Cristiano Ronaldo abrió el melón a finales del 2022 con su fichaje por el Al-Nassr de Arabia Saudí. Muchos se mostraron incrédulos ante este movimiento, que relegaba al astro portugués a una liga en la que apenas estaban nombres como los de Ospina, Santi Mina, Éver Banega, Talisca o Krychowiak, por mencionar algunos jugadores medianamente conocidos. Pero todo eso ha cambiado. El país del Golfo Pérsico está desatado, llamando la atención de los futbolistas europeos con unos salarios desorbitados. Ante esta revolución, nombres como los de Benzema, Kanté, Mahrez o Mané se han unido a la liga saudí, que quiere entrar entre los 10 torneos más potentes del mundo.
Por otro lado, en Estados Unidos la irrupción del Inter Miami, y su golpe de efecto llevándose a Leo Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba, ha puesto el foco de nuevo en la liga norteamericana. El último clasificado en la Conferencia Este de la MLS está armando un proyecto ambicioso. Además, la recién creación de la Leagues Cup, con el enfrentamiento de equipos de las ligas de EEUU y México, ha añadido picante a este fútbol.
Llegados a este punto, ¿qué competición es más potente, la Saudi Pro League o la MLS?
💵 Arabia y un futuro prometedor a base de millones de euros
A principios de junio, el Ministerio de Deportes de Arabia Saudí anunció que el Fondo de Inversión Pública del país iba a inyectar dinero en los cuatro principales clubes del país: Al Nassr, Al Hilal, Al Ittihad y Al Ahli. Además, puso en funcionamiento un plan para privatizar otros clubes y empezar a efectuar fichajes mediante un traspaso económico. Asimismo, se pretende que cada equipo cuente con, al menos, un jugador franquicia en los próximos años.
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También está ayudando que los clubes saudíes no están sujetos a un control económico, con lo que los salarios y el dinero invertido puede ser el que les plazca. De esta forma han conseguido cerrar las llegadas de Karim Benzema (Al Ittihad), Kanté (Al Ittihad), Eduard Mendy (Al Ahli), Fabinho (Al Ittihad), Brozović (Al-Nassr), Rubén Neves (Al Hilal), Malcom (Al Hilal), Firmino (Al Ahli), Sadio Mané (Al-Nassr) o Henderson (Al-Ettifaq), entre otros.
Benzema en una jugada con el Al-Ittihad de Arabia Saudí.
Según Trasnfermarkt, la liga saudí ha realizado algo más de un centenar de movimientos en el mercado de fichajes, con una inversión total de 424 millones de euros. Esto posiciona a Arabia Saudí como el quinto país del mundo con más gasto en incorporaciones en el mundo del fútbol. Supone una inversión de 170 millones más que la liga española, que ha gastado 254 millones de euros. El territorio árabe ya está dentro del panorama futbolístico del máximo nivel. Al menos en lo que a gastos se refiere.
🫕 EEUU, un proyecto construido a fuego lento
Por su parte, el fútbol en Estados Unidos siempre ha sido un deporte marginado por otras disciplinas como el baloncesto, el fútbol americano o el béisbol. Hasta la década de los 90, y tras el Mundial del 94, era un país sin cultura futbolística. Esto está cambiando y puede seguir haciéndolo tras la llegada de Leo Messi al Inter Miami. Ahora, los americanos pueden presumir de tener también en su liga al más que probable próximo Balón de Oro.
A diferencia de Arabia Saudí, la MLS hace años que invierte en atraer a futbolistas, aunque con un sueldo más modesto del que ofrecen en el país árabe. En este mercado de incorporaciones, la liga americana se ha gastado 58 millones de euros. Muy lejos del torneo saudí (424 ‘kilos’) y también por detrás de su gran rival por zona geográfica, la Liga MX de México, que ha invertido 100 millones.
