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Ernest Nuamah: el colmo del fútbol multipropiedad

El fútbol está cambiando y, con él, llegan prácticas peligrosas como el libre comercio entre clubes multipropiedad. El control hacia estos grupos de equipos cada vez es más laxo, tal y como demostró la UEFA en su última reunión. Algo que ha derivado en un cuantioso número de operaciones sospechosas, en las que la entidad más saneada acomete el fichaje, pero es su filial (o matriz, en algunos casos), quien se aprovecha del vacío legal para incorporar al jugador en calidad de cedido.

El auge de la multipropiedad en el fútbol

🤷El caso de Ernest Nuamah

Esta semana saltaron las alarmas en todas las bases de datos cuando conocimos que el RWD Molenbeek, equipo humilde cuyo objetivo es no descender, invirtió 25 millones de euros por Ernest Nuamah, atacante ghanés procedente del Nordsjælland danés. Con diferencia, la llegada más costosa del verano en Bélgica, por delante de los 8 millones de euros que depositó el Club Brujas por Igor Thiago y Hugo Vetlesen. De hecho, la nueva adquisición del conjunto de Bruselas pasó a ser el fichaje más caro en la historia del fútbol belga, superando los 17 millones que el propio Brujas invirtió en Roman Yaremchuk hace un año. ¿Cómo diablos se explica eso?

Muy sencillo: esto no es más que otra triquiñuela del fútbol multipropiedad. Porque, más que el Molenbeek, quien ha fichado a Ernest Nuamah ha sido Eagle Football, el conglomerado al que también pertenecen el Crystal Palace inglés, el Botafogo brasileño, el FC Florida estadounidense y el Olympique Lyon francés. Era evidente que Nuamah no iba a jugar en la Jupiler Pro League belga y, solo un día después, se ha cerrado el círculo con su cesión al equipo galo, que ha utilizado al Molenbeek como intermediario para burlar el Fair Play Financiero. Evidentemente, las denuncias se agolpan ahora y parece que Eagle Football, así como sus dos filiales implicados, serán sancionados con una multa. Aunque el daño ya está hecho.

🤦‍♂️ Una práctica común en Francia

El de Ernest Nuamah no es el primer caso sospechoso en el que el fútbol multipropiedad hace de las suyas este verano en la Ligue 1. Sin ir más lejos, Romain Faivre, centrocampista ofensivo del propio Olympique Lyon, se marchó al Bournemouth inglés por 13 millones de euros y estos le cedieron inmediatamente al Lorient. Casualmente, de la misma propiedad. Un caso similar es el de Ângelo Gabriel, atacante brasileño del Santos, que abandonó Brasil para unirse al Chelsea. O eso pensábamos, hasta que nos enteramos de que, tras firmar su nuevo contrato con el cuadro londinense, se marcharía prestado al Strasbourg, la última inversión de Todd Boehly y compañía.

Sávio Moreira Girona Troyes multipropiedad

El City Footbal Group es otro conglomerado que acostumbra a operar mediante cesiones que satisfagan a todos sus equipos y el Girona es un destino recurrente para jóvenes promesas de la casa. El último ejemplo, Sávio Moreira, prestado desde el ESTAC Troyes.

El PSG tampoco se queda atrás y, aunque en la teoría no forme parte de un conglomerado como tal, por todos es sabido que Catar controla lo que pasa en el Parc des Princes. Casualidad, o no, piensen mal y acertarán, Abdou Diallo se ha marchado por 15 millones de euros al Al-Arabi catarí. Mismo club en el que parece que recalará Marco Verratti por una cantidad cercana a los 50 millones de euros. Inyección de capital en toda regla. Hecha la ley, hecha la trampa. El fútbol multipropiedad es una realidad y las normas de libre mercado, esperemos que por poco tiempo, aún no son capaces de evitar que se den irregularidades de este calibre.

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