugadores, que además, estaba dirigido por el mejor técnico posible. Y sin los sancionados claro. Con Tavares y un impresionante Nigel Williams-Goss los blancos conquistaron el Stark Arena y alargaron la desesperación hasta el cuarto partido
🔥 NIGEL WILLIAMS-GOSS 🔥pic.twitter.com/wVypTXhADf
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) May 2, 2023
El cuarto partido también cayó del lado blanco, no sin un sufrimiento extremo. Además, Gabriel Deck con una grave lesión en la rodilla tenía que decir adiós a la temporada. Pero ese escudo y esa camiseta son únicos, tienen algo que no se puede explicar y que nadie en toda Europa tiene. Y es que cuando las desgracias se suceden y las cosas parecen imposibles, el gen de las remontadas del Real Madrid se activa, pero suele hacerlo al final, cuando lo épico roza su máxima expresión.
Al igual que la pasada Champions League, en la que sus homólogos del fútbol estuvieron una y otra vez contra las cuerdas, los integrantes de la plantilla del baloncesto estuvieron, también en el quinto partido, con los dos pies fuera de la Euroliga. Pero cuando se trata de la mayor competición europea y del Real Madrid no se puede afirmar nada hasta el final.
📽️ El quinto partido, un clásico instantáneo
Con el WiZink Center a reventar, hasta Vinícius Júnior se acercó a apoyar a los blancos, el Real Madrid esperaba completar la machada. Era tarea difícil, ya que no podía contar ni con Vincent Poirier, ni con ‘Gaby’ Deck, ni con Yabusele. Por si fuera poco, en Partizan estaba de regreso Kevin Punter, para mandar de nuevo a callar a la calle Goya.
Ante esta situación Chus Mateo ajustó el quinteto e introdujo al canterano Eli Ndiaye para emparejarse con Zach LeDay. El tiro le salió bien al técnico madrileño que a través del senegalés y con Tavares consiguió sellar la pintura. Y no dar opciones ni a LeDay, muy incómodo, ni a Mathias Lessort.
De todos modos, como si de un guion de película se tratase, el partido no pudo ir a peor para el Madrid. El segundo cuarto fue horrible. Partizan se marchó al descanso con 55 puntos anotados y una ventaja de 16 tantos. Por si fuera poco, comenzaron arriba también en el tercer cuarto y alcanzaron una máxima de 18 puntos. Dzanan Musa fue el único que mostró la cara al partido en ataque. Tavares se cargó de faltas, el balón no fluía en ataque con lanzamientos si ningún sentido y todo se encaminaba a la dura eliminación.
Y entonces llegó la resurrección, por mediación de la vieja guardia del Real Madrid. Los que conocen mejor que nadie el significado de las remontadas, el significado de vestir la camiseta del Real Madrid y de portar ese escudo: Sergio Llull, Rudy Fernández y Sergio Rodríguez. Con 35, 38 y 37 años respectivamente. Los tres jugadores, que junto a Felipe Reyes, representa mejor que nadie al club de la castellana
Sergio ‘El Chacho’ Rodríguez revive «el corazón del campeón» en Euroliga
‘El Chacho’ dominó la segunda mitad a su antojo con 16 puntos, triples, asistencias y canastas a aro pasado como si tuviera 20 años. Llull, que no se terminó de entender con Mateo hasta estos últimos partidos para demostrar que pese a su estado físico esa explosividad que te gana partidos siempre estará con él. Y Rudy, un titán, que se dejó el hombro en la pista y pese a ello defendió como si fuera un chavalín. Además de Mario Hezonja, que parece el más preparado para heredar ese sentimiento con su garra y explosividad croata.
En definitiva, una épica remontada, una victoria histórica como dijo ‘Super Mario’ que es difícil que se vuelva a repetir. Nunca en la historia se había remontado un 0-2 en el playoff de la Euroliga. El primer partido que el Real Madrid gana en la máxima competición europea tras perder de 16 puntos al descanso, el primer choque que Partizan y cualquier equipo de Obradovic pierde tras ganar de 16 puntos al medio tiempo y la segunda remontada (-18) más grande del Real Madrid en la historia de la Euroliga.