Fuera del foco mediático, en el momento más complicado de su carrera, Cristiano Ronaldo ha vuelto a hacer lo que mejor sabe: marcar goles, dentro de un contexto decepcionante para Al-Nassr, que está fuera de la lucha por prácticamente todos los títulos en Arabia Saudí. Incluso, con Portugal, alzó la voz en la última ventana internacional. Una buena manera de recordarle al mundo que, quizá, aún no haya dicho su última palabra en la élite.
🧏 Crisis de Al-Nassr… pese a un Ronaldo killer
Las estadísticas de Cristiano Ronaldo desde que desembarcó en el Al-Nassr son dignas de elogio. Las mejores de la liga, hasta el punto de que puede luchar por ser pichichi pese a llegar a mitad de temporada y aunque haya otros delanteros con bagaje europeo allí, como son su compañero Anderson Talisca o un Odion Ighalo (ex del Granada o Manchester United, entre otros), que lidera la clasificación con 18. En liga, el luso promedia un tanto por partido (11).
Para dimensionar esos números, se puede decir que solo Victor Osimhen los mejora en las ligas punteras de Europa. Ni siquiera Haaland le supera en términos ligueros. Es evidente que la exigencia de la Saudí Professional League es menor a la Premier o la Serie A, pero tampoco conviene obviar los contextos. Porque, mientras Napoli o Manchester City atraviesan una temporada para el recuerdo, Al-Nassr está lejos de haber ofrecido los resultados esperados. Se trata del rival a batir históricamente en el país, junto con el Al-Hilal.
Conociendo al Al-Nassr: contexto, futbolistas históricos y hazañas
Sin embargo, este curso no podrá levantar la King Cup, en la que acaba de caer eliminado a manos de un equipo que lucha por no descender, como es Al-Wehda. También parece poco probable que vaya a ganar la liga, ya que el Al-Ittihad que dirige Nuno Espírito Santo es líder con tres puntos de ventaja y un partido menos, a falta de seis jornadas para el final. Ni siquiera en la Supercopa pudo resarcirse Al-Nassr, que perdió en las semifinales dentro de un formato igual que el de España.
🇵🇹 Eh, Gonçalo, no tan deprisa
En el Mundial presenciamos una de las decisiones más controvertidas del fútbol contemporáneo. Fue cosa de Fernando Santos, el antiguo seleccionador de Portugal. Un tipo que no se casa ni con su novia y que le importa un bledo cómo vengan jugando João Félix o Rafael Leão, si él ve mejor a los Otávio o João Mário de turno. En un arrebato de personalidad, casi inconsciencia por la presión mediática que podía acarrear, sentó a Cristiano Ronaldo en los octavos de final contra Suiza, para colocar a Gonçalo Ramos en la punta.
Gonçalo Ramos, ¿el ‘9’ de Portugal para lo que resta de Mundial?
Aquello salió a pedir de boca, porque el ‘9’ del Benfica lideró la ofensiva portuguesa con un hat-trick ante el combinado helvético. Después de tal actuación, cualquiera le sentaba. Gonçalo repitió titularidad, con peores prestaciones, en la derrota en cuartos de final frente a Marruecos. Tampoco Ronaldo, como revulsivo, pudo cambiar el trámite del partido que le costó la eliminación a Portugal. Fue entonces cuando ‘CR7’ rompió a llorar. Pensaba que sería su despedida del primer nivel.
Pero Roberto Martínez, que sustituyó en el cargo de seleccionador a Fernando Santos a la vuelta de Catar, confió en Cristiano Ronaldo para comenzar su ciclo, para sorpresa de muchos. De hecho, en la primera convocatoria del exentrenador de Bélgica fue titular por delante de Gonçalo y marcó dos dobletes contra Liechtenstein y Luxemburgo.
🕺 ¿Momento para un último baile en Europa?
Con este panorama, hay rumores que apuntan a que el futuro de la leyenda del Real Madrid podría estar de nuevo en Europa. El que más suena es el Newcastle United, comprado hace dos años por el Estado saudí, que también apoya financieramente a los clubes de la Saudi Professional League, como es el caso de Al-Nassr.
Los récords que puede batir Cristiano Ronaldo en el Al-Nassr
El rompecabezas, con las urracas cerca de regresar a la máxima competición continental de clubes y Mr. Champions en modo goleador, suena ciertamente coherente. Aunque, del dicho al hecho, tal vez haya un trecho.