Inglaterra contra Francia
⚽ Mundial Catar 2022

La revolución francesa de los ‘TGR’ manda en el Mundial

Francia vuelve a estar entre las cuatro mejores selecciones del Mundo. Cuatro años después del Mundial de Rusia, donde salieron campeones, los de Didier Deschamps tienen la posibilidad de reeditar el campeonato. Un logro que solo han conseguido Brasil (en 1958 y 1962) e Italia (en 1934 y 1938). A pesar de las lesiones, el técnico francés ha mantenido el sistema inicial y ha sabido mover correctamente las piezas para formar otro grupo ganador. 

El mejor truco ha sido en el centro del campo. Antoine Griezmann, como eje de todo, Aurélien Tchouaméni, como el quitanieves con traje de gala, y Adrien Rabiot, como el manitas francés, están dando el equilibrio perfecto al equipo. Entre los tres han hecho olvidar a ese centro del campo formado por Paul Pogba, N’Golo Kanté y Blaise Matuidi que enamoró en Rusia 2018. Con otros nombres y apellidos, el físico y el talento se vuelven a encontrar de nuevo en Catar.

👼 Tchouaméni, la precocidad personificada en Francia

Francia llegó al Mundial de Catar sin Paul Pogba y N’Golo Kanté, dos piezas importantísimas del equipo que ganó en Rusia 2018, que se perdían la cita por lesión. A eso había que añadirle la devaluación de Blaise Matuidi, actualmente en el Inter de Miami de la Major League Soccer de Estados Unidos. Por suerte, un talento francés ha aparecido como un resorte en el impás entre Mundial y Mundial: Aurélien Tchouaméni. El joven medio, primero en el Mónaco y ahora en el Real Madrid, se ha adueñado de la posición de pivote.

Y no es tarea fácil reemplazar a uno de los mejores pivotes del último lustro como es Kanté. Francia tiene una máquina de crear jugadores dominantes en esa posición. Si no, recuerden a un tal Claude Makélélé, que jugó para los galos pese a nacer en la República Democrática del Congo, Patrick Vieira, nacido en Senegal, pero vistió la elástica de ‘Les Bleus’ o el mismísimo Didier Deschamps.

Aurélien Tchouaméni recibe una falta en el partido contra Australia (Getty Images)

Sin ser el mismo jugador, Tchouaméni ha cogido la batuta de Francia. El del Madrid es siempre el activador con el primer pase, lleva 355, el que más en los galos, y siempre merodea la frontal del área. Cualidades que le además compagina con su tremebundo golpeo de media distancia, que exhibió ante Inglaterra. Y físico, claro: ya ha recorrido casi 52 km en este Mundial. Y si hablamos de los blancos, el francés ha tenido que asumir galones desde el primer día tras la salida de Casemiro. Con solo 22 años, es el protector a la selección francesa y al Real Madrid. Ahí es nada.

😀 Griezmann se disfraza de Pogba

Es sin duda uno de los mejores del Mundial… en una posición que no solía ser la suya. Ni en su carrera ni en la Selección de Francia. Siempre con un rol más ofensivo en los equipos en los que ha jugado, Deschamps le ha dado libertad. Eso sí, siempre partiendo al lado de Tchouaméni y Rabiot. Es el Pogba de este equipo en el sentido de enlace perfecto entre la defensa y el ataque. En Rusia fue clave, pero en su versión más atacante. Conector, pero mediapunta.

Su capacidad técnica y su entrega le hacen ser un futbolista capaz de cumplir en esa posición. En Catar está en constante ofrecimiento, cae entre líneas para dificultar al rival y multiplica el peligro francés cuando se junta con Dembélé por la banda derecha y con Mbappé por la izquierda. Además, es el más inspirado para encontrar a sus compañeros en ataque.

Antoine Griezmann intenta dar un pase en el partido contra Australia (Getty Images)

Griezmann es el jugador que más intentos de ruptura de líneas realiza en Francia (82), el que más centra (34) y además ha repartido tres asistencias. La última, la que recibió Tchouaméni contra Inglaterra, le convirtió en el jugador francés con más pases de gol con 27, superando los 26 que dieron Thierry Henry y Zinedine Zidane.

🩹  Adrien Rabiot, hombre para todo

Es otra de las revelaciones de Catar 2022. Sin hacer mucho ruido, el bueno de Adrien está rindiendo mejor de lo esperado. Y más viendo sus últimos años en el fútbol. Salió por la puerta de atrás del PSG y no ha acabado de ser un pilar en la Juventus. Sin embargo, su último mes y medio en Turín (cinco goles y dos asistencias) han cambiado al centrocampista.

Cualquiera hubiese pensado que Youssouf Fofana o Jordan Veretout partían con ventaja, pero ni mucho menos. Desde su trabajo, sacrificio y versatilidad ha sabido ganarse el puesto. Abrió el contador de goles franceses en Catar con un remate de cabeza contra Australia y también regaló una asistencia de gol. Desde entonces, indiscutible. Entró en las rotaciones del equipo en la derrota contra Túnez.

Adrien Rabiot conduce el balón en una jugada de Francia (Getty Images)

Rabiot es el manitas de Francia. El Matuidi de Rusia 2018. Sirve para un roto y para un descosido. Para arreglar y destruir. Es el yerno ideal y el cuñado soñado. La baguette perfecta para acompañar un buen plato. Deschamps ha dado con la tecla. Pese a cambiar el motor turbo del equipo, las piezas eran buenas y sigue corriendo igual. Todo continúa funcionando en Francia. Se está cocinando un Ramenez la coupe à la maison 2.0.

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