Ha vuelto a suceder. Y, para colmo, la ley del ex traumatizó aún más al PSG el día de San Valentín. Kingsley Coman, quién si no, vacunó de nuevo en los octavos de final de Champions al club que le crió en sus inferiores, entre 2005 y 2013. O, lo que es lo mismo, desde los 9 a los 17 años, un periodo vital que marca la mayor parte de la personalidad futbolística y humana del jugador. El extremo galo, si bien no dudó un solo instante en torturar a Achraf Hakimi antes del descanso y a Nuno Mendes después, tuvo la serenidad elogiable para pedir perdón en el momento donde a pocos se les pasa ese gesto por la cabeza. De bien nacido… Y eso que en el PSG le trataron como uno más, cuando, realmente, es todo lo contrario.
🔪 El gol más doloroso en la historia del PSG
La Champions más atípica de los últimos años, con la llegada de la pandemia y posterior disputa de una Final Eight en agosto, tuvo un desenlace cuanto menos curioso. El rey saltó por encima de la ley y, como su propio nombre indica, el autor del tanto que dio la gloria a los muniqueses y privó al PSG de levantar la Champions League de 2020, en su primera final continental, fue Coman. Un gol casi calcado al que marcó Kingsley en la ida de los octavos de final de 2023: con un olfato mayúsculo para pasar desapercibido y cargar el segundo palo, a la espalda del lateral.
🚪 Salió de París por la puerta de atrás
Después de pasar más de media vida ligado al PSG, Kingsley Coman apenas disputó cuatro partidos en el primer equipo, a las órdenes de Laurent Blanc: tres de Ligue 1 contra Sochaux, Girondins Bordeaux y Montpellier; y uno de Supercopa ante la propia entidad de Burdeos. De hecho, Coman se ha enfrentado al PSG más veces de las que ha vestido su camiseta como profesional: en seis ocasiones, de las cuales ganó cuatro y solo perdió dos partidos ciertamente insignificantes, de ida y fase de grupos, que no supusieron la eliminación del Bayern de la Champions League. Es su bestia negra.
Sin pena ni gloria, salió en 2014, libre, rumbo a la Juventus, al igual que otros ilustres canteranos que ahora brillan fuera de la capital de Francia, como Christopher Nkunku, Moussa Diaby, Mike Maignan o Ferland Mendy. En categorías inferiores, además de coincidir en numerosas ocasiones con el actual portero del Milan, compartió vestuario con Presnel Kimpembé en la Youth League 2013/2014, en la que acabaron eliminados a manos del Real Madrid de Marcos Llorente y Mario Hermoso, entre otros.
🗼 No es nada personal con el PSG
Básicamente, porque a la ‘Vecchia Signora’ le hizo lo mismo en la 2015/2016, tras cambiar Turín por Múnich. Coman le sirvió en bandeja la asistencia del 2-2 a Thomas Müller, que forzaba la prórroga y marcó el 4-2 de la sentencia, para que el Bayern eliminase a la Juventus con aquella épica remontada. Es rencoroso, pero elegante.
A six-goal thriller between Bayern & Juventus #OTD in 2016 🔥🔥🔥#UCL | @FCBayernEN pic.twitter.com/TyZmdPUESD
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) March 16, 2021
👑 Coman, un jugador demasiado especial
Kingsey Coman es, ante todo, un extremo puro, de los que ya casi no quedan y que todo club hegemónico agradecería para contextos cerrados. Especialmente, para abrir repliegues: capaz de desbordar cerca de la línea de cal en ambos costados, por su facilidad para salir por ambos perfiles aunque sea diestro, para destruir adversarios con su endemoniada arrancada y la interpretación para saber cuándo hacerlo después de generarse el espacio necesario para acuchillar en el uno contra uno. Es extremadamente paciente, sabe que su momento llegará, tarde o temprano. Y a las pruebas nos remite.
Los dos goles que Kingsley Coman le ha marcado al PSG le definen bastante bien como futbolista, porque, además, si el juego se fragua por el otro costado, espera su momento y te clava el cuchillo por la espalda. Visto así, algo de traidor sí tiene. Aunque más tiene que reprocharse el PSG, que renunció al Roi du Parc, para seguir como el equipo del Parc des Princes.