Estados Unidos no hará historia. El combinado de las barras y las estrellas no defenderá sus títulos conquistados en 2015 y 2019, por lo que no cumplirá el hito de coronarse como la primera selección en cosechar tres Mundiales consecutivos. Las norteamericanas partían como las mayores favoritas al título, pero desde el primer minuto demostraron que, por lo pronto, reeditar el trofeo iba a ser una tarea complicada.
Las pupilas de Vlatko Andonovski cayeron en octavos de final, en la tanda de penaltis frente a Suecia. Las suecas se mostraron como la selección más potente del torneo junto a Japón y expusieron que no están en Australia y Nueva Zelanda de vacaciones. Suecia es el mayor ejemplo del trabajo y el avance del fútbol femenino y la continuidad del modelo profesional con el que las Europeas han crecido en los últimos años en detrimento del talento estadounidense.
Sophia Smith, durante el choque de octavos de final de la Copa Mundial Femenina 2023.
⚽ ¿Por qué han dominado hasta ahora?
La razón por la que Estados Unidos ha dominado el fútbol femenino con puño de hierro en los últimos años es simple: las mujeres llevan años en la práctica de este deporte. El soccer siempre se consideró como un deporte para mujeres en el país norteamericano. Mientras que la mayoría de la población masculina se decantaba por el football —fútbol americano—, el béisbol o el baloncesto, las mujeres abrazaron la práctica del fútbol y se convirtieron en la nación más puntera del planeta.
El fútbol femenino se convirtió en una tradición en Estados Unidos, especialmente en el plano universitario. Antaño, muchas europeas se marchaban a Norteamérica para formarse como futbolistas y su liga estaba considerada como la mejor del mundo. Allí el fútbol se entrena y se entiende de manera muy diferente a como se vive en Europa. Los partidos son escasos y el modelo de competición se adaptó al de otros deportes que sí funciona muy bien en el país yankee.
Las técnicas y los entrenamientos no terminan son profesionales, evidentemente, y se cuentan con los mejores medios, incluso a día de hoy siguen por encima del nivel europeo. Sin embargo, la competitividad como se entiende en los entrenamientos europeos es diferente. Es cierto que la base está trabajada y que las niñas jueguen desde hace muchísimos años ayuda, sumado a una población gigantesca propicia que salgan muchas jugadoras talentosas, aunque con el talento ya no vale para ganar.
🤔 Entonces… ¿qué ha cambiado?
Las selecciones europeas cada vez han igualado más fuerzas con Estados Unidos con el paso de los años. Países como Alemania, Noruega o Suecia que siempre han tenido tradición en cuanto a mujeres que jugaban al fútbol pudieron luchar con las yankees cuando tuvieron buenas generaciones. Ahora el orden mundial en cuanto al fútbol femenino ha cambiado o lo va a hacer poco a poco. Esto es debido a que países con gran tradición futbolística en el masculino han realizado enormes inversiones y trabajan para que las mujeres cuenten con los mejores entrenadores, métodos y recursos.
Cada día más niñas europeas, y en concreto españolas, juegan al fútbol desde más pequeñas y sueñan con ser futbolistas. Estas niñas que llevan años de formación demuestran a día de hoy que empiezan a superar en calidad y formación a las estadounidenses. El éxodo hacia las universidades americanas cada día es menor, al menos solo aumenta en jugadoras que buscan ser profesionales en el futuro. Por lo que el fútbol entendido como fútbol y no como soccer empieza a dar sus frutos y revertirá la situación.
🇺🇸 No es el final para EE. UU.
Esta derrota ante Suecia evidencia el final de una generación histórica, una generación de futbolistas que será recordada para siempre. A pesar de ello siempre será el grupo de jugadoras que dominó un fútbol femenino antes de que este se profesionalizara como tal. Megan Rapinoe, Alex Morgan, Lindasay Horan, Alyssa Naeher o Rose Lavelle representarán ese fútbol brutal y físico que dominó el mundo.
De todos modos, la fabricación de jugadoras prometedoras no se detiene. La generación que viene, si se forma debidamente puede recuperar la esencia y el dominio abrumador. Sophia Smith es la líder de una nueva hornada que promete mucho. Futbolistas como Alyssa Thompson o Trinity Rodman promete continuar con la profesionalización del soccer en el país de las barras y las estrellas.
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Estas players regresarán con más hambre que nunca y serán de nuevo candidatas a la victoria mundialista, aunque ya no lo tendrán tan fácil como lo tuvieron sus predecesoras. Y no se pretende restar mérito a lo cosechado, pero está claro que el fútbol femenino ha dado un evidente paso hacia adelante en cuanto a la profesionalización alrededor del planeta y la derrota de Estados Unidos es uno de los mayores ejemplos de ello.
