España afronta su tercera participación histórica en el Mundial femenino. ‘La Roja’ llega a esta Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda 2023 con mucha ilusión y, al mismo tiempo, cargada de responsabilidad. Desde aquel debut en Canadá 2015, en el que Vicky Losada se convirtió en la primera mujer en anotar un gol para la selección española en un Mundial frente a Costa Rica, se han instaurado en el top 10 del ranking FIFA (sexta actualmente).
En el debut no pudieron superar la fase de grupos, mientras que en Francia 2019 dieron un paso más y alcanzaron los octavos. Estados Unidos, a la postre campeona, se cruzó en su camino y tuvieron a las norteamericanas contra las cuerdas. Ahora aparece un nuevo campeonato, tras una larga espera en la que han pasado multitud de cosas. El crecimiento del fútbol femenino en España ha sido gigantesco y pese a ser unas novatas como aquel que dice, las pupilas de Jorge Vilda tienen unas expectativas muy altas y mucha presión.
‘Jenni’ Hermoso, Olga Carmona, Esther González y Salma Paralluelo celebran un gol.
🇪🇸 España encara la Copa Mundial
Tras superar momentos turbulentos, Jorge Vilda cuenta con un magnífico grupo de futbolistas, preparadas, centradas y comprometidas con España. La unión parece total y ‘La Roja’ ha cosechado enormes resultados en las últimas fechas. Victorias frente a combinados como Estados Unidos, Noruega o Dinamarca, un empate ante Suecia o goleadas como la que le endosó a Argentina (7-0).
La selección española quedó encuadrada con Costa Rica, Japón y Zambia en un grupo que, sobre el papel, parece sencillo. España es la favorita para terminar en la cima del grupo C, aunque deberá jugarse esa primera plaza frente a la selección japonesa, que pese a no ser la misma que se coronó en 2011, será dura. Especialmente tendrá que vigilar a Mana Iwabuchi y Yui Hasegawa. En Zambia Grace Chanda, Rachael Kundananji y Barbra Banda, todas conocidas de nuestra liga nacional, pondrán a prueba con su velocidad y potencia física a la zaga española.
✨ Alexia, lista para brillar
Alexia Putellas es el emblema de esta selección española. La de Mollet del Vallès es la actual y doble Balón de Oro y la jugadora que más intriga despierta. El destino quiso arrebatarle su momento en la Eurocopa del 2022 y ahora está de vuelta para deslumbrar a todo el planeta con su juego. Alexia apenas lleva unos meses de vuelta en los terrenos de juego y su misión será conducir a España lo más lejos que su físico le permita.
Alexia Putellas, durante un partido con España.
Alexia será fundamental en los esquemas de Jorge Vilda y dominará la zona de tres cuartos de ‘La Roja’ a su antojo. Ante Panamá, Alexia jugó, marcó y dirigió a las suyas, pese a no estar todavía al máximo nivel como confirmó Jorge Vilda antes del torneo: «Eso es lo que esperamos de Alexia. Está claro que lo mejor aún está por llegar, y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que eso suceda».
🧠 Aitana Bonmatí, el falso nueve y el modelo de juego
Jorge Vilda busca que su selección sea muy cerebral. Para ello Alexia Putellas es crucial, pero Aitana Bonmatí lo es incluso más. La de Sant Pere de Ribes se ha convertido en una jugadora descomunal: su año en el Barcelona ha sido maravilloso y si realiza un buen Mundial femenino será una más que seria candidata al Balón de Oro. Aitana es el metrónomo que dirige el tempo al que debe jugar ‘La Roja’.
Aitana Bonmatí y Salma Paralluelo, durante un choque con la selección española.
Veremos a una España con el clásico 1-4-3-3 de Jorge Vilda en el que Alexia y Aitana estarán en los interiores. Sin Patri Guijarro, el pivote lo podrán ocupar Tere Abelleira, Irene Guerrero o María Pérez, que cuentan con características similares y se centrarán más en la contención. Por delante, las mencionadas volantes se asociarán continuamente con las atacantes. Si la punta la ocupan ‘Jenni’ Hermoso o Salma Paralluelo, que es lo más probable, se descolgarán al medio para juntarse con Aitana y Alexia.
Una de las dos, entre ‘Jenni’ o Salma, debería partir desde el extremo, con la misma función de venir hacia zonas interiores. España buscará someter con la pelota a su rival y de ahí que Vilda quiera juntar a tantas jugadoras por dentro. Mariona Caldentey o la propia Salma tendrán la misión de estirar el terreno de juego, abrir espacios a sus compañeras y ser punzantes. Mientras, con laterales tan ofensivas como Olga Carmona u Ona Batlle, la profundidad y amplitud está asegurada.
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¡¡GO-LA-ZO!! Mariona contra el mundo para aumentar la renta de España en el partido
2 🇪🇸 España
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— Teledeporte (@teledeporte) November 30, 2021
España se siente segura con sus centrales, con Irene Paredes, Ivana Andrés o Laia Codina. En ocasiones quedarán algo desprotegidas con tanta jugadora que se sume al frente ofensivo y esperaran esas ayudas de la pivote y las laterales, para que inquieten lo menos posible a ‘Misa’ Rodríguez, que será dueña indiscutible del marco español.
Desde el banquillo, perfiles como Esther González o Alba Redondo que son puntas más al uso darán aire a la selección cuando necesiten una delantera más de referencia. Al igual que Athenea del Castillo siempre estará dispuesta para soltar su terremoto sobre el verde y revolucionar los partidos.
💭 ¿Cuál es el techo de la selección?
Jorge Vilda tiene un cañón de equipo entre manos. Muchas jugadoras han crecido junto a él desde que se hiciera cargo de la selección en 2015. Salma Paralluelo es el último ejemplo: le ha acompañado hasta hacerse con la titularidad y ser una jugadora clave. Debutó con un hat-trick ante Argentina y es fundamental tanto para asociarse actuando como falso nueve como para estirar el terreno de juego y abrir espacios.
🇪🇸 Sentir el apoyo de la afición estando a 𝟮𝟬.𝟬𝟬𝟬 kilómetros de casa es increíble.#JugarLucharyGanar I #FIFAWWC pic.twitter.com/4LEvRPrwIy
— Selección Española Femenina de Fútbol (@SEFutbolFem) July 17, 2023
Bien utilizadas estas jugadoras tienen potencial para llegar muy lejos en el Mundial femenino, aunque hay que ser realistas y marcase objetivos mínimos. España debe fijarse su presencia en los cuartos de final como el propósito básico del torneo. Una vez allí, y siempre en función del rival, puesto que Estados Unidos podría ser su oponente en dicha ronda, se valorará el campeonato realizado desde las jugadoras hasta el cuerpo técnico. Lo que está claro es que España tiene licencia para soñar en Australia y Nueva Zelanda desde el día 21 de julio en adelante.
