RODRIGO MUNIZ FULHAM
Fútbol internacional

Rodrigo Muniz, tras los pasos de Diego Costa

El Fulham estaba contra las cuerdas. Una lesión en el muslo de Raúl Jiménez obligó a mover la maquinaria cottager antes de que se cerrase el mercado de invierno. Pese a estar en la media tabla, eran conscientes de que no podían estar sin un ‘9’ fiable durante la ausencia del mexicano. No confiaban en Rodrigo Muniz, el joven brasileño que tenían en nómina, por lo que apostaron por la llegada de Armando Broja. Un par de meses después, es innegable que la jugada le ha salido bien al Fulham. Sin querer, pero bien. Y es que, desde que llegó el albanés, Muniz ha marcado 8 goles en la Premier League. Ha nacido una estrella.

👊​ La batalla de Diego Costa ha vuelto a la Premier

Con ver un rato a Rodrigo Muniz, es inevitable que un nombre aparezca en la cabeza de los amantes del fútbol inglés. Así como ya hizo Diego Costa hace unos años, el brasileño se ha reivindicado a base de batallar en el área contraria. Aunque es menos agresivo que su contraparte hispanobrasileña —vamos, lo normal—, su fútbol se basa en la garra y la pelea. Los goles son solamente el fruto de todo lo demás. Cada vez que se empareja con los centrales, genera algo. Su planta (mide 1,86 metros, igual que Costa) le permite ir al choque y salir victorioso de los emparejamientos con sus marcadores. Por ejemplo, ante el Liverpool no marcó, pero fue un incordio constante para los zagueros reds. Hasta el momentáneo tanto del empate de Castagne llegó por el trabajo de Muniz.

RODRIGO MUNIZ LIVERPOOL FULHAM FICHAJE

Rodrigo Muniz no marcó contra el Liverpool, pero fue un incordio constante para los centrales red.

Sus compañeros saben de lo que genera. En cuanto pueden, le buscan entre los centrales. Ya sea por arriba o por abajo, lo caza casi todo. Es de los atacantes que más balones toca dentro del área (promedia casi 7 por encuentro), y no duda en chutar en cuanto tiene la más mínima posibilidad. El problema de esta virtud es que, al mismo tiempo, esconde una de sus grandes falencias. Rodrigo Muniz no es un futbolista que destaque por su asociación, ni es capaz de que las ventajas que genera dentro del área las aproveche los jugadores más cercanos. A no ser que haya un rebote (como en el ya mencionado gol de Castagne, precisamente), la jugada la termina él. Cuando comprenda que hay un mundo más allá del remate, se le abrirán las puertas de par en par para el siguiente nivel.

🔝 Muniz, MVP de la Premier en marzo… ¿y objeto de deseo de los grandes en verano?

Su rendimiento no ha pasado desapercibido en estos últimos dos meses. Hasta la Premier League premió su rendimiento al considerarle el mejor jugador del mes de marzo. Para celebrarlo, el Fulham celebró el galardón de su delantero con un vídeo tremendamente emotivo. Durante una entrevista en la televisión del club, Willian y Andreas Pereira le entregaron el trofeo. Muniz, consciente de lo que estaba pasando, rompió en llanto. Todo el sufrimiento en el banquillo y la soledad eran cosas del pasado. Un par de años después de su aterrizaje en Londres, y con una cesión infructuosa al Middlesbrough de por medio, lo había conseguido. Acababa de cristalizarse el sueño de triunfar en una de las mejores ligas del mundo.

Pese a que en abril no ha podido darle continuidad a su racha goleadora, sí que ha jugado bien. Evidentemente, su nivel aún está lejos del que se le exige a los más grandes, pero puede ser una tremenda oportunidad de mercado en verano. El valor de mercado de Rodrigo Muniz ronda los 10 millones de euros, y va a cumplir 23 años en mayo. Visto el éxito que han tenido futbolistas que vivían bajo el radar como Viktor Gyökeres o Artem Dovbyk en esta campaña, no sería raro que algún club con mayores aspiraciones que el Fulham llamase a su puerta. Quién sabe si es el Atlético de Madrid, con la limpieza que debe hacer en ataque en el horizonte y con el recuerdo de Diego Costa aún presente, el que se atreve a darle una oportunidad.

En su contra juega lo efímero. El boom de su carrera se concentra en los últimos dos meses de competición. Fuera de ahí, está la nada. Puede ser que todo sea fruto de un boom goleador tan improbable y fugaz como espectacular. Sin embargo, hay algo que Rodrigo Muniz sí puede garantizar: el esfuerzo. Es el motor de su éxito actual, el motivo por el que ha desterrado del once inicial a un recuperado Raúl Jiménez y ha dejado fuera a Armando Broja. Con ello, se ha asegurado el beneficio de la duda y la posibilidad de llegar hasta donde quiera. Así pasó con Diego Costa, y por el mismo camino va el del Fulham. El futuro, ya sea más o menos brillante, está más claro para el aguerrido delantero brasileño.

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