El debut de Argentina en este Mundial no pasó desapercibido para nadie. Sirvió para perder el invicto de 36 encuentros, aunque, para quienes opten por ver el vaso medio lleno, también cabe resaltar que Arabia Saudí le asestó un golpe de realidad que, quizá, le ayudase a no bajar la guardia en el camino a la final. Pero, sobre todo, fue un partido importante porque marcó un antes y un después en el ciclo de Scaloni. Lautaro o Paredes perdieron relevancia en favor de la última gran camada de jóvenes que sacó el River Plate de Gallardo, con Enzo Fernández o Julián Álvarez a la cabeza. Este último, en particular, aprovechó su oportunidad para mostrar el instinto que le había caracterizado bajo las órdenes del ‘Muñeco’ y entró en el once para no salir más en lo que restaba de Copa del Mundo.
🔝🇦🇷 ¿Ha mejorado Argentina con Julián en lugar de Lautaro?
A nivel de pegada, es indudable que ‘La Araña’ Álvarez inyectó el veneno que necesitaba Argentina en Catar. A las puertas de la final, está empatado a cuatro goles con un Giroud ansioso por revelarse y solo a uno del mejor registro que comparten Messi y Mbappé. En todo caso, su relevancia no se limita en marcar diferencias en el área rival, también es un futbolista que le ha añadido registros a la Albiceleste. Básicamente, por ser un delantero completísimo.
Técnicamente, al igual que Lautaro, no es un superdotado, pero sí muy válido para prestar apoyos, dar continuidad a los ataques y conducir alguna transición rápida. Su especialidad, sin embargo, es el movimiento. Donde más luce, al igual que el del Inter, es cuando ataca el espacio.
Pero, además, con una ostensible mejora en lo que a determinación en el remate se refiere –Lautaro es demasiado dependiente de su confianza– y en cuanto a la energía e inteligencia que imprime para presionar y robar pelotas en campo contrario. Donde sale perdedor en la comparativa con el ’22’ es en el cuerpeo y la gestión del balón cuando su equipo sale en largo, algo menos relevante dado que la premisa fundamental de Scaloni es salir en corto y fluir a través de la asociación en el centro del campo.
🔢🤯 Rompió varios récords en River Plate
Pese a disputar «solo» 122 partidos con la elástica de River Plate, Julián Álvarez es el tercer máximo goleador (54) de todos los tiempos en el club donde creció y el segundo futbolista que, con un mínimo de 50 partidos, mejor promedio goleador tiene: 0,44 goles por encuentro, solo por detrás de un Fernando Cavenaghi que también lidera el ranking histórico (57). Es decir, que se quedó a solo tres dianas de pulverizar el récord goleador de uno de los equipos hegemónicos de Argentina.
Julián Álvarez también es el vigesimoprimer goleador más joven en la historia de River Plate, a sus 19 años y 44 días, en un listado que lidera Lucas Ocampos y su gol, en 2011, cuando apenas tenía 17 años y 40 días. Para el recuerdo queda también su memorable partido de Copa Libertadores en mayo de 2022, en el que marcó seis goles contra el Alianza Lima peruano.
⚪🔴 Los 6 goles de Julián Álvarez ayer ante Alianza Lima, en #CopaLibertadores.
Segunda vez en la historia que sucede en la competición.
— Iñaki María Avial ⚽ (@mariaavial) May 26, 2022
👔 Marcelo Gallardo, protagonista en la Albiceleste
Julián Álvarez no es el único jugador en la lista de Scaloni que ha crecido en el histórico River Plate reciente, ni tampoco el único que pasó por sus categorías inferiores. Enzo Fernández debutó como profesional en 2020, bajo las órdenes de Marcelo Gallardo, en un partido de Copa Libertadores ante la LDU de Quito, antes de marchase cedido a Defensa y Justicia.
El lateral diestro, Gonzalo Montiel, por su parte, también se estrenó en 2016 con Gallardo como mandamás del ‘Millonario’, en un duelo liguero frente a Vélez Sarsfield. Y eso, por no hablar de que el veterano Franco Armani lleva cinco años en el plantel ahora dirigido por Martín Demichelis; o de que Lucas Martínez Quarta, otro habitual en el proceso mundialista de Argentina, es otro joven al que Marcelo vio como de le caían los dientes de leche.
Julián Álvarez se formó, realmente, en las canteras de Atlético Calchín y CA Atalaya, aunque, a los 19 años, el delantero centro ya estaba correteando bajo la atenta mirada del propio Marcelo Gallardo. Antes, pasó también por la sección sub-20 de River Plate y por su filial, hasta desembarcar en el primer equipo en 2019. Fue entrando poco a poco en dinámica, hasta que, con la marcha de Santos Borré al Eintracht Frankfurt, se convirtió rápidamente en el cabeza de proyecto de la entidad de Buenos Aires, previo a su incorporación en agosto al Manchester City.
