En pleno auge de la multipropiedad futbolística en el panorama internacional, el Girona se ha destapado como la mayor revelación de España esta temporada, clasificación a Champions incluida por primera vez en su historia. Las pocas críticas que recibe el equipo llegan a raíz de su vinculación con el City Group y las supuestas facilidades económicas y de mercado que tienen para confeccionar su plantilla. Sin embargo, la dirección deportiva del cuadro catalán hizo una apuesta arriesgada. O muchas, mejor dicho. Y le han salido de cine. El mérito está en la rebelión de varios jugadores que vivían en el ostracismo antes de llegar a Montilivi.
🪑 De chupar banquillo, a liderar al Girona
A pesar de contar con una profundidad de plantilla muy por encima de la media en el fútbol español, Míchel Sánchez tuvo bastante definido su once durante toda la 2023/2024. Lógico, dado el rendimiento. Lo que llama la atención es que seis titulares venían de tener un rol casi residual en sus anteriores equipos y algunos apenas contaban con minutos. Los casos más recientes son los de Èric García, que solo disputó ocho partidos como titular en liga durante sus últimos siete meses en el Barcelona; o el de un Daley Blind que abandonó el Ajax a principios de 2023 para jugar la friolera de cinco encuentros en el Bayern, hasta sumar un total de 160 minutos en cinco meses.
Cristian Portu regresó al Girona tras devaluarse en Real Sociedad y Getafe.
Paulo Gazzaniga y David López son otros dos jugadores que estaban desahuciados en el Tottenham y Espanyol antes de recalar en este mágico Girona durante el verano de 2022. El portero se ha convertido en indiscutible para Míchel, pese a no jugar un partido de Premier League desde 2019 y tampoco haberse asentado en sus cesiones al Elche o al Fulham. Este último equipo, además, cuando se encontraba en la segunda categoría del fútbol inglés. Por su parte, el polivalente defensor o centrocampista disputó solo ocho partidos como titular en su última liga con el conjunto perico.
En un segundo plano, también llama la atención el caso de Cristian Portu, revulsivo de lujo en Girona, que llegaba de ser titular en solo 17 partidos ligueros tanto en la Real Sociedad como en el Getafe. Y aunque en este plantel tampoco tiene el protagonismo de su primera etapa en Montilivi, ha sido importante para darle frescura al equipo en la segunda vuelta del campeonato.
Representativos son también los casos de Aleix García e Iván Martín, quienes comparten la medular y son el motor del Girona desde la primera y tercera altura del centro del campo, respectivamente. Ambos llegaron al Girona hace tres temporadas, como cedidos desde equipos que no contaban con ellos. Iván, procedente de un Villarreal con el que no llegó a debutar en primera división, y tras una infructuosa cesión al Alavés. En el País Vasco, sus actuaciones se resumen en 162 minutos repartidos en seis partidos de liga, y 107 en dos choques de Copa del Rey. Crecimiento inimaginable.
Aunque, para eso, ninguno como Aleix García. El jugador recientemente convocado por Luis de La Fuente para la Selección española, criado también en el Villarreal, se curtió en las categorías inferiores del Manchester City y es uno de los centrocampistas de moda en el fútbol español. Pero no es oro todo lo que reluce y a lo largo de su carrera ha tenido épocas muy complicadas. En el cuadro inglés apenas jugó cuatro partidos de Premier League que datan de la 2016/2017, coleccionó cesiones por estar vinculado al equipo de Guardiola hasta 2020 y, en el último lustro, ha vagado sin rumbo por el Dinamo de Bucarest, Eibar y por el propio Girona en su primera etapa, en la que terminó el primer curso casi en blanco. Las únicas campañas con continuidad hasta esta fueron la de 2018/2019, en el Girona que descendió, y la 2019/2020, con el ya extinto Royal Excelsior Mouscron belga.
👦 Sin experiencia previa en la élite
De la idea anterior subyace otra particularidad en este Girona, que también se nutre del talento joven y alguna que otra inversión con tintes exóticos. Dos titulares más del equipo revelación llegaron sin rodaje en clubes profesionales y ahora conforman el flanco izquierdo más desequilibrante de la competición. Como lateral, Miguel Gutiérrez, el canterano del Real Madrid que si bien creció bajo el cartel de sucesor de Marcelo, entre muchas comillas, y que llegó a jugar diez encuentros oficiales con Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti, nunca se asentó en el primer equipo y salió por solo tres millones de euros. Parece evidente que ahora los blancos tratarán de ejecutar su cláusula de recompra.
Miguel Gutiérrez, Davies, el Bayern y una gestión complicada para el Real Madrid
Como extremo, Sávio Moreira, alias ‘Savinho’, el descarado jugador brasileño de 19 años que ha pasado en solo cuatro meses de abandonar el PSV Eindhoven sin pena ni gloria a convertirse en uno de los regateadores más codiciados del Viejo Continente. Su primera explosión, precoz hasta para darse en Brasil, se produjo hace dos temporadas en el Atlético Mineiro, uno de los clubes punteros de Sudamérica en ese momento. Debutó con 18 años recién cumplidos en la Copa Libertadores y eso provocó que el ESTAC Troyes francés o, mejor dicho, el City Group, pagasen 6,5 millones de euros por él. En su primera temporada en Europa, solo 150 minutos jugados en el PSV. En parte, por la competencia con Noni Madueke y Johan Bakayoko en los extremos.
Así es como se ha fraguado la columna vertebral del Girona, gracias a oportunidades de mercado en las que nadie creyó tanto como la dirección deportiva que comanda Quique Cárcel. Y, también, con algún canterano como Arnau Martínez, o con apuestas de equipos outsiders como el Dinamo Kiev y el Dnipro-1, ambos ucranianos, de los que proceden Artem Dovbyk y Viktor Tsygankov. Es importante separar el grano de la paja. Debemos diferenciar las facilidades en el mercado del mérito deportivo.
