El francés Auguste Rodin esculpió entre 1881 y 1882 la figura de un hombre sentado y que con gesto encorvado se acomoda sobre su brazo derecho que, a su vez, está apoyado en su pierna izquierda. Esta obra, que originalmente se llamó El poeta, ya que representaba al escritor italiano Dante Alighieri, autor de la Divina comedia, es mundialmente conocida como El Pensador. Es una de las obras más imitadas mundialmente, puesto que sus réplicas, de diferentes tamaños e incluso formas, están repartidas por algunos de los museos más exitosos del planeta.
Si extrapolamos el arte a un campo de fútbol, la figura del pensador sería aquella que es la encargada de tomar de decisiones, es decir, el creador de juego. Y como en los diferentes museos, en los equipos de fútbol, los entrenadores quieren tener a su pensador. En el caso del Bayer Leverkusen, magnífico ganador de la Bundesliga y con opciones de ganar el triplete, esa figura recae en Granit Xhaka. El internacional suizo ha encontrado con Xabi Alonso, que jugaba en la misma posición que él desarrolla actualmente, el mejor maestro para brillar y para convertir al Leverkusen en un equipo de récords.
Xabi Alonso, el discípulo perfecto entre Mourinho y Guardiola
🫡 Xhaka, un segundo entrenador para Xabi Alonso
El centrocampista tomó antes de comenzar la temporada una de las decisiones más complicadas de su carrera deportiva. Abandonó el Arsenal tras casi siete años y se mudó a Leverkusen. Lo hizo en su momento más dulce en Londres. Mikel Arteta lo convirtió en un llegador letal y, su habilidad alzó al Arsenal hasta el punto de rivalizar directamente con el Manchester City por la Premier League. Sin embargo, el destino tenía preparado algo mejor para el suizo. Hizo las maletas por 15 millones de euros y Xabi Alonso lo acogió con los brazos abiertos.
Granit Xhaka y Xabi Alonso, conversando después de un partido.
El tolosarra vio en el centrocampista a su mejor emisario. «Es fundamental. Su comprensión del juego es excelente. Se comunica mucho con el resto de jugadores y ellos confían en él. Tiene tanta influencia como un segundo entrenador», dijo el propio Xabi Alonso sobre Xhaka. Y poco a poco, entre los dos, han ido construyendo a un Bayer Leverkusen que ha sido capaz de cortar la dinastía del Bayern de Múnich, que había ganado los últimos 11 títulos de liga en Alemania de forma consecutiva.
Lo cierto es que el Bayer ha contado este curso con otras figuras relevantes como Grimaldo, Florian Wirtz, Jeremie Frimpong o Victor Boniface, pero el peso de Granit Xhaka ha sido esencial. El suizo ya sabía lo que era jugar en Alemania, entre 2012 y 2016 defendió la camiseta del Borussia Mönchengladbach, y eso ha hecho que su adaptación haya sido supersónica. Eso y el acto de hablar el mismo idioma que Xabi Alonso: el del buen fútbol. El centrocampista ha sido un fijo para el técnico español, disputando un total de 43 partidos, con 2 goles transformados y 1 asistencia repartida. Es más, el Leverkusen ha instalado un nuevo récord de partidos sin derrota, ya que acumula 46 duelos sin caer. El centrocampista se ha quedado sin jugar en dos choques de Europa League por decisión técnica y en uno de Bundesliga por sanción. Números que demuestras que Xhaka ha sido agua bendita para Xabi Alonso.
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Granit Xhaka siempre ha tenido una técnica exquisita con el balón, pero sus altos y bajos, sobre todo en el Arsenal, dejaron de él una imagen de un jugador pasado de revoluciones. Siempre estaba enfrascado en discusiones y era uno de los futbolistas que más ‘rascaba’ del equipo. Sin perder esa esencia, Xabi Alonso ha sabido sacar las mejores virtudes técnicas del suizo. El tolosarra le dio nada más llegar las llaves del vestuario. El Leverkusen es un equipo acostumbrado a llevar el peso de los partidos. Su estilo de ataque a través del balón se refleja en la posesión (62,1 de media en la Bundesliga). Es el quinto equipo de las cinco grandes ligas europeas con más posesión, tras el Bayer (62,4), Barcelona (64,1), PSG (64,6), Manchester City (65,8).
En cuanto a los pases, aunque ha disputado menos partidos que los conjuntos mencionados, el de Xabi Alonso es el que más pases hace en la zona del centro del campo (13,021). Está por encima de equipos como el Liverpool o el Manchester City. Y es aquí donde aparece la figura de Xhaka. La función del suizo es multidireccional: aportar control, hacer avanzar a sus compañeros y hacer retroceder al rival. Junto a Exequiel Palacios, rinde al máximo nivel como centrocampista profundo por la izquierda en un 1-3-4-2-1. En general, tras Rodri, del Manchester City, aunque con más partidos que Granit, nadie en las cinco principales ligas de Europa da más toques que él (3.385) completa más pases con éxito (2.876) e intenta más combinaciones (3.132). Su mejor recurso es el pase en corto, que domina con 1.603 movimientos completados, y el centro del campo, donde ha dado 2.196. Pero hay que mirar la intención de los pases. Y ahí también domina el suizo con más pases exitosos en el último tercio del campo (355) y más pases progresivos dados (372). Nadie es mejor que él en esto esta temporada.
Xhaka hace avanzar el balón con frecuencia, pero lo hace en zonas calientes y de forma segura, con un 91,8% de acierto. Esencialmente, el centrocampista es casi infalible con el balón, pero también es capaz de romper líneas de presión y de dejar a sus compañeros en buenas posiciones para marcar. Sin duda, el suizo ha vivido un viaje de cambio de ser el rematador que destacó en sus últimos meses en Inglaterra, a ser el auténtico ‘cerebro’ en el Bayer Leverkusen. En un mercado que busca con ansia grandes finalizadores, Xabi Alonso y su cuerpo técnico han dado con un futbolista generador que ha acabado siendo fundamental en las victorias del equipo. Y viendo el precio que pagó el club de la aspirina, 15 millones, estamos ante una de las incorporaciones más importantes de este curso y ante uno de los mejores centrocampistas del año.