Sin embargo, el hecho de que la competición esté en marcha desde hace meses hace que sea más complicado fichar. En este sentido, el Inter Miami es el conjunto que más se está moviendo con hasta seis incorporaciones, contando las de Messi, Jordi Alba y Sergio Busquets. El fichaje más caro de la liga hasta el momento ha sido el del gabonés Aaron Boupendza por el Cincinnati. La entidad norteamericana ha pagado 6,5 millones de euros al Al-Shabab, precisamente de la competición saudí.
Messi y Busquets antes de un partido con el Inter Miami.
Pero para valorar el fútbol en EEUU hay que mirar atrás y ver el proyecto en general. Tanto las glorias que han pasado con anterioridad como Drogba, Beckham, Ibrahimović o Henry como las que están ahora como Insigne (Toronto), Riqui Puig (LA Galaxy), Bernardeschi (Toronto), Thiago Almada (Atlanta), Carlos Vela (Los Ángeles), Jesús Ferreira (Dallas), Chiellini (Los Ángeles), Josef Martínez (Inter Miami), Christian Benteke (DC United) o Cucho Hernández (Columbus).
🤔 La respuesta del millón: ¿Qué liga es mejor?
A nivel histórico, la liga de Arabia Saudí tiene más recorrido. El primer torneo en este país de Oriente Medio fue en 1976, aunque anteriormente ya se jugaban competiciones por regiones. En cambio, la MLS nació en 1993, aunque la primera temporada no se jugó hasta tres años después, y ante una sociedad volcada profundamente en otros deportes.
En Arabia ya se intentó potenciar la liga con jugadores de gran nombre a finales del siglo pasado y principios de este. Stoichkov jugó en el Al-Nassr, también lo hizo más adelante en el mismo equipo Denilson, mientras que Bebeto llegó al Al Ittihad. Pero fueron inversiones nefastas y poco rentables, como las que intentaron también países como Catar, Emiratos Árabes o China. Sin embargo, el crecimiento de jugadores populares sí provocó un efecto en sociocultural en Estados Unidos.
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La llegada de Raúl (NY Cosmos), David Beckham (LA Galaxy), Villa (New York City), Henry (New York RB), Ibrahimović (LA Galaxy), Rooney (D.C. United), Pirlo (New York City), Drogba (Montreal, Arizona United y Phoenix Rising) o Kaká (Orlando) ha hecho aumentar la popularidad de la competición en el territorio y en el resto del mundo. Llegados a este punto, Estados Unidos se ha preparado para profesionalizar el fútbol, con estadios modernos, algunos de los cuales acogerán el Mundial de 2026, y con la apertura de escuelas de formación.
Como buenos capitalistas, los estadounidenses están vistiendo un producto global para hacerlo atractivo de cara al espectador. Actualmente, se está convirtiendo en una liga de talentos, mientras que Arabia está incorporando a futbolistas totalmente contrastados. Sin embargo, a nivel general, los equipos americanos son más sólidos, como indica el valor de sus clubes para Transfermarkt. La MLS tiene un valor de 1,24 mil millones de euros, mientras que la liga saudí se queda en los 740 millones.
Pese a esto, los cuatro grandes de Arabia sí podrían discutir el título si participaran en Estados Unidos con los recientes fichajes. Y la lista se podría ampliar si llegan más cracks a la competición. No hay duda que tanto la Saudi Pro League como la MLS quieren ser las siguientes competiciones más importantes después de las cinco grandes ligas europeas. El hecho de que en 2026 haya Mundial en Estados Unidos y de que Arabia lo quiera organizar en un futuro no es casualidad en todo este planteamiento.
Hay que ver qué impacto tiene el torneo árabe cuando empiece a rodar la pelota el fin de semana del 11, 12 y 13 de agosto. De momento, según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), la saudí fue la 40ª liga del mundo en 2022, mientras que la MLS quedó la 43ª. Pese a esto, como organización, la estadounidense parece más sólida que la saudí. Habrá que ver lo que sucede en un futuro no tan lejano.
